El autoconsumo es clave para lograr los objetivos del clima
Esta alternativa puede reducir las emisiones de una vivienda unifamiliar entre un 45 y 85% y contribuir, así, a un menor deterioro del planeta.
"La humanidad tiene elección: cooperar o perecer". Estas declaraciones en el discurso inaugural de la reciente Cumbre del Clima de Egipto (COP27) hechas por el secretario general de la ONU, António Guterres, son el preludio perfecto para explicar el momento energético en el que nos encontramos.
Con una crisis energética golpeando al planeta y un cambio climático cada vez más acentuado, los principales mandatarios -sin contar con Rusia y China- se reunieron en noviembre para trazar el camino a seguir para frenar lo que cada vez es más difícil parar.
El ambicioso plan de limitar el calentamiento global a 1,5ºC al final de siglo requiere buscar soluciones que sean compatibles con los objetivos propuestos y generen nuevas oportunidades. Es aquí donde alternativas como el autoconsumo tienen sentido, y España es uno de los países dentro de la zona comunitaria que tiene un papel especialmente protagonista. Y es para bien.
[Editorial: Un hito histórico en medio de un gran fiasco]
La hoja de ruta del Autoconsumo solar y fotovoltaico aprobada por el Ejecutivo hace unos meses prevé que la potencia en 2030 en todo el Estado sea de 9 GW, pero el éxito que está cosechando entre las empresas y hogares españoles, deja entrever que las expectativas se van a quedar cortas. Los expertos en la materia aseguran que en los próximos años se puede llegar a los 14 GW de seguir a este ritmo, y decisiones como ampliar el límite de redes de autoconsumo hasta los dos kilómetros abren la puerta a otros modelos de generación distribuida como el autoconsumo colectivo.
"Aunque invertir en modelos de autoconsumo parezca una apuesta apta para el bolsillo de unos pocos, lo cierto es que cada vez hay más ayudas"
Aunque invertir en modelos de autoconsumo parezca una apuesta apta para el bolsillo de unos pocos, lo cierto es que las comunidades de vecinos o empresas que opten por este tipo de energía tienen a su disposición cada vez más ayudas para financiar su coste. Los fondos Next Generation, que llegan hasta las comunidades de propietarios más pequeñas, también son una ventana de oportunidad de remar en esta dirección.
Pero no nos engañemos, hablar solo del coste es un debate superfluo porque el equilibrio de muchas organizaciones pasa por buscar la estabilidad entre la rentabilidad de sus acciones con criterios de responsabilidad social, inclusividad e impacto medioambiental (ESG, ASG en sus siglas en español).
Aquí también hay buenas noticias. Según diversas compañías del sector retail, las viviendas que cuentan con este tipo de sistemas se revalorizan más a la hora de venderlas, y para las empresas que piensan comprar un terreno, prefieren hacerlo en base a criterios ESG que pasan por el autoconsumo.
Una de las claves del autoconsumo, precisamente, tiene que ver con el medioambiente. Según EUPD Research, esta alternativa puede llegar a reducir las emisiones en un 45% en los sistemas fotovoltaicos para viviendas unifamiliares o hasta un 85% si se integra una batería.
Esto se produce gracias a la forma en la que genera energía y la compensación por excecedentes que incorpora. ¿A qué me refiero? A que la electricidad generada y no consumida se vierte en la red y la diferencia de coste se diferencia.
Tras la COP27 se ha puesto de manifiesto que es importante explicar cómo funcionan algunos modelos energéticos alternativos, como el autoconsumo, que fomentan la cooperación.
No nos debemos limitar a hablar de las ventajas que produce a los consumidores en la factura de la luz, sino de lo alineado que está con los objetivos medioambientales que perseguía inicialmente la Cumbre del Clima de Egipto. El autoconsumo por sí sólo no bajará la temperatura en grado y medio a finales de siglo, pero sí contribuirá.
*** Germán Lópezes cofundador de Aldea Energy.