Dicen que quién a los 19 años no es revolucionario de extrema izquierda, a los 21 años de izquierda, a los 30 socialdemócrata, a los 50 liberal de centro y a los 60 conservador, no es razonable. En particular en economía.
¿Es posible esa evolución en el Gobierno Sánchez? La parte socialista del Gobierno mira con recelo las políticas “izquierdosas” de la vicepresidenta Díaz.
Era evidente la discrepancia de las dos vicepresidentas (Calviño (ex) Vr. Díaz) respecto a los dos emblemas del izquierdismo anticapitalista del Gobierno anterior: los impuestos especiales a la banca y a las eléctricas.
Bastó un anuncio de Repsol, indicando que se va a pensar las inversiones en España, para que el Gobierno insinúe que puede retirar el impuesto a las empresas energéticas.
Ese impuesto se justificó con aquello de los “beneficios caídos del cielo” durante la subida de los precios de los combustibles. Si la justificación era esa, ya no se sostiene. Además, el impuesto tenía defectos técnicos en su diseño y tampoco acabó recaudando las cantidades esperadas.
El impuesto tenía defectos técnicos en su diseño y tampoco acabó recaudando las cantidades esperadas
Ahora, cuando la subida de tipos de interés devuelve la rentabilidad a la banca, Moncloa dice que es posible que reformule, o se retire, el impuesto extraordinario a las entidades financieras.
El sistema bancario español es el torrente circulatorio de nuestra economía. España tiene unos servicios bancarios avanzados. Es más útil al ciudadano que sea más eficiente, que baje sus costes y, por tanto, los de sus servicios, que la recaudación de unos impuestos que al final se repercuten en ese ciudadano vía aumento de precios.
No es que el Gobierno Sánchez se esté volviendo de derechas en estos dos temas, es que se está volviendo realista. Ya está en el poder. Ahora se trata de seguir en él. Para ello la economía debe funcionar. Y eso lo hacen las empresas, las grandes en particular. Por eso Sánchez invita a sus dirigentes a Moncloa.
Pero esa no es la única noticia de moderación del Gobierno Sánchez en economía. La vicepresidenta Díaz anuncia que la subida del SMI (Salario Mínimo Interprofesional) puede que se retrase; que no se anuncie por decreto, como los años pasados. Prefiere esperar para que haya un acuerdo entre los “agentes sociales”; entre los sindicatos y la CEOE con la presencia del ministerio de trabajo. Una práctica más bien conservadora que revolucionaria.
¿Se está haciendo el Gobierno Sánchez de derechas en economía?
No. Para que hubiera un giro a la derecha en economía del Gobierno Sánchez se deberían producir dos anuncios básicos:
1.- La deflación de los tramos de los impuestos, reduciendo las cargas a las clases medias.
2.- La desaparición del impuesto sobre el patrimonio, una de las banderas básicas de una política fiscal conservadora.
El sistema bancario español es el torrente circulatorio de nuestra economía
También se tendría que reducir el gasto público para disminuir el déficit fiscal. Pero no hay que engañarse, ni el centro, ni la derecha, ni los liberales, ni los conservadores, reducen el gasto de las Administraciones Públicas. En España no lo han hecho nunca. El paladín de la derecha durante muchos años, el Sr. Fraga Iribarne, era más partidario del Estado como gestor, que muchos socialistas. Él hubiera aplaudido la entrada de la SEPI en Telefónica, una medida regresiva, casi franquista, en una economía liberal.
De manera que aún no se puede decir que la política económica del Gobierno de Sánchez se derechiza. Pero sí que tendrá que ser más realista si quiere mantenerse en el poder.
Aún quedan ramalazos de izquierdismo ideológico en economía, como la anunciada reforma del subsidio de paro. Pero si se cumpliera que después de tres rechazos de propuestas de trabajo esos subsidios decayeran, habría entrado el realismo. Una de cal y otra de arena. Una de izquierdismo ideológico y otra de realismo económico.
El nombramiento de la persona que sustituya a la vicepresidenta Calviño, y el poder que se le dé, será un dato más en la balanza realismo económico vs. izquierdismo ideológico. Calviño daba seguridad en Europa y realismo en España ¿Podrá hacerlo su sustituto/a? De momento, de dos candidatos similares, Campa y Vergara, algún medio dice que han declinado el reto. Esperemos, …
** J. R. Pin Arboledas es profesor del IESE.