La relación de las personas con su desarrollo profesional se ha transformado con la pandemia. En el actual contexto de incertidumbre económica y geopolítica, la transparencia, la accesibilidad o la comunicación se han convertido en una prioridad en las organizaciones y, por tanto, en un reto fundamental para la primera línea directiva de las compañías.
Hoy, la necesidad de que los directivos sean accesibles para los equipos ha aumentado. Y es que, si bien contemplamos una necesidad de empatía por parte de los primeros espadas de las empresas durante la pandemia, ahora los grupos de interés ponen más valor en aspectos como el liderazgo ético, el buen juicio financiero y la búsqueda del bienestar de los empleados. Así se desprende del ‘2023 CEO Leadership Redefined’, un informe que hemos elaborado a partir de cientos de entrevistas a empleados de grandes empresas, inversores y personas con influencia en el ámbito político y público.
Ahora a los CEOs se les pide que se involucren más en relación con temas como el cuidado de la salud de sus empleados o que aborden públicamente temas importantes para el debate público, especialmente cuando esos temas guarden relación con los valores y la estrategia de la empresa. En este contexto, no podemos olvidar que las preocupaciones e inquietudes de los empleados van evolucionando y es fundamental que el compromiso de los CEOs con respecto a ellas se evalúe de manera constante por parte de la organización.
Ahora a los CEOs se les pide que se involucren más en relación con temas como el cuidado de la salud de sus empleados
En este año existe un gran foco en el liderazgo con propósito y honestidad, que se ha convertido en una de las principales demandas de empleados y demás grupos de interés. Esta forma de dirigir pretende construir la autoridad del líder no tanto según su nivel de conocimiento sino de acuerdo con su capacidad de conectar de manera profunda y real con su equipo. Los líderes con propósito son más resilientes, ya que generalmente están más capacitados para desbloquear momentos de indecisión, aportando claridad ante los retos. Además, se guían a sí mismos y a su equipo para hacer aflorar valores, actitudes y comportamientos mucho más estables y duraderos, que funcionan como principios de conducta para afrontar el desafío de la inestabilidad actual.
Tener un propósito claro proporciona a una empresa honestidad, un sentido de dirección y significado, y ayuda a alinear a sus empleados, clientes y grupos de interés en torno a una visión y un objetivo comunes. El propósito también puede proporcionar una poderosa ventaja competitiva, ayudando a diferenciar una empresa de su competencia.
Uno de los principales retos a la hora de poner en práctica el propósito corporativo es equilibrar la búsqueda de dicho propósito con la necesidad de generar beneficios para la sociedad en su conjunto. Se trata a veces de un difícil ejercicio de equilibrio, ya que las empresas deben asegurarse de que operan de una manera financieramente sostenible al tiempo que cumplen con su propósito.
En este camino de búsqueda del propósito corporativo, el CEO tiene un papel protagonista a la hora de implantarlo y llevar a cabo un liderazgo alineado que garantice que éste sea auténtico y creíble. Las empresas deben tener cuidado de no limitarse a adoptar un propósito o liderazgo que esté de moda, ya que es poco probable que sea auténtico, honesto o creíble a los ojos de los colaboradores, los clientes u otros grupos de interés. Deben asegurarse de que el propósito se base en sus valores y refleje el núcleo de lo que es el ADN de la organización y lo que representa.
*** Juan Rivera es senior managing director de FTI Consulting.