El momento de la energía solar es ahora
La energía solar vive un momento de esplendor en Europa y también en nuestro país. Tanto es así que, a estas alturas de 2022, en España ya hemos generado la misma energía solar que durante todo 2021 (20.954 GWh), esto es más del doble de lo generado en 2019 y casi el triple de la cantidad producida en 2018.
Esta tendencia alcista no es producto del azar. Confluyen dos circunstancias que han aupado a nuestro sector como una alternativa energética que genera cada vez más interés entre la población.
Por un lado, la sociedad, cada vez más informada y concienciada, busca alternativas energéticas más eficientes y económicas que les permita reducir su huella de carbono y cuidar así el medioambiente.
Por otro lado, el incremento incesante de los precios del gas -llegando a máximos históricos el 8 de marzo de 2022 (544,98 euros por megavario hora)- que se lleva produciendo desde comienzos de 2021 y que ha disparado los precios de la electricidad en todos los países de la Unión Europea (UE), convirtiendo las facturas de la luz en un quebradero de cabeza para muchos consumidores.
Esta situación se ha visto agravada por la guerra de Ucrania, contexto que no ha hecho sino poner en jaque al mercado energético y reflejar la aún considerable dependencia energética que la Unión Europa tiene de terceros, entre los que destaca Rusia.
A estas alturas de 2022, en España ya hemos generado la misma energía solar que durante todo 2021
La UE, a pesar de haber iniciado la transición energética hace años para rebajar su grado de dependencia, importa el 90% del gas que consume, siendo Moscú uno de los principales proveedores (45% de gas, 25% de petróleo y 45% de carbón, aunque estos porcentajes varían en función de los Estados miembro).
Este es, sin duda, uno de los mayores desafíos a los que nos enfrentamos en la actualidad. La independencia energética está en el punto de mira de Europa, que busca alternativas para reducir a cenizas las amenazas del Kremlin de cortarnos el suministro de gas, desprendernos del sometimiento a los combustibles fósiles al que estamos expuestos y evitar la volatilidad del mercado energético.
España deber ser consciente de su enorme potencial para liderar este proceso. Nuestro país cuenta con una posición estratégica y geográfica, así como con un gran número de horas de Sol al año (1.700 horas de media, el doble que Alemania) y una extensa superficie (somos el 29º país europeo en cuanto a habitantes por metro cuadrado) que, por sus cualidades, la hacen idónea para el desarrollo de instalaciones solares.
La Hoja de Ruta del Autoconsumo aprobada por el Gobierno de España plantea un objetivo de 9 GW de capacidad fotovoltaica en autoconsumo en 2030. En ese sentido, y a modo de ejemplo, la Comunidad de Madrid es la región española con mayor potencial de despliegue de energía fotovoltaica -2 GW en el escenario objetivo y hasta 3 GW en un escenario de alta penetración-, según la UNEF, lo que supone el 22% de toda la potencia prevista.
La independencia energética está en el punto de mira de Europa, que busca alternativas para reducir a cenizas las amenazas del Kremlin
Además, en el mix energético español, cada vez tiene mayor importancia la energía solar, cuyo porcentaje de generación alcanza casi el 15%, según Red Eléctrica de España (REE), lo que la sitúa como la cuarta tecnología, por detrás de la hidráulica en el mix de generación.
Estos datos no hacen sino reflejar la relevancia de las energías renovables, en general, y la energía solar, en particular, en España, que ya suponen dos tercios de la capacidad de generación.
Las energías renovables, en general, y la energía solar, en particular, en España, que ya suponen dos tercios de la capacidad de generación.
Los datos son halagüeños: España tiene las capacidades, las herramientas y la voluntad necesarias para liderar y consolidar el crecimiento de esta industria que, sin duda, repercutirá en enormes beneficios sociales y económicos, pero aún queda mucho camino por recorrer y muchos retos que afrontar antes de lograr el impulso esperado del sector fotovoltaico.
Se necesitan medidas estructurales a nivel nacional y europeo, como la simplificación de los trámites administrativos para la implementación de la energía solar o la flexibilización de financiación para hacer accesible este tipo de suministro energético.
Administraciones públicas y expertos del sector debemos remar en la misma dirección para cumplir estos objetivos. Solo así conseguiremos ser económicamente más fuertes, más sostenibles y más independientes energéticamente.
Urgen medidas y urge hacerlo ya. Estamos en el camino para afianzar el cambio de modelo energético basado en energías renovables, pero se debe acelerar el ritmo de su despliegue y mejorar la eficiencia energética. Hacer de la luz un bien asequible para todos los ciudadanos es una obligación que todos los implicados del sector debemos tener presente. El momento de la energía solar es ahora.
***José Manuel Villauriz es consejero delegado de Carvisa Energía.