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La tribuna

Configuración institucional: el arte de gobernar empresas sostenibles

Luis Huete Antonio Núñez
22 febrero, 2024 02:12

“No podemos dirigir el viento, pero podemos ajustar las velas” - Aristóteles

En el complejo tejido empresarial, la sostenibilidad y competitividad no solo se forjan en la arena de los factores externos, sino también en la esencia misma de la empresa: su configuración institucional. Como destacados pensadores empresariales, compartimos la visión de que la propiedad, su estructura y el modelo de gobierno son elementos cruciales para el éxito sostenible de una empresa.

La danza de la propiedad: ¿activo o pasivo?

Como en una obra maestra, la propiedad de una empresa puede ser su mayor activo o la peor pesadilla. La configuración institucional, inspirada en un propósito claro, busca reducir la probabilidad de convertirse en esta pesadilla y aumentar la posibilidad de que sea un activo valioso. La propiedad, como sistema vivo, engloba elementos mecánicos y orgánicos, aportando valor cuando la interdependencia constructiva entre ambos crea una sinfonía de progreso.

Asumir que todos los propietarios comparten la misma visión de continuidad es un error. Grupos como los private equity, fondos activistas y propietarios desconectados pueden desencadenar decisiones que afectan la sostenibilidad a largo plazo. La configuración institucional emerge como un escudo protector, buscando accionistas estables y creando acciones con derechos políticos diferenciados para preservar la continuidad.

El consejo de administración: más que independencia

En este ballet empresarial, los consejeros son los bailarines que definen la armonía. Más allá de la independencia técnica, la configuración institucional debe procurar buenos consejeros: competentes, comprometidos y alineados con el futuro de la empresa. Identificar palancas de poder, comprender estatutos, gestionar sucesiones y evaluar el desempeño son parte de su danza estratégica.

Gobernar y dirigir: el arte de la complementariedad

Dirigir es entregar resultados a corto plazo, mientras gobernar es cuidar la salud a largo plazo de la empresa. Ambos, dirigir y gobernar, son distintos pero complementarios. La configuración institucional debe tejer una sinfonía entre el comité de dirección y el consejo de administración, donde la propiedad y la alta dirección colaboren en responsabilidades compartidas, respetándose en áreas específicas.

Recomendaciones finales: ajustando las velas para el futuro

La evaluación constructiva de la configuración institucional, guiada por expertos, es clave para la sostenibilidad. Identificar mejoras en la propiedad, alinearla con el equipo directivo y gestionar sesgos cognitivos disfuncionales son elementos esenciales. La estructura de propiedad y la identificación de accionistas no deseables deben ser parte integral de esta revisión.

En este diálogo empresarial, la sostenibilidad y la propiedad bailan juntas, recordándonos que la interdependencia entre variables es una llamada a gestionar esa relación para que la resultante sea simbiótica. En este escenario, las ideas presentadas sirven como partitura para la construcción de empresas sostenibles y competitivas en el arte de la configuración institucional.

*** Antonio Núñez, senior partner de Parangon Partners y Luis Huete, profesor del IESE Business School.

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