¿Quién protege a la clase media hipotecada?
Ante la subida de los tipos de interés, la banca debe emprender una negociación con los clientes basada en las buenas prácticas.
Nuestro Gobierno, por fin, parece haberse dado cuenta de que la subida que ha experimentado el Euríbor en pocos meses no equivale a una normalización de tipos, como se descolgó diciendo la gobernadora del BCE, Christine Lagarde. Se ha dado cuenta, reitero, de que la mayor subida de tipos en 40 años va a tener una afectación generalizada, no sólo para hipotecados vulnerables sino también para una castigada clase media que ha visto depauperado rápidamente su poder adquisitivo por múltiples frentes: inflación, crisis energética y sí, también hipoteca.
Los pilares que sostienen las economías familiares. Por eso, las vicepresidentas económicas Nadia Calviño y Yolanda Díaz, ya se han referido a la necesidad de articular medidas de alivio financiero para ese amplio espectro que supone la clase media de nuestro país.
Porque estas medidas, que conoceremos en breve, no pueden limitarse al 5% de los hipotecados, restringirse a los más vulnerables porque el fantasma de la morosidad el impago sobrevuela con gran intensidad.
El ratio actual de impago es del 3,8%, controlado aún, sí, pero muchos ya refieren que subirá al 4,5% el año que viene, y ahí nos estamos situando peligrosamente por encima de la media europea.
Estamos seguros de que las entidades tienen una voluntad real de no repetir los errores de la crisis anterior. Son los principales interesados en un cliente pagador, que cumpla con sus obligaciones y al que no tengan que desahuciar de su hogar.
"Las entidades tienen que poner encima de la mesa medidas en un momento excepcional"
Creemos que las entidades tienen que poner encima de la mesa medidas que acoten las dificultades en un momento excepcional en el que las economías familiares sufren una tensión inusitada provocada, en parte, por circunstancias difíciles de controlar. Europa sufre un ataque bélico sin precedentes recientes, no lo olvidemos.
En este escenario de múltiples amenazas, resulta pacato hablar de carencias que alivien la cuota de la hipoteca en apenas 30 euros de media. Conforme vayan aumentando las dificultades, los consumidores necesitan un grado de flexibilidad de sus entidades acorde con los tiempos que vivimos.
"Resulta pacato hablar de carencias que alivien la cuota de la hipoteca en apenas 30 euros de media"
El caso a caso se nos antoja imprescindible, una negociación con los clientes basada en las buenas prácticas, que facilite cambios de hipoteca a tipos fijos sin que éstos supongan cláusulas suelo encubiertas (superiores al 3%, llegando a aplicarse 4% y 5%, lo que nos parece una barbaridad). Pero también vemos con buenos ojos lo planteado por una de las grandes entidades: la congelación del tipo de interés revisado.
No pedimos nada fuera de lo normal. Por el contrario, hemos oído afirmaciones muy atrevidas, como que el incremento de los tipos de interés no beneficia a la banca.
¿Acaso no tiene la banca, como las energéticas, beneficios caídos del cielo? Las cifras son contundentes: Las seis entidades cotizadas del país -Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Banco Sabadell, Bankinter y Unicaja- ganaron 5.863 millones en los primeros nueve meses del año, un 31% más que hasta septiembre del ejercicio anterior (4.475 millones).
No podemos permitir que familias con hipotecas, buenas pagadoras, auténticas sostenedoras de la economía del país, caigan en el riesgo de impago.
En suma, apostar por un cliente buen pagador, en su amplia mayoría, al que ha sorprendido una subida de tipos de vértigo que bajo ninguna circunstancia puede ser tildada de normal o asumible. Salvaguardar a nuestra clase media es la lección que ahora, que resuenan de nuevo tambores de crisis financiera, tenemos que demostrar que está aprendida.
*** Patricia Suárez, @WonderWomanPSR, es presidenta de ASUFIN.