5 predicciones sobre el sector energético en España
La transición energética es una de las prioridades de la agenda desde hace tiempo y el avance hacia nuevos modelos de generación aumentará en 2023.
El año 2022 permanecerá en la memoria de quienes trabajamos en el sector de los servicios eléctricos. Las fluctuaciones de los precios de la energía ocuparon los titulares en los medios de comunicación de todo el mundo, dando un nuevo impulso a la introducción de más energías renovables en el sistema.
La transición energética es una de las prioridades de la agenda desde hace tiempo y el avance hacia nuevos modelos de generación de energía aumentará en 2023. Los operadores de transporte y distribución deben adoptar la descarbonización, la descentralización y la digitalización para modernizar la red, a la vez que adoptan un enfoque necesariamente sólido en materia de ciberseguridad y sostenibilidad. Los retos abundan, y estas son las tendencias que creo que marcarán el año que viene.
1. Generación de energía descentralizada. La transición energética está difuminando el límite de la red. Los que tradicionalmente se describen como "detrás del contador", es decir, los hogares, las empresas y las industrias que consumen energía, se sitúan cada vez más "delante del contador" para generar parte de su propia energía a partir de activos como los paneles solares, así como para gestionar su propio suministro y demanda con sistemas de almacenamiento de energía.
Conocidos como prosumidores, su creciente participación en los mercados energéticos se reconoce como el camino a seguir en un sector que debe alejarse de la fuerte dependencia de los combustibles fósiles para mitigar el cambio climático.
Sin embargo, esta descentralización plantea retos a las distribuidoras y comercializadoras eléctricas que se centran en cómo equilibrar la entrada de energía variable procedente de los prosumidores y de las energías renovables comerciales, manteniendo al mismo tiempo un suministro constante, sobre todo en los momentos de máxima demanda en la red. Lo que no cabe duda es que la descentralización será una tendencia creciente en 2023.
2. Desplegando la flexibilidad de la demanda. Es de esperar que los operadores de redes de distribución (DNO) pidan con más insistencia que se faciliten mayores niveles de flexibilidad de la demanda en 2023. A medida que los prosumidores se familiaricen con la generación de energía, verán cómo pueden ganar dinero comerciando con ella a través de la red y poniendo a la venta su capacidad de almacenamiento de energía.
Sin embargo, a estos operadores les resulta difícil adaptarse a la nueva realidad de gestionar flujos de energía bidireccionales en redes desarrolladas para un flujo unidireccional desde unos pocos generadores a muchos consumidores. Los operadores de redes de distribución (DNO) tendrán que parecerse a los operadores de sistemas de distribución (DSO) para ayudar a gestionar problemas como la congestión de la red que pueden causar los grandes flujos de generación de energía descentralizada.
A lo largo de 2023, el debate sobre la forma de los DNOs y DSOs se cristalizará. Esto se debe, entre otras cosas, a que liberar la plena activación de la flexibilidad de los edificios, los vehículos eléctricos y la industria en el año 2030 reduciría el gasto en inversiones en la red de distribución en hasta 29.100 millones de euros anuales. También podría ahorrar a los consumidores hasta 71.000 millones de euros al año, evitar 15,5 teravatios-hora de restricciones a las energías renovables y evitar 37,5 millones de toneladas de emisiones anuales de gases de efecto invernadero.
3. El debate entre avanzar o no en la digitalización. Un modelo energético complejo que abarca muchos puntos variables de suministro y consumo debe gestionarse digitalmente, pero las empresas de servicios públicos se debaten entre avanzar en la digitalización de sus redes y actualizar su infraestructura actual.
La distribución y comercialización eléctrica se encuentra en un punto de transición crítico. Se enfrenta al reto de mantener la red y los niveles de servicio existentes, a pesar del aumento de la demanda y el envejecimiento de la infraestructura heredada, a la vez que se enfrenta a la necesidad de cambiar los modelos de servicio y aplicar los conocimientos de los datos para optimizar las operaciones.
La digitalización puede ser vista por las empresas de servicios públicos como la clave del éxito o como un competidor de lo que consideran retos más urgentes: en 2023 la presión para elegir será mayor que nunca.
4. Más datos, mayor compromiso por la ciberseguridad. La descentralización y la digitalización implican el procesamiento de grandes cantidades de datos, lo que a su vez plantea problemas de ciberseguridad porque la incorporación de más datos a un sistema aumenta su vulnerabilidad.
En 2023 se espera que los sectores de la energía y la ciberseguridad colaboren estrechamente para salvaguardar la red y garantizar que las ambiciones de la red cero no se vean frustradas por ciberataques. Los gobiernos, a su vez, también deben colaborar estrechamente con la industria para garantizar la solidez de la estrategia, implicando la aceptación de inversión privada y de nuevas tecnologías innovadoras que allanan el camino hacia mejores procesos y estructuras de gestión de riesgos.
5. Un futuro más limpio sin el gas SF6. La UE y otros países europeos van a prohibir el uso del SF6, el gas implicado de provocar el calentamiento global. Las empresas de servicios públicos junto con otros muchos sectores tendrán que seleccionar alternativas para futuros proyectos. Si esto ocurre, habrá un efecto probable de que los precios de las recargas de los equipos de conmutación con SF6 aumenten, y el desmantelamiento y el reciclaje al final de su vida útil también se vuelvan más costosos.
Dado que una red descentralizada y altamente renovable requerirá una conmutación más frecuente, el mercado europeo para nuevos equipos eléctricos, así como sustituciones, crecerá. Afortunadamente, la tecnología de celdas de media tensión sin SF6 es madura y ampliamente disponible en el rango de hasta 24kV, por lo que la decisión de no utilizar este gas es fácil de tomar en 2023 y en los años siguientes.
*** José Antonio Afonso es responsable del segmento Commercial Building en Eaton Iberia.