La valoración de los datos del paro registrado en el SEPE de marzo de 2023 difiere según el Gobierno o la oposición. El primero alardea del buen momento del mercado de empleo. La oposición no está de acuerdo. Puede que los dos tengan razones para defender su posición.
Es verdad que el número de parados registrados ha descendido en 48.755 respecto al mes de febrero dejando el total en 2.862.260 personas registradas como desempleadas. La cifra más baja desde 2008.
Pero también es verdad que a principio de enero de este año los parados registrados eran 2.837.000. Por tanto, en este primer trimestre de 2023 no sólo no ha descendido ese registro, sino que han aumentado en 26.000 personas paradas. Argumento de la oposición.
En el primer trimestre de 2023 no solo no han descendido los parados registrados, sino que han aumentado en 26.000
También es verdad que ese registro es una cifra “maquillada” en la que no están incluidos ni los empleados en ERTE, ni los fijos discontinuos inactivos. Aunque ambos están registrados en el SEPE y, en su caso, cobran sus prestaciones o subsidios.
Los empleados en ERTE, que no están trabajando, eran 17.000, que hay que sumar a los 2.862.260. No son muchos. Si embargo, olvidarse de ellos es disfrazar la situación real del mercado de trabajo.
Lo mismo ocurre con los fijos discontinuos inactivos. En enero de este año a pregunta de un senador se descubrió que en diciembre pasado eran 443.078. Empleados que tienen un contrato fijo discontinuo, pero que no están trabajando y, por tanto, están registrados en el SEPE cobrando lo que les corresponda. Es por eso, que algún experto los llama: parados discontinuos.
El SEPE, aunque debería hacerlo, no da su numero mensual. El año pasado a partir de enero ese número descendió hasta el verano, para repuntar en septiembre con un máximo en diciembre porque en su mayor parte la naturaleza de ese contrato se adapta a un proceso estacional. Por ejemplo, un camarero de una zona turística trabaja en temporada alta y está inactivo el resto del año.
Los parados reales serían un 13% de la población activa, el doble de la media de la UE
Podemos suponer que en marzo algunos de esos inactivos ya empiezan a trabajar y, siendo optimistas, que lo hace cerca de la mitad. Quedarían sobre 220.000 fijos/parados discontinuos inactivos que más los del ERTE sumarían, más o menos, un cuarto de millón.
En resumen, los parados reales serían más de 3,1 millones, que es lo que dice la oposición. Un 13% de la población activa, el doble de la media de la UE. Cifra escalofriante en términos relativos.
Si se analizan los números e la Seguridad Social, el Gobierno también tiene razón para sentirse satisfecho. En marzo han crecido 206.410. Buena cifra.
Por tanto, el ministro Escrivá echa las campanas al vuelo. El total de afiliados ha subido hasta 20,37 millones de afiliados.
Aumento real
Pero también es verdad que en enero de este año había 20,23 millones. Es decir, que en este trimestre la Seguridad Social ha aumentado en unos 74.000 afiliados. Si sólo en marzo los afiliados en la hostelería han crecido en 71.800, la realidad es que la creación de puestos de trabajo del primer trimestre de 2023 ha sido en el sector ligado al turismo.
Además, el número de horas trabajadas por semana y por empleado desciende. Lo que quiere decir que hay mucho trabajo a tiempo parcial. Sus cotizaciones sociales son más reducidas.
Encima los salarios crecen menos que la inflación. Por tanto, es dudoso que esas cotizaciones sociales cubran las pensiones de unos jubilados cuya pensión media ya está por encima del salario medio y se revaloriza con el IPC. A pesar del aumento de las cotizaciones, es posible que la Reforma Escrivá no garantice las pensiones.
La estructura de la economía española sigue igual, no se crean puestos en la industria y otros servicios para mejorar el mercado de trabajo y cubrir el déficit de las pensiones ¿Para eso se están invirtiendo los PERTE de New Generation europea?
En resumen, parece que la economía española en 2023 volverá a ser la de siempre. Estacional y veraniega, con un sector turístico motor del PIB y el empleo de poca calidad.
Luego, en invierno vendrán las elecciones y …. Dios dirá.