“The hand of fate is on me now, it pick me up and knock me down” Mick Jagger.
El acuerdo del PSOE con ERC es una de las muestras más vergonzosas de lo que puede hacer un partido con tal de mantenerse en el poder a cualquier precio. Como explicaba EL ESPAÑOL, el acuerdo adopta toda la narrativa separatista y concede todavía mayores privilegios a una comunidad rica a costa de las más pobres.
El PSOE no solo firma que en Cataluña hay un “conflicto” entre “legitimidad popular y constitucional” sino que avala la amnistía a malversadores y deslegitima a las instituciones del estado con el subterfugio de la “desjudicialización”. El concepto de legitimidad popular es en sí mismo la destrucción del Estado de Derecho, y encumbra al poder político por encima de todos los contrapesos y de la ley, dotando de poder para saltarse el ordenamiento jurídico con impunidad siempre que sea necesario para mantenerse en el poder.
Este acuerdo entroniza la inseguridad jurídica y la aleatoriedad política en todos los aspectos. No solo destruye el Estado de Derecho en el terreno legal, dinamitando la labor de jueces y fuerzas de seguridad, avalando la visión de que el estado español es un ente represor y antidemocrático junto a toda la narrativa victimista y expoliadora del separatismo, sino que introduce el premio a la irresponsabilidad fiscal y avala la inseguridad jurídica.
Esquerra anunció que el acuerdo incluye amnistía a los CDR los líderes de Tsunami Democràtic acusados de terrorismo y vandalismo. Convierte en impune la destrucción de la propiedad y el ataque a las infraestructuras “por razones políticas”.
El acuerdo incluye una “mesa de diálogo” con un “verificador” internacional, asumiendo la falsedad de que la Generalitat y el Gobierno de España son dos instituciones equiparables y diferenciadas, dos estados que negocian.
Este acuerdo entroniza la inseguridad jurídica y la aleatoriedad política en todos los aspectos
El PSOE, representando al Gobierno en funciones, además ha pactado con ERC asumir 14.662 millones de deuda de Cataluña y ceder la competencia de Cercanías, dos cosas que negaron rotundamente la ministra de Hacienda, dos días antes de publicarse, y la ministra de transportes.
Ya estamos acostumbrados a la mentira constante en la acción de Gobierno, pero en este caso la hemeroteca debería generar vergüenza entre los votantes del PSOE. Negaron la amnistía, la condonación de deuda y la transferencia de Cercanías y ahora, además de aprobarlo todo, adoptan todo el mensaje independentista. Dice Illa que tienen que hacer lo que sea para evitar que gobierne la derecha y la ultraderecha y, con esa endeble excusa, traiciona a los que votaron al PSC para quitar poder al independentismo y a toda España destruyendo la seguridad jurídica y el Estado de Derecho.
La decisión de condonar parte de la deuda de Cataluña es una enorme mentira y una traición a la igualdad ante la ley.
La condonación de deuda a Cataluña de Sánchez es la mayor transferencia de riqueza de las comunidades pobres a una comunidad rica de la historia de la democracia.
Bienvenidos a la redistribución negativa progre.
La decisión de condonar parte de la deuda de Cataluña es una enorme mentira
El acuerdo afecta al endeudamiento con el Estado y, según el texto será "extensible" a otras comunidades… Pero no ocurre. Adicionalmente, el amor por la burocracia sale a la luz de nuevo y se creará una empresa al 50% con el Gobierno para que la Generalitat gestione Rodalies.
No existe el concepto de quita de deuda autonómica. Toda la deuda que se “condona” se le transfiere al resto de comunidades. La Generalitat se ahorrará 1.300 millones de euros en pagos de intereses, pero ese coste lo absorben las comunidades más pobres sujetas al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y supondrá mayores impuestos, más deuda y más pobreza.
Es todavía peor. El PSOE afirma que ese acuerdo será extensible al resto de comunidades incluidas en el FLA, lo que supone varios incentivos perversos.
Se premia a las comunidades autónomas más endeudadas y menos solventes para penalizar a las que no se acogieron al FLA y pasarle ese exceso de coste a los que sí han cumplido.
El PNV debe estar muy contento. Los ciudadanos vascos asumirán la deuda de las comunidades más irresponsables fiscalmente… y el PNV se creerá que no les va a afectar.
Este acuerdo, además, hace que el riesgo real de la deuda española sea mucho mayor, al eliminar la condicionalidad y necesidad de ajustes para hacer la deuda regional y nacional sostenible. Se convierte en un enorme incentivo perverso para aumentar masivamente los desequilibrios fiscales ya que al final lo asumirá un estado que ya es deficitario y que tiene una seguridad social insostenible añadida.
Cualquier persona que lea este acuerdo puede entender que es una irresponsable transferencia de los excesos de las comunidades más despilfarradoras a los bolsillos de los contribuyentes.
Que la Comisión Europea no intervenga ante una aberración como esta, que va en contra de todos los criterios de prudencia y sostenibilidad de la deuda, es alucinante.
Que el Banco Central Europeo blanquee semejante acuerdo, que incentiva el exceso de deuda y penaliza a los que gestionan bien sus cuentas, es insultante.
Además, la mentira del déficit fiscal de Cataluña –lo que los separatistas consideran que pagan de más al resto de España- ha sido adoptada por el PSOE para mantenerse en el poder. La realidad es que es la Comunidad de Madrid la que tiene un mayor déficit fiscal, más del doble que Cataluña, aporta el 75% del fondo de solidaridad regional y encima el PSOE quiere volver a perjudicar masivamente a Madrid y a las comunidades que no están en el FLA pasándoles la deuda que asuma de otras comunidades.
Esta gente que se pasa el día llamándose a sí mismos progresistas han firmado un acuerdo que acentúa medidas regresivas, perjudica a los más pobres y a los fiscalmente responsables, y penaliza masivamente a los contribuyentes. Es una vergüenza de tal calibre que lo único que pueden decir es que hay que aprobarlo para evitar que gobierne la derecha… pactando con la derecha separatista. El PSOE certifica el robo institucional.