La mayoría de los reguladores siguen viendo las criptomonedas como un riesgo para el desarrollo del mercado financiero. De tal manera que, incluso después de obtener el estatus de "producto legal", no se convertirán en un medio de pago en la mayoría de las jurisdicciones. A cambio, permitirá a las autoridades aumentar el control sobre el sector.

Pero ¿realmente las criptodivisas presentan una amenaza al sector financiero? Su naturaleza volátil no permitirá que los activos digitales sustituyan al tan querido efectivo. Los starcoins, en cambio, podrían plantear un problema mayor a los bancos centrales en el futuro, razón por la cual los países están desarrollando sus propios CBDC.

La mayoría de los reguladores siguen viendo las criptomonedas como un riesgo para el desarrollo del mercado financiero.

¿Qué cambiará, entonces, con las famosas monedas digitales de los bancos centrales?

Según el estudio del Foro Económico Mundial, las CBDC podrían ofrecer a los inversores minoristas un lugar más seguro para ahorrar, en caso de que se les permita crear cuentas directamente con su banco central. Asimismo, podrían reducir las barreras de costes que actualmente dejan a 1.700 millones de personas sin servicios bancarios.

Por último, las CBDC podrían aumentar la eficiencia de la política monetaria al permitir la transmisión directa de los tipos de interés. En cuanto a la fecha de caducidad, de la que se rumorea en los medios sociales, esta función podría incorporarse; la otra cuestión es si el regulador daría ese paso.

Uno de los principales inconvenientes de las CBDC es que su incorporación podría afectar de forma negativa a las instituciones financieras. Si las cuentas CBDC ofrecen unos servicios amplios y relativamente completos, puede que muchos hogares ya no sientan la necesidad de tener una cuenta de depósito bancaria.

***Igor Kuchma es analista de Trading View.