La igualdad efectiva entre hombres y mujeres es una meta común que alcanzar como sociedad. Así lo recoge la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que contempla "Lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y niñas" como uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible a alcanzar en 2030 -Objetivo 5-.

A falta de solo seis años, apenas el 15,4% de los indicadores de este Objetivo 5 de los que se disponen datos van por buen camino, el 61,5% se encuentra a una distancia moderada y el 23,1% está lejos o muy lejos de las metas para 2030. En muchos ámbitos, los avances han sido demasiado lentos. Al ritmo actual, se calcula que se tardará 140 años en que las mujeres estén representadas en pie de igualdad en puestos de poder y liderazgo en el lugar de trabajo. 

Por lo tanto, es necesario seguir diseñando políticas efectivas más equitativas e informadas. Políticas que, conociendo el punto de partida, tienen que conseguir con sus intervenciones mejorar la situación, medir sus resultados y sus impactos. 

En esta línea, el pasado 24 de abril de 2023, el Consejo europeo aprobaba la Directiva (UE) 2023/970 de transparencia salarial, con plazo de trasposición el 7 de junio de 2026, que pretende establecer los requisitos mínimos para reforzar la aplicación del principio de igualdad de retribución por un mismo trabajo o un trabajo de igual valor entre hombres y mujeres. De acuerdo con las nuevas normas, las empresas de la UE estarán obligadas a facilitar información sobre los salarios y a tomar medidas si su brecha retributiva de género supera el 5%.

La igualdad efectiva entre hombres y mujeres es una meta común que alcanzar como sociedad

También, a finales de 2023 se publicaba el proyecto de Ley Orgánica de representación paritaria y presencia equilibrada de mujeres y hombres con el objetivo principal de establecer la representación paritaria y la presencia equilibrada de mujeres y hombres en los órganos de gobierno y de decisión, tanto en el sector público como en el privado. Además de imponer la presencia de mujeres al menos en un 40% en los consejos de administración de las empresas incluidas dentro de su ámbito de aplicación, las sociedades cotizadas, entre otras, también establece el principio de igualdad de género en los puestos de alta dirección para las empresas cotizadas, con el objetivo de alcanzar el 40% del sexo menos representado.

En caso de incumplimiento de la obligación, deberá explicarse los motivos y las medidas adoptadas para alcanzar ese porcentaje mínimo en el ejercicio económico inmediatamente posterior y sucesivos. Es decir, se aplica el principio de “cumplir o explicar”.

Estas medidas de “cuotas” han estado siempre sobre la mesa como medidas necesarias para alcanzar la equidad de género, y son medidas sobre las que ni mujeres ni hombres nos ponemos de acuerdo. Numerosas mujeres en puestos de alta dirección, durante muchos años, nos hemos resistido a la aplicación de “cuotas”, pero cada vez hay un mayor consenso a que las “cuotas”, como medida temporal y, por supuesto, siempre que prevalezca la meritocracia, son útiles para acelerar un cambio hacia la igualdad de género.

En España actualmente el 34,71% de los cargos directivos están ocupados por mujeres, según el INE, dato que se mantiene estancado desde 2010. Si analizamos las empresas de Ibex 35 esta cifra cae hasta el 23,17%, según datos de CNMV. Las métricas hablan solas y pueden ayudar a evaluar la efectividad de las políticas y programas existentes, así como a identificar áreas donde se necesitan esfuerzos adicionales. Por ello, quienes suscriben este artículo y desde la iniciativa #MujeresQueTransforman, estamos a favor de estas medidas, que esperamos vean la luz muy pronto.

*** Mónica Guardado, directora general de Afi Escuela, y Virginia González, profesora de Afi Escuela.