De manera periódica, la consultora PWC analiza la economía española. Lo hace mediante un sondeo a un "panel de expertos" (empresarios, directivos o académicos) entre los que me encuentro. Una de las preguntas es sobre la proyección del crecimiento del PIB para 2023.
Es la cuarta pregunta del bloque Perspectivas de la Economía española. Las respuestas agrupadas dan los siguientes resultados: el 34,7% de los panelistas prevé menos del 1% de crecimiento del PIB en 2023; el 50% lo fija entre el 1 y el 1,5%; el 14% cree que será entre el 1,5 y el 2%. Sólo el 0,8% piensa que puede ser superior al 2%. Es decir, que aunque la mediana (el mayor número de respuestas) es entre el 1 y el 1,5% de crecimiento, la media de esa proyección está más cerca del 1, que del 1,5%.
Si en lugar de ver la frecuencia de estimaciones, se mira la media de ellas, el panorama es más preocupante. Si tomamos como referencia esa media (y no la mediana) el sondeo muestra como fueron bajando las respuestas. La proyección para 2023 en el primer trimestre de 2022 era de un crecimiento del 3,9 del PIB; en el segundo trimestre fue del 3%; ahora es del 1,1%. Cada mes que pasa se acortan las previsiones.
No sería extraño que en la próxima proyección, cuando sea evidente la recesión en la que estamos, esa media sea inferior al 1%. ¿0,7% del PIB?
¿Es un indicador fiable? Este tipo de indicadores producen la profecía autocumplida. Basta que se anuncie la profecía para que se pongan en movimiento los mecanismos para que se cumpla.
Por ejemplo, con predicciones tan poco halagüeñas los inversores se retraen por cautela; los consumidores se vuelven austeros; el ahorro se resguarda de inclemencias futuras y aumenta el "atesoramiento". La economía sufre.
Por eso no sería de extrañar que las previsiones del FMI, mucho más alejado de la economía española, que PWC, o las de Funcas, recientemente publicadas, se queden altas y crezcamos menos del 1,1% que pronostican para 2023.
Para ello, la variación del PIB del primer trimestre de 2023 debe ser negativo (ya lo ha sido los años anteriores con un decrecimiento del -0,2%). Como este otoño hay síntomas de que va a ocurrir lo mismo, a principios del próximo año se podrá afirmar que España está en recesión técnica. Dos trimestres seguidos con decrecimientos del PIB.
Aún así, la ministra de Economía y vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño, insiste en que seguiremos siendo la economía que más crece en la Europa del Euro.
Afirmación que es algo así como: mal de muchos, consuelo de tontos.
"Tontos porque seguiremos sin alcanzar las cuotas de PIB de 2019"
Tontos, porque no es lo mismo decrecer desde un PIB más alto como el de Alemania o Francia, que hacerlo en una economía con el PIB mucho más bajo, como España. Tontos porque seguiremos sin alcanzar las cuotas de PIB de 2019 (prepandemia) cuando esas economías las han sobrepasado ya. Tontos, porque nuestro endeudamiento público excesivo nos hace vulnerables a las subidas de tipos de interés que el BCE no tiene más remedio que hacer.
La consultora PWC también pregunta por el nivel de inflación esperado para 2023. Ante la pregunta de si la inflación seguirá en la eurozona en torno al 6%, el 49% de los panelistas estaba totalmente de acuerdo. Lo mismo que el 87% opina que la espiral precios salarios y subidas de otros costes mantendrán alta la inflación en la zona euro.
Por tanto, según los panelistas del estudio de PWC, habrá estanflación.
Para el común de los españoles la pregunta es: ¿cómo responder a esta situación?
Tendrán que analizar cuál puede ser su horizonte temporal y preguntarse: ¿Podré responder a las subidas de precios con las rentas esperadas (salariales y de otro tipo)? ¿Tendré que reducir gastos y mi nivel de vida? ¿Tendré que gastar ahorros o endeudarme para cubrir los gastos imprescindibles? ¿Será interesante cubrirse invirtiendo en bienes que resisten más la inflación como los inmuebles privilegiados? ¿Me despedirán o quebraré e iré a paro?
Cada uno de los lectores debería hacerse estas preguntas y tomar las decisiones adecuadas.
*** J. R. Pin es profesor del IESE.