Enfrascados los españoles en su laberinto político y el resto de los europeos en la guerra Rusia/Ucrania, el polvorín subsahariano no está teniendo la debida atención.
El golpe de Estado de Níger está en los medios de comunicación. Pero no al nivel de su importancia. Es un nuevo gobierno militar que sigue a los ya establecidos en Mali y Burkina-Faso. Dos regímenes que ya han dado su apoyo al nuevo presidente nigeriano, general Tchiani, lo mismo que Guinea Cronaky. Mientras, el resto del CEDEAO -a la que pertenecen 15 países del África subsahariana occidental- apoyan al anterior presidente elegido democráticamente. Eso deja esa zona dividida en dos zonas: los partidarios de la democracia y los partidarios de los regímenes militares.
Se trata de un síntoma del declive del “Imperio Francés” subsahariano. En las “antiguas colonias” francófonas: se habla en el idioma galo; sus élites estudian en París; su ejército, legión extranjera incluida, está estacionado allí y, hasta ahora, decide muchos de los cambios políticos y es el encargado de ayudar a combatir el terrorismo islamista del Sáhara; sin olvidar, que una parte importante de su PIB está en manos de empresas francesas.
De hecho, Francia es el único país europeo que sigue teniendo un imperio es esa zona, aunque lo disimule. Por eso gran parte de los migrantes que proceden de allí anhelan acabar en la antigua (¿o actual?) metrópoli.
Una metrópoli que su estrategia energética se basa en la de origen nuclear. Una estrategia que le ha hecho relativamente inmune a la dependencia del gas ruso.
El golpe de Estado de Níger está en los medios de comunicación. Pero no al nivel de su importancia
Níger produce Uranio. La empresa francesa Orano (antes Areva) es la principal inversora en la explotación de ese mineral. Es un país pobre, el 80% de sus exportaciones son minería, en gran parte
Lo significativo es que en países como Malí o en el mismo Níger, las tropas francesas están siendo sustituidas por los mercenarios de Warner, que desde hace unas semanas dependen, de alguna manera, del Ministerio de Defensa (o debería llamarse “de la Guerra”) del Gobierno de Putin. La misión de estas tropas es ayudar a combatir el terrorismo yihadista sustituyendo como asesores a las tropas francesas. En la manifestación popular a favor del golpe de Estado, los habitantes de Niger gritaban: ¡Viva Rusia, muera Francia!
Si Rusia sustituye a Francia como “Metrópoli” en la sombra, Francia será más dependiente de las decisiones de Putin en materia energética. Es algo que ha pasado desapercibido en la opinión pública occidental. Pero de lo que los expertos en geopolítica-economía son conscientes.
Por tanto, Putin tiene otra guerra en el tablero de su pelea con la OTAN y concretamente con la UE. Puede parecer poco importante, pero cuando Aníbal estaba a las puertas de Roma, Publio Escipión (el africano) atacó las bases hispanas de los cartagineses. Una vez derrotó a Asdrúbal en la península y corto el suministro a Aníbal estuvo en condiciones de combatirlo.
La situación actual no es similar a la de entonces. Francia no está directamente implicada en la guerra de Ucrania, pero está en la OTAN, el principal apoyo de Zelensky.
Francia no está directamente implicada en la guerra de Ucrania, pero está en la OTAN, el principal apoyo de Zelensky
Según las estadísticas, aunque la producción de uranio de Níger estuvo en declive en los últimos años, Francia importó en 2021 gran parte de este mineral de su antigua colonia.
El interés mundial por el uranio bajó en los años posteriores a los accidentes en las centrales ucraniana (Chernobyl) y japonesa (Fukushima). Con la canciller Merkel Alemania anunció que cerraría sus centrales. Sin embargo, el año pasado la UE declaró “verde” a la energía de origen nuclear. Por lo que el interés sobre su minería puede volver a resurgir. Las mayores reservas del mundo están en Kazajistán y el mayor productor es Canadá.
Por tanto, aunque es posible que Francia pueda compensar sus importaciones sin problemas, lo que hace Putin es un aviso.
A pesar de que la guerra principal de Putin está en sus propias fronteras no se olvida del resto del mundo. En la medida que pueda intentará mover peones a nivel mundial para incomodar a sus enemigos.
Incluidos los conflictos locales más inverosímiles (¿el 'procés' por ejemplo?).