"Stop draggin’ my heart around". Tom Petty.
El populismo de España es hilarante si no fuera peligroso. Hace años le echaba la culpa de los precios demasiado bajos a los supermercados, y ahora la culpa de la subida de los precios también es de los supermercados.
Podemos nació en 2014 atacando, entre otras cosas, a los bancos centrales y el exceso de deuda acumulado en la burbuja inmobiliaria cuando los tipos eran del 0,15% con la inflación al -1% y ahora quieren subvencionar la toma de riesgo limitando las hipotecas a tipo variable mientras llaman "terrorismo financiero" a tener los tipos al 3% con una inflación del 5,8% y 7,5% subyacente.
¿Y cuál ha sido su última invención? Decir que los bancos se forran ahogando a las familias.
Es curioso que Podemos jamás haya dicho una sola palabra cuando la banca mantuvo la oferta de crédito a pesar de los tipos de interés negativos, que ha seguido invirtiendo y facilitando el crédito a pesar de tener márgenes negativos y que ha sido en esta crisis el gran factor que ha impedido que entráramos en un colapso de crédito.
Es curioso que Podemos vuelve a usar beneficios generados en todo el mundo como si fueran en España e ignore el hecho de que el único país donde Santander aún no cubre el coste de capital es España, y que BBVA tampoco cubre su coste de capital en España.
De los beneficios generados por Santander, solo el 13% se generan en España. El margen de intereses en España ha caído un 5,8% desde 2021.
En BBVA se ha manipulado de manera similar. Del aumento de resultado atribuido recurrente de los últimos doce meses, solo el 21% vienen de España. La inmensa mayoría llega de México y América del Sur. Del margen bruto solo el 24% es España. El rendimiento de la inversión reportado es de solo 1,87% en España, es decir, muy inferior a México y aún por debajo del coste de capital.
Dar la cifra global como ejemplo de que "se forran" en España es engañar. Imaginen que en Reino Unido diesen la cifra global del Santander como ejemplo de los beneficios en el país o que en México hablasen de los resultados a nivel global de BBVA.
El que más ha ganado de los resultados de BBVA o Santander sin invertir un solo euro es el Estado. Casi la mitad de lo que generan en España se va en impuestos.
El informe Claves de la Aportación del Sector Bancario a la Economía española (Cátedra Orfin), refleja una realidad muy distinta a la que inventa Podemos:
El ROA (rentabilidad sobre activos) del sector en España ha estado por debajo del 0,5% durante los últimos diez años, es decir, muy por debajo de su coste de capital. El ROA en 2022 es de solo un 0,6%, todavía por debajo del coste de capital. Sin embargo, los resultados han empeorado en España respecto a 2021.
Un sector con rentabilidades negativas es un problema grave a medio y largo plazo. Recuperar ligeramente la rentabilidad en el sector bancario no es "forrarse", significa más crédito, más inversión y más empleo.
"Recuperar ligeramente la rentabilidad en el sector bancario no es "forrarse", significa más crédito, más inversión y más empleo"
Además, ignoran el papel clave de la banca en un entorno tan complicado como el que vivimos. Curiosamente, Ione Belarra afirma que "las familias lo están pasando mal", mientras a la vez se vanagloria de una visión edulcorada de la economía española.
El 75% del nuevo crédito concedido en 2022 fue para la financiación de las empresas.
Los últimos datos del Banco de España indican que la solvencia de la banca española se mantuvo por encima del nivel observado antes de la pandemia a pesar de un entorno desfavorable económico y de tipos. Los niveles actuales, que oscilan entre el 14% y el 15%, son los mejores de la historia.
El peso de los servicios bancarios en el valor añadido bruto total de la economía se situó en el 2,7% en 2017 y en el 1,1% en términos de empleo. Su contribución tributaria supone más de la mitad de los beneficios (antes de impuestos) generados en España, un 53,4%, por encima de todos los demás Estados miembro y similar a Francia y aun sin tener en cuenta el incremento de la tasa impositiva que supondrá el nuevo gravamen extraordinario, que podría suponer una carga adicional de hasta diez puntos, según los cálculos de PwC. Todos estos datos están en el informe antes mencionado de Orfin.
Los bancos no ganan dinero a costa de subir los tipos a las hipotecas. Han estado informando a sus clientes de ofertas a tipo fijo durante los años de tipos negativos. Poner un tope a las hipotecas a tipo variable es subvencionar la toma de riesgo, penalizar a los que las tomaron a tipo fijo y además encarecer el acceso a hipotecas de los nuevos demandantes.
Es curioso, porque miembros de Podemos criticaron a muchos economistas por recomendar cambiar hipotecas a tipo fijo y ahora su partido se presenta como el que subvenciona el exceso de riesgo.
El acuerdo firmado por el Gobierno con la banca es mucho más efectivo para reducir el riesgo de aquellas familias que no hayan cambiado su hipoteca a tipo fijo por falta de información y que se vean en problemas financieros puntuales. No destruye el acceso a crédito a otros y además ofrece soluciones realistas a las necesidades de los consumidores.
Limitar los tipos a las hipotecas variables solo cuando suben y no decir nada cuando no paraban de bajar es equivalente a expulsar del mercado hipotecario a miles de familias que quieran comprar una vivienda con un préstamo en los próximos años.
Las decenas de miles de familias que se han beneficiado de una hipoteca en condiciones muy atractivas, a tipos que llegaron a ser del 1% variable, no habrían tenido acceso a crédito ante la evidencia de que si suben los tipos se iba a limitar. Uno contrata una hipoteca a tipo variable sabiendo que puede bajar… y subir, no que solo puede bajar.
[Opinión: Díaz y Maroto hacen un flaco favor a los hipotecados]
Finalmente, se repite con frecuencia que "la gran banca no ha devuelto el rescate". La banca no recibió rescate. Se rescató a las cajas públicas insolventes (algunas cajas no necesitaron rescate).
Ni Banco Santander, BBVA, Bankinter o Banco Sabadell recibieron dinero público. De hecho, tuvieron que aportar 60.000 millones al Fondo de Garantía de Depósitos cuando las cajas entraron en colapso.
Lo más triste de todo es que se inculque en la mentalidad de los ciudadanos que es malo que una empresa gane dinero. ¿Quiénes creen ustedes que son los accionistas de estos bancos? Los pequeños ahorradores, jubilados, nuestros fondos de pensiones, gestoras que ofrecen productos a los ahorradores…
España sigue sin recuperar ni de lejos los niveles de inversión extranjera de 2018, y es muy triste que cualquier empresa que invierte y crea riqueza sea objeto del ataque del populismo comunista.
Es aberrante que el mismo Gobierno que se felicita por generar ingresos fiscales récord acuse a las empresas que pagan esos impuestos, crean empleo e invierten, de ganar demasiado.
Atacar a nuestras empresas que son un ejemplo mundial de crecimiento e inversión no es progresista, es regresista. España necesita bancos fuertes, rentables y sólidos. España necesita muchas más grandes empresas. España necesita muchos menos partidos políticos extractores de rentas y confiscatorios como Podemos.