En el ajedrez político se ha movido un alfil. Vox renuncia a entrar en el Gobierno si Feijóo consigue la investidura. Movimiento táctico interesante.
El PSOE se ha puesto nervioso. Sus voceros insisten en que el PP se olvide de ensoñaciones. Muestra de que no contaban con la imaginación gallega y la complejidad de la política española.
Coalición Canaria ha dicho que, si Vox no está en el Gobierno, podría votar a Feijóo. La suma de votos a favor de Feijóo sería de 172 (137 PP + 33 Vox + 1UPN + 1CC).
Insuficientes para la mayoría absoluta de Feijóo en la primera votación de la investidura. En la segunda “con más nos que síes” tampoco le valdrían. Todos los demás juntos, de los que Sánchez alardea como aliados, suman 178; incluidos los de Junts per Cat.
Entonces ¿por qué el nerviosismo del PSOE?
Coalición Canaria ha dicho que, si Vox no está en el Gobierno, podría votar a Feijóo
Porque hay 5 diputados del PNV que teóricamente son de derechas y podrían ser decisivos.
Sí se abstuvieran en la segunda votación de la investidura quedaría 172 a favor de Feijóo y 173 en contra. Tampoco saldría elegido Feijóo.
Pero Feijóo sería investido, sí el PNV votara a su favor, incluso en la primera votación (177 frente a 168).
El Euskadi Buru Batzar (EBB), el órgano de gobierno del PNV, ha dicho que no votará a Fejjóo después de que Vox renunciara al gobierno.
¿Hay alguna razón para pensar que el PNV puede cambiar de postura?
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Al Conde de Romanones, diputado de la restauración, se atribuye la frase de que en política: “y cuando quiero decir jamás, quiero decir hasta esta misma tarde”.
No sería la primera vez. En la moción de censura que elevó a Sánchez a la Moncloa, Rajoy se enteró del cambio de voto del grupo parlamentario del PNV en el Congreso sobre la marcha. Rajoy dejo la Moncloa y Sánchez inició su mandato.
¿Por qué el EBB cambió el voto a favor de Sánchez y contra Rajoy en 2018? Difícil saber la verdad.
Hay “teorías de la conspiración” sobre ello. Leyendas que entran en el campo de la imaginación febril. No se puede afirmar que sean verdad. Son sólo un ejercicio de “política-ficción”. Nadie les achaque nada más.
Una de ellas era que: la política energética del Gobierno Rajoy fue perjudicial a los intereses de la empresas eléctricas; por tanto, a los de Iberdrola. Iberdrola tiene su “sede social” en Bilbao, muchas relaciones con los dirigentes del PNV y es, probablemente, el mayor contribuyente de la hacienda foral de Vizcaya ¿Pudo influir en la postura del EBB?
¿Por qué el EBB cambió el voto a favor de Sánchez y contra Rajoy en 2018? Difícil saber la verdad
En el Gobierno Sánchez no es sólo Iberdrola la perjudicada como empresa eléctrica, también la banca. Los impuestos especiales son sobre ambos sectores. Pues bien, el BBVA también tiene la sede social en Bilbao y paga sus impuestos en la Diputación Foral de Vizcaya.
Reconozco que es una teoría retorcida. Pero ¿por qué no suponer que ambas entidades puedan insinuar al EBB que le conviene reconsiderar su postura para una hipotética investidura de Feijóo?
Es difícil que el Gobierno Feijóo trate a eléctricas y bancos peor que el de Sánchez. Además del tema fiscal el Gobierno PSOE/AP los ha vituperado como “depredadores económicos”.
De manera que una insinuación de Iberdrola y el BBVA al EBB sería una baza a favor de los intereses de eléctricas y bancos. Un favor político a sí mismos. Pero también a la gobernabilidad de España.
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Porque es más viable una legislatura con un gobierno del PP en solitario que tiene que negociar sólo con cuatro grupos parlamentarios (PNV, UPN, CC y Vox) todos de derechas.
Mientras que el Gobierno de PSOE/Sumar lo tiene que hacer con todos los grupos parlamentarios, excepto PP y Vox, (PNV, CC, Bildu, ERC, Junt per Cat, BNG). Grupos con ideologías dispares y algunos independentistas.
La resistencia del PNV a votar a Feijóo no es sólo ideológica, no quiere darle votos a Bildu bazas para la próxima elección a Ajuria Enea. Pero, tratándose del PNV “Madrid bien puede valer una misa”.
De manera que: Iberdrola y BBVA, con un cambio de voto del PNV, tendrían un favor a sí mismos y a la gobernabilidad de España. Pero es sólo una teoría propia de calenturientas imaginaciones veraniegas y sería negada por todos sus protagonistas. Sería una de las condiciones para su éxito.
** J. R. Pin Arboledas es profesor del IESE.
