La diversidad genera riqueza en las organizaciones, la atención a las diferentes realidades sociales hace que las empresas seamos más ágiles, abiertas y globales, y por tanto nos hacen ganar competitividad.
Vemos la vida como somos, no como es. Siendo diversos tenemos más puntos de vista y matices, lo cual nos hace interpretar mejor la realidad que nos rodea. Para lograrlo debemos ir evolucionando en el paradigma de la incorporación de talento, y ver la integración de personas de diferente edad, capacidad, raza, nacionalidad, sexo, orientación sexual o creencias de todo tipo, como la estrategia correcta para moverse adecuadamente por el siglo XXI.
Pero no es suficiente, la diversidad debe estar complementada con robustas políticas de igualdad de trato. Reglas claras y transparentes que hagan saber a toda la organización y a sus grupos de interés, que en la empresa se valora y premia el desempeño profesional y se prima la capacidad de esfuerzo, de trabajo y el compromiso con el propósito de la organización.
Estos deben ser los ejes que marquen la diferencia de trato en una empresa, la capacidad de una persona de crear y aportar valor a la actividad, fomentando el trato igualitario por cualquier otro criterio. Las personas deben ser tratadas por igual por el hecho de ser personas, independientemente de las cosas que puedan diferenciarlas y que no tengan que ver con su rendimiento en la actividad profesional.
Estas son las bases de los planes de Igualdad y Diversidad, cuyo objetivo es fomentar la diversidad y el trato igualitario por estas causas. Las personas que ocupan posiciones iguales en una empresa, deben cobrar lo mismo, independientemente de su sexo, raza o creencias. La valoración del puesto de trabajo debe ser igual para todos y las condiciones económicas las mismas. Utilicemos las retribuciones variables para premiar el desempeño de cada persona, pero las retribuciones fijas asociadas la descripción del puesto de trabajo no deben tener doblez.
Si bien es cierto que el Real Decreto-ley 6/2019 de medidas urgentes para la garantía de la igualdad de trato y de oportunidades para hombres y mujeres en el mercado laboral se convirtió en un importante impulso para la implantación de políticas con las que mitigar la brecha de género en el trabajo, en la actualidad, los planes de igualdad han dejado de ser una media puntual en las empresas. Todo lo contrario.
La equidad en las organizaciones ha llegado para quedarse. A estas alturas, nadie duda de la apremiante necesidad de aplicar políticas de igualdad y diversidad en el entorno laboral. De hecho, desde marzo de 2022, los Planes de Igualdad son obligatorios para todas las empresas con más de 50 empleados y, por tanto, un pilar estratégico para el crecimiento sostenible. Sin embargo, esta obligatoriedad no es suficiente por sí misma. Según los datos del Ministerio de Trabajo, solo una de cada tres empresas españolas tiene actualmente registrado un plan de igualdad en el REGCON, una cifra que se reduce a menos del 30% en el caso de las empresas de Castilla y León.
Estos números reflejan la importancia de que las compañías de todos los tamaños comprendan el valor de asumir este proceso como prioritario dentro de su cultura empresarial; pues la igualdad y diversidad en el entorno laboral debe ir acompañada de un propósito empresarial porque, si no, se quedará en un simple cumplimiento normativo y no avanzaremos.
En el caso de Galletas Gullón, estamos especialmente comprometidos con las áreas que el Ministerio de Trabajo ha definido como estratégicas de cualquier Plan de Igualdad y Diversidad. Prueba de ello es que hemos firmado un protocolo con la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León para avanzar en la inserción laboral de mujeres en el ámbito rural, promover la equidad y prevenir la violencia de género; y hemos ratificado el Charter Europeo de la Diversidad. Un proyecto impulsado por la Comisión Europea y el Ministerio de Igualdad con el que la galletera se adhiere a diez principios para garantizar la igualdad y diversidad; avanzando hacia una plantilla en la que se promueve la inclusión de todos los colectivos.
Hemos establecido acciones concretas para avanzar en materia de igualdad y diversidad en todos los niveles de la compañía, desde procesos de selección y promoción transparentes y libres de discriminación, pasando por formaciones que potencien las habilidades de la plantilla, extendiendo nuestro compromiso a la cadena de proveedores.
Promovemos, además, procesos de promoción justos entre los distintos grupos profesionales, puestos y niveles, en base a criterios como los méritos o el desempeño de funciones, y formamos parte de los programas PEMCyL e ioEMPRESAS, desarrollados por la Junta de Castilla y León. Todo ello ha permitido que una empresa familiar como Galletas Gullón haya recibido el distintivo Óptima Castilla y León en reconocimiento a su compromiso con la equidad al adoptar de forma voluntaria medidas y buenas prácticas para la organización del trabajo.
Nuestro compromiso da un paso más y cristaliza ahora en la inscripción de nuestro II Plan de Igualdad y Diversidad de Galletas Gullón en el Registro de Convenios y Acuerdos Colectivos de Trabajo, porque con cada acción en pro de la igualdad y diversidad en nuestra compañía, estamos consiguiendo un entorno laboral más equitativo. El reto que tenemos ahora es no dejarnos a nadie fuera.
***Paco Hevia es director Corporativo y responsable de las políticas de Recursos Humanos en Galletas Gullón.