Imagen de archivo del presidente de la Fed, Jerome Powell, durante una rueda de prensa.

Imagen de archivo del presidente de la Fed, Jerome Powell, durante una rueda de prensa. Fed / EP

OPINIÓN MERCADOS

El dilema de la Fed

14 febrero, 2024 02:30

Sin duda, una de las citas más excitantes de este arranque de año han sido las primeras reuniones de los bancos centrales y, de entre ellas, la de la Reserva Federal. Buena parte del  mercado esperaba ya un recorte de los tipos, pero la reunión terminó sin cambios en el nivel objetivo de los Fed funds y sin muchas novedades.

No obstante, en una entrevista que mantuvo el presidente Powell unos días más tarde dejó muy claro que "casi todos" los miembros del Comité creen que el banco central de Estados Unidos votará por un recorte de tipos en algún momento de 2024, aunque las bajadas serán menos intensas y más espaciadas de lo que espera el mercado en estos días.

Me parecen especialmente interesantes los mensajes de un presidente firme en sus convicciones, confiado en la economía, impertérrito en lo que a elecciones se refiere y decidido en lo que un banquero central tiene que hacer, que es vigilar los precios.

¿Por qué no han empezado a bajar tipos ya? Porque la realidad es que Estados Unidos goza de una economía fuerte. El crecimiento sigue siendo “sólido”.

El mercado laboral está como nunca, con tasas de desempleo o en mínimos o cerca de mínimos históricos, la inflación está bajando, pero el ciclo aun no empieza a dar síntomas de desaceleración.

¿Por qué no han empezado a bajar tipos ya? Porque la realidad es que Estados Unidos goza de una economía fuerte

Lo cierto es que los indicadores tradicionales que miramos todos para evaluar la posibilidad de recesión son:

La pendiente de la curva y, en particular, la diferencia entre los tipos de interés a corto y largo plazo. Esta magnitud, generalmente, la medimos por la diferencia entre la Tir del bono a diez años y la del bono a dos años del gobierno, y se suele tomar como proxy de la situación económica.

Una curva de rendimientos invertida, en la que los tipos a largo plazo son más bajos que los tipos a corto plazo, ha precedido históricamente a las recesiones. Desde marzo de 2021, más o menos, que empezó a bajar la pendiente desde los 150 hasta los -100 puntos; ahora la curva esta menos negativa, pero sigue indicando recesión.

El sentimiento de los consumidores y las empresas. Las encuestas y los índices que miden la confianza de los consumidores y las empresas pueden proporcionar información sobre las expectativas económicas. Un descenso de la confianza puede indicar un debilitamiento de las condiciones económicas.

Y aquí tenemos casi de todo… porque dependiendo del índice que mires todo cambia mucho. En cuanto a la confianza empresarial, mejor la del sector servicios que la del sector manufacturero y, en lo que respecta a la confianza de los consumidores, datos dispares, pero uno nunca puede desdeñar la capacidad del consumidor americano para, con un dinero que no tiene, comprar cosas que seguramente no necesita.

Los indicadores del mercado laboral. Las tasas de desempleo, las cifras de creación de empleo y el crecimiento de los salarios son más retrasados, pero su salud está fuera de duda. Podríamos decir que la situación del desempleo norteamericano es la definición canónica de "paro friccional".

Las tasas de desempleo, las cifras de creación de empleo y el crecimiento de los salarios son más retrasados, pero su salud está fuera de duda

Otros indicadores económicos adelantados como la construcción de viviendas, la actividad manufacturera y las ventas minoristas, se consideran indicadores adelantados que pueden señalar cambios en el ciclo económico y, de todos, los que me preocupan particularmente son los del sector residencial. Que va por sectores y por estados.

En otras circunstancias, yo diría que la Fed ya habría avanzado al mercado algún mensaje más contundente a finales del año pasado y este enero bajado los tipos un cuarto de punto para, de manera suave, ir regularizando la política monetaria; pero necesitan ver que, efectivamente, estamos al final del ciclo y no en el medio como todo parece indicar.

Es difícil, pero hay que poner en ambos platos de la balanza el riesgo de bajar demasiado pronto frente al riesgo de hacerlo demasiado tarde y ajustar la política monetaria más en tiempo real que nunca.

Seguramente si el mercado laboral afloja o si la inflación baja realmente, todo se precipitará; pero si la inflación es "persistente", como lo está siento hasta ahora, todo se retrasará.

El mantra oficial sigue siendo que los precios tengan ese nivel de largo plazo del 2%, que es casi un estándar entre los bancos centrales, así que bajar demasiado pronto podría disparar de nuevo la inflación y hacerlo demasiado tarde puede despertar el fantasma de la recesión.

De lo que no me cabe ninguna duda es de que Powell, haga lo que haga, siempre tendrá la razón.

***Alvaro Galiñanes Franco es director de Inversiones de Santander Private Banking Gestión.

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