“Don’t let anybody kid you. It’s personal, every bit of it” El Padrino, Mario Puzo.
La decisión de Ferrovial de trasladar su sede a Holanda no debería ser noticia, ni mucho menos una polémica. Sin embargo, el Gobierno de Sánchez se ha lanzado a una campaña de amenaza, calumnia y hostigamiento sin precedentes. Ferrovial es una empresa que va a seguir invirtiendo, creando empleo y creciendo en España, y -por supuesto- pagando los impuestos sobre la actividad que genera en nuestro país. El propio medio al que se ha filtrado la carta publicó que el impacto fiscal para España del traslado de sede es mínimo.
La carta del secretario de Estado de Economía filtrada a un medio afín al Gobierno es en sí misma una razón para plantearse mover la sede. Una carta que, además, reconoce que Ferrovial tiene razón al trasladar su sede ya que no contradice las razones para mover la sede con el objetivo de cotizar en Estados Unidos, sino que habla de “explorar vías” para intentarlo.
Una empresa no es del Gobierno ni de una nación, es de sus accionistas. El Gobierno no tiene por qué inmiscuirse en las decisiones de una empresa privada y mucho menos lanzar una amenaza explicita a través de medios afines desde una posición más parecida a la de Vito Corleone en El Padrino que un Gobierno de un país democrático y libre.
Patriotismo no es tener la sede en un país. Patriotismo es crear miles de empleos durante años, crear riqueza e invertir en tu país a pesar de todas las trabas que impone el Gobierno. Patriotismo es gestionar una empresa de manera admirable y crear marca España en todo el mundo siendo un ejemplo de gestión y ganar contratos en todo el mundo.
Una empresa no es del Gobierno ni de una nación, es de sus accionistas
Es aterrador que no se haya generado alarma en toda España y titulares en todos los medios ante la amenaza del Gobierno de tomar represalias fiscales contra una empresa solo por mover su sede. Es absolutamente intolerable y refleja la peligrosa deriva intervencionista del Gobierno y evidencia la inseguridad jurídica e inversora que atenaza nuestro país con este Gobierno.
Una empresa que gana un concurso público no “crece al albur del dinero público”, gana un concurso para llevar a cabo una actividad que el estado necesita porque lo hace mejor, más barato y de manera más eficiente que el resto de las empresas que acuden a concurso. Si para el Gobierno recibir dinero público por un contrato fuerza a que la empresa tenga su sede en España, ¿por qué ha asignado miles de millones de contratos públicos a empresas de otros países?
Si para el Gobierno una empresa que gana contratos públicos debe tener la sede corporativa en el país donde gestiona esos contratos, debería reconocer que Ferrovial debe ser una empresa con sede en EEUU o en Reino Unido, que es donde genera más del 54% de sus ingresos.
Alarma que en España se de por sentado que el Gobierno utilizará aleatoriamente la represión fiscal y regulatoria para dañar a Ferrovial, y además demuestra que la inseguridad jurídica es un hecho.
Aterra que el Gobierno se inmiscuya en las decisiones de los accionistas de una empresa con una carta de tono paternalista donde niega lo que cualquier persona en el sector financiero sabe: Que desde España el dual listing en EEUU es prácticamente imposible por su calificación crediticia, lentitud y trabas regulatorias y que en Holanda y otros países de nuestro entorno es mucho más fácil, rápido y seguro.
Si para el Gobierno recibir dinero público por un contrato fuerza a que la empresa tenga su sede en España, ¿por qué ha asignado miles de millones de contratos públicos a empresas de otros países?
En vez de trabajar para hacer de España un país más seguro y confiable que atraiga mayor inversión, lo que hacen es negar la evidencia. La inversión española sigue un 40% por debajo de los ya de por sí pobres niveles de 2018.
La libertad de movimiento de capitales es un pilar esencial de una sociedad libre y trasladar la sede a un país de la Unión Europea no debería ser ni siquiera una anécdota mediática. Si una empresa decide trasladar su sede y nuestro país es confiable, atractivo y seguro, vendrán otras muchas a instalarse en nuestro territorio.
Al utilizar la intromisión, la amenaza, la calumnia, la acusación ad-hominem y la filtración torticera, el Gobierno no evita el cambio de sede de una empresa, pero lanza un terrible mensaje al mundo que hace que muchas otras empresas decidan no instalar su sede en España.
El Gobierno no está defendiendo la ubicación de la sede de Ferrovial, que seguirá invirtiendo y creando empleo en España si les dejan. El Gobierno está dinamitando la entrada de empresas que decidan instalar su sede en España.
La actitud del Gobierno, que ralla en lo mafioso, vuelve a demostrar su visión extractiva y confiscatoria de la economía. Para el Gobierno de Sánchez las empresas son cajeros automáticos a los que expoliar y atacar cuando les interesa políticamente.
El Gobierno debería haber hecho tres cosas:
1.- Reunirse con Ferrovial y todas las empresas que han encontrado barreras para cotizar en “dual listing” en EEUU. Y ponerse a trabajar para eliminar esas dificultades, empezando por la calificación del Reino de España, que depende totalmente de la fiabilidad del Gobierno como pagador. Lo que ha hecho es lo contrario. Ha usado al regulador para negar l que es incuestionable.
2.- Si no hay marcha atrás, recordar al mundo que España recibe con los brazos abiertos a inversores y empresas que se quieran instalar y demostrarlo con facilidades inequívocas para atraer la sede corporativa de empresas. Lo que ha hecho es lo contrario.
3.- Continuar trabajando con Ferrovial para que el porcentaje de actividad de la empresa en España crezca y siga creando todavía más empleo. Ha hecho lo contrario.
Me preocupa enormemente que los ciudadanos españoles interioricen que la reacción del Gobierno es normal. Deberíamos estar indignados ante la demostración de que la falta de seguridad jurídica es una realidad. Me preocupa todavía más que el Gobierno, en vez de reconocer que se ha extralimitado y que el resultado ha sido peor, redoble su amenaza intervencionista.
No olvidemos, y lo repetiré de nuevo, que Ferrovial no va a dejar de crecer y crear empleo en España si le dejan. El Gobierno debería estar orgulloso de que una empresa de talento y capital humano fundamentalmente español con ganas de invertir en España se convierta en una multinacional que cotice en varios países de manera total y se multiplique por el mundo.
Me da mucha tristeza que haya una sola persona en España que justifique la reacción casi-mafiosa del Gobierno. Me temo que las consecuencias serán negativas durante años.
El Gobierno habla de patriotismo. Que se lo aplique. Lo que es profundamente antipatriota es despilfarrar el dinero de los contribuyentes. Anti-patriota es triplicar el agujero de la Seguridad Social y disparar la deuda pública para aumentar el gasto político en 36.000 millones.
Para mí, una empresa con talento español que se expande y crece por el mundo además de invertir en España y crear empleo es enormemente patriota. Cuantas más sigan su ejemplo, más vendrían a España si la seguridad jurídica estuviese garantizada. No es el caso, desafortunadamente.
En su libro “La fatal arrogancia. Los errores del socialismo” Hayek mostraba como los planificadores centrales siempre generan consecuencias devastadoras para la sociedad. La fatal arrogancia del Gobierno en este episodio hace que cualquiera que se estuviese planteando traer su sede a España se lo va a pensar dos veces.
La mejor manera de expulsar talento, inversión y empleo es atacar a los que son un ejemplo de crecimiento y empleo.