Recuerdo que cuando nació Next Generation EU un escéptico me recordó el 'plan Juncker', un fondo que muchos lectores habrán olvidado porque cuando se lanzó iba a ser un revulsivo con grandes inversiones para impulsar el crecimiento económico y reducir el paro, pero acabó teniendo una repercusión muy limitada.
Tomé nota de aquella comparación, aunque me pareció exagerada. Sin embargo, en noviembre de 2022 -y con un PERTE por fin en marcha-, las posibilidades de que en unos años nadie recuerde el impacto de NGEU empiezan a ser reales a no ser que el Gobierno de Pedro Sánchez se ponga las pilas en múltiples frentes.
Hace un año, en noviembre de 2021, Bruselas tramitaba con confianza la solicitud del segundo desembolso de ayudas NGEU hecho por España. Ahora, se acaba de pedir el tercero, pero lo que realmente ocupa a la Comisión Europea es configurar una fórmula para penalizar a nuestro país en caso de incumplimiento.
Es más, ese mecanismo ya está perfilado y permitirá reducir las cuantías de los desembolsos por cada una de las reformas no terminadas a tiempo o por las inversiones no realizadas. Afectará a todos los países, pero no es ningún secreto que, en este momento, el foco está en el nuestro.
Esa fórmula consistiría en establecer un cálculo base con el que reducir las cuantías de las entregas futuras de NGEU, que será ponderado en función de la relevancia del incumplimiento, según fuentes conocedoras del diseño.
Para entenderlo, si se llega al escenario en el que España no es capaz de concluir la reforma de las pensiones de José Luis Escrivá supondrá la pérdida de más dinero que si no se logra convertir a nuestro país en un 'hub audiovisual'.
"El resbalón del Gobierno con la plataforma Coffee ha sido la gota que ha colmado el vaso"
El resbalón del Gobierno con la plataforma Coffee -que tenía que estar ya operativa para el control de los fondos recibidos- ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de la Comisión Europea.
Como ya se contó en esta columna, la Comisión Ursula von der Leyen se juega su legado con NGEU, unos fondos con los que se quiso mostrar solidaridad en la pandemia con los países del 'sur' tras los daños de la austeridad de la última crisis. Unas ayudas que no contaban con la simpatía de muchos países del 'norte' que estaban a la espera del naufragio de España o Italia para poner fin a este tipo de transferencias.
[Opinión: La UE teme una crisis del euro si Italia y España fracasan con NGEU]
Así que es máxima la presión que hay sobre el Gobierno para que solucione los problemas de esta herramienta que ha pasado a depender de Jorge Fabra, tras la salida de Rocío Frutos del departamento de Hacienda que se encarga de supervisar el reparto de las ayudas.
El Gobierno da muestras de estar exhausto con la puesta en marcha de los fondos europeos. Nadia Calviño ya no habla de "velocidad de crucero" y Reyes Maroto ha tenido que ver cómo los gobiernos autonómicos salían al rescate del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del Vehículo Eléctrico y Conectado (PERTE VEC).
Un proyecto tractor que amagó con no salir adelante y que ha quedado desierto en una cuantía importante. El fracaso hubiera sido estrepitoso de no ser porque Ximo Puig lo salvó a última hora completando las ayudas a Volkswagen.
"Lo ocurrido en el PERTE VEC debería abrir una reflexión sobre la relación entre el Gobierno, las CCAA y las empresas"
Lo ocurrido debería servir para abrir una reflexión seria sobre la relación entre el Gobierno, las comunidades autónomas y las empresas privadas -actores protagonistas para desplegar los fondos UE- con el fin de salvar otros PERTE que acumulan retrasos y "agonizan", según advierten fuentes empresariales.
En el mundo de la empresa se considera que la Administración española está demostrando una gran ineficiencia y se ha convertido en un lastre para aprovechar esta oportunidad. Que Sánchez configurara NGEU como un 'plan de partido' en lugar de como 'plan de país' no ayuda.
[Opinión: Momento crítico en los fondos europeos]
Para corregir ese rumbo, está la Adenda al Plan de Recuperación -con la que se solicitarán los préstamos para gastar hasta 2026-. Esta vez, Calviño se ha reunido con todas las comunidades autónomas y con representantes del PP. Pero fuentes conocedoras de esos contactos afirman que nada invita a pensar que se vaya a tomar nota de las peticiones de los gobiernos regionales.
"Calviño ha hecho una ronda para hacerse la foto que querían ver en Bruselas, pero nada más", lamentan fuentes próximas al principal partido de la oposición.
A las puertas de un año electoral, está por ver la responsabilidad de Gobierno y comunidades autónomas con el despliegue de NGEU. Para España es una oportunidad histórica, como se puede intuir cuando se piensa en la futura fábrica de baterías de Sagunto gracias al PERTE VEC. Pero, para verlo, hay que poner las luces largas y en la política nacional se camina con linternas.
ATENTOS A...
El Banco Central de Irlanda ha publicado un informe en el que analiza la evolución de los salarios en las grandes economías del euro desde el fin de la pandemia utilizando como guía los anuncios de empleo. El documento muestra cómo los sueldos han ido subiendo y en octubre de 2022 experimentaron un crecimiento importante.
Sin embargo, el crecimiento en Alemania alcanzó el 7,1% frente al 3,5% de España, es decir, que dobló ese avance. En medio están Francia (5%), Irlanda (4,7%), Italia (4,2%) y Holanda (4%).
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