La inteligencia artificial generativa ha experimentado un avance vertiginoso en los últimos años, y en particular en los últimos meses. Las grandes empresas tecnológicas compiten incansablemente en la carrera por la innovación en este tipo de sistemas. Las más destacadas en este ámbito están siendo: OpenAI, la empresa responsable de ChatGPT; Microsoft, quien firmó un acuerdo multibillonario con OpenAI que le permite tener exclusividad de acceso a los algoritmos más avanzados de estos últimos en su plataforma cloud, Azure; Google, quien acaba de lanzar el servicio Bard, competidor directo de ChatGPT; y Meta, quien acaba de presentar una nueva versión de su modelo del lenguaje LLaMa y que podrá ser usado tanto con fines comerciales como de investigación de manera gratuita.

Al mismo tiempo que las grandes compañías tecnológicas buscan las inteligencias artificiales más avanzadas que nos permitan ser más eficientes y productivos en nuestro día a día, las empresas tratan de encontrar la mejor estrategia para adoptar el uso de estos sistemas. Tal y como se apunta desde Afi, la inteligencia artificial hará aumentar la productividad laboral a un ritmo medio anual de casi el 3%. Este empuje sería 6 veces superior al ritmo medio registrado entre 2007-2022 (0,5% anual), lo que significaría un crecimiento potencial de la economía española de hasta el 2% anual.

Las tareas entre las que estas herramientas de IA son realmente eficientes se encuentran aquellas vinculadas con la redacción de textos, comprensión lectora y programación. Con su uso podemos automatizar tareas como: realización de resúmenes, clasificación de textos, generación de borradores, traducción de escritos y responder a preguntas sobre diferentes tipos de contenidos. Según otro estudio realizado por Afi, una de cada cuatro tareas realizadas por los trabajadores españoles podría acortarse al menos en un 50% gracias a tecnologías como ChatGPT y a las potenciales innovaciones que surjan a su alrededor.

Entre los sectores más afectados se encontrarían las actividades financieras y los seguros; las actividades profesionales (como la consultoría de gestión empresarial) y las tecnologías de la información y comunicaciones (donde se enmarca la programación y la consultoría informática). Por otro lado, los trabajadores del sector primario, así como los de las industrias extractivas y manufactureras, y la construcción serían los menos afectados.

Los trabajadores del sector primario, así como los de las industrias extractivas y manufactureras, y la construcción serían los menos afectados

Pero las inteligencias artificiales generativas presentan varios retos que empresas y usuarios tendrán que enfrentar para adaptarse a su uso de un modo responsable. Entre estos retos los más importantes son:

• Justicia e imparcialidad: los modelos pueden contener sesgos debido a la imperfección que pueden tener los datos.

• Propiedad intelectual: el uso de contenidos protegidos para el entrenamiento de estas herramientas de IA puede generar reclamaciones a sus creadores. Además, surge la pregunta de quién es el dueño del contenido generado por IA.

• Privacidad: sistemas de control se deberán implementar para evitar que el contenido generado pueda tener datos personales que pudieran haberse usado durante el entrenamiento de la IA.

• Comunicación: para distinguir el contenido generado por IA del real se deberán implementar sistemas de marcas de agua y así evitar su uso engañoso en informaciones que aparecen en noticias.

• Explicabilidad: la IA generativa es construida con algoritmos que tienen millones de parámetros, dificultando explicar su funcionamiento.

• Fiabilidad: sistemas como ChatGPT sufren del fenómeno de las alucinaciones, cuando producen salidas realistas pero falsas.

• Sostenibilidad: el entrenamiento de la IA demanda altas cantidades de energía y, por consiguiente, genera un impacto medioambiental en forma de emisiones de carbono.

Para evitar algunos de estos problemas y abordar otras cuestiones, la UE acaba de publicar la primera normativa sobre IA, donde se regula el uso y construcción de estos sistemas. Se espera que esté lista a finales del presente año.

*** José Manuel Rodríguez, profesor de Afi Escuela.