“The drink will flow and blood will spill” Phil Lynott.
Vivimos en la época de la propaganda y la mentira, y el Gobierno repite sin parar que su gestión de la economía es excepcional. La realidad es muy diferente.
No, España no va como una moto. Si miramos la gestión económica del Gobierno de Sánchez entre 2019 y 2023 es inequívocamente la peor de todos los países de la Unión Europea. Las políticas de Sánchez han dejado un empobrecimiento equivalente a 3.500 euros por español. Ha dejado España a la cola en evolución del PIB y del empleo en ese periodo con el tercer mayor aumento de deuda pública, además de dejarnos como el segundo peor país en aumento de presión fiscal y poder adquisitivo.
España es el país de la Unión Europea con peores resultados económicos entre 2019 y 2023. El indicador de gestión económica 2019-2023 refleja el desastroso efecto de las políticas de Sánchez, según el estudio del Instituto Juan de Mariana usando datos oficiales.
Si analizamos los elementos del indicador de gestión económica, el fracaso de las políticas socialistas es evidente.
Las políticas de Sánchez han dejado un empobrecimiento equivalente a 3.500 euros por español
El crecimiento del PIB entre 2019 y 2023 sitúa a España en el número 22 del ranking europeo, con una evolución del PIB que se sitúa más de un 50% por debajo de la media europea. Adicionalmente, como hemos explicado en esta columna varias veces, esa desastrosa recuperación del PIB viene dopada por gasto público, porque la inversión (formación bruta de capital fijo) ha caído un 5% entre 2019 y 2023, el consumo solo ha repuntado un 0,1% y el sector exterior solo aporta un mísero 0,5%, según el INE.
El desempeño 2019-2023 es especialmente sangrante comparado con Portugal o Grecia, que se sitúan en puestos mucho mejores. Grecia en el 17 en cuanto a evolución del PIB y en el número uno en cuanto a mejora del paro. Portugal en el puesto 14 en evolución del PIB y 17 en mejora del paro. España se queda en el puesto 22 y 18 respectivamente.
El 90% de la reducción del paro entre 2019 y 2023 se explica por el maquillaje estadístico del Gobierno, con la reclasificación de los contratos de obra y servicio y estacionales a fijos discontinuos. Así, se han pasado parados oficiales a demandantes de empleo con relación laboral.
Cuando medimos el paro efectivo, encontramos que la caída del paro entre 2019 y 2023 ha sido de apenas un 1,4%. Es todavía peor: el paro efectivo en diciembre de 2019 era de 3.464.921 (paro oficial 3.163.605 y demandantes de empleo con "relación laboral" incluidos fijos discontinuos inactivos, 301.316) y el paro efectivo en enero de 2024 ha sido de 3.546.206 (paro oficial 2.767.860, demandantes de empleo "con relación laboral” incluidos fijos discontinuos inactivos, 778.346).
El 90% de la reducción del paro entre 2019 y 2023 se explica por el maquillaje estadístico del Gobierno
Récord de maquillaje de desempleo. Grecia (puesto 1), Italia (puesto 5) y Portugal (puesto 14) ponen en ridículo la propaganda del gobierno sobre el empleo en España (puesto 18).
Sánchez además nos ha empobrecido a todos. La renta per cápita en paridad de poder adquisitivo cae un -5,5% de 2019 a 2023. Así, la brecha de renta que separa a España de la media de la Unión Europea ha crecido de 9 a 14 puntos porcentuales, según Eurostat.
Por otro lado, la presión fiscal ha subido en 2,9 puntos del PIB entre 2019 y 2023. España es el segundo país de la UE-27 con mayor aumento de los impuestos en el periodo, cuando la media de la Unión Europea muestra una subida de apenas 0,1 puntos. Solo Chipre ha aumentado más el expolio fiscal a los ciudadanos, mientras trece países han reducido su presión fiscal y otros siete solo la han aumentado de forma marginal.
Peor recuperación, peor reducción de paro, mayor empobrecimiento y, ojo, tirando del mayor estímulo fiscal y monetario de la historia. Sánchez deja el país mucho más endeudado, situando a España como el país número 24 de 27 en aumento de deuda pública, solo superado por la República Checa y Rumanía, que tienen menos deuda acumulada, en cualquier caso. España cierra 2023 con un brutal aumento de 10,8 puntos, que triplica la media de la Unión Europea. España no crece, se endeuda, y Sánchez deja un aumento de deuda pública que multiplica el pobre rebote del PIB.
Es importante todo esto porque no es gratis y no es irrelevante. Si se comparan los resultados de España con los de los 27 países de la Unión Europea en el periodo 2019-2023, vemos que la gestión de Sánchez ha tenido un coste de oportunidad cercano a los 170.000 millones de euros.
El estudio lo explica así “cifra que alcanzamos al considerar el desempeño negativo en el PIB (31.000 millones), la presión fiscal (aumento de 38.000 millones), la renta per cápita (1.100 euros menos por persona, 2.200 euros menos por familia) y el crecimiento de la deuda pública (101.000 millones). Esos 170.000 millones se traducen en un empobrecimiento equivalente a 3.500 euros por persona.
Además, el paro efectivo sería dos puntos menor si España hubiese exhibido un comportamiento similar al de la media de la Unión Europea”. Esos 170.000 millones suponen un empobrecimiento equivalente a 3.500 euros por persona, según el análisis del Instituto Juan de Mariana.
Esto es un desastre sin paliativos. La gestión de Sánchez es una debacle total porque no solo es pésima con respecto al resto de nuestros socios de la Unión Europea, sino que la media comunitaria tampoco es nada maravilloso.