Una pantalla con cotizaciones bursátiles.

Una pantalla con cotizaciones bursátiles. energepic.com, Pexels.

OPINIÓN MERCADOS BLUE MONDAYS

El riesgo de mercado en mínimos históricos

20 mayo, 2024 02:39

Explicar lo que hay detrás del concepto prima de riesgo no es sencillo. Técnicamente, es la prima exigida sobre el rendimiento de un activo sin riesgo. En términos prácticos, es el extra de rentabilidad que se le pide a una inversión precisamente para compensar un teórico mayor riesgo.

Esta explicación viene a colación de los esfuerzos que dedico por intentar hacer llegar a mis alumnos la falacia que hay detrás de una inversión libre de riesgo cuando explico el concepto de prima de mercado. Y es que la deuda pública se define como “libre de riesgo” por la vana ilusión que genera quien, con el monopolio de la creación del dinero, puede emitir eternas promesas de pago en su propia divisa.

Cuento todo esto para explicar que, tras los recientes máximos en las bolsas americanas, hecho que en esta misma columna semanas atrás avisaba se produciría de forma inminente, las primas de riesgo (basadas en los fiables cálculos de Aswath Damodaran) se dirigen a los niveles de principios de siglo. O lo que es lo mismo, a mínimos históricos.

Ni las guerras ni los conflictos son suficientes para hacer descarrilar a los mercados cuando están en tendencia

Si nos basamos en los componentes básicos del mercado de acciones, crecimiento y beneficios, no hay duda de que la situación actual sigue siendo muy favorable y se posiciona como viento de cola. Pero es que los elementos que -teóricamente- podían haber impulsado el riesgo de mercado se han diluido por completo.

Hace poco más de siete meses se desataron las hostilidades entre Israel y Palestina. Es sólo un ejemplo de muchos, pero el cariz del enésimo enfrentamiento público de dos enemigos irreconciliables no ha traído, tal y como esperaba, el menor atisbo de cambio en la percepción del miedo. Ni la intervención de Irán, ni la implicación de Estados conflictivos en la zona, ni el baile de apoyos cruzados de las superpotencias, con todo lo que ello conlleva en relación al comercio y a la energía, han servido para elevar un ápice las primas de riesgo.

La prima de la bolsa americana se sitúa en el 4,6%, lo que supone una ratio sobre el activo “libre de riesgo” del 1,19. En 2020 era de más de cuatro veces superior. Normalizada esa relación, sin el efecto de la pandemia, se podría decir que hoy la rentabilidad que exige la renta variable es casi la mitad que la observada en un mal año de mercados (2022), y se sitúa un 42% por debajo de la media de este siglo.

La conclusión es que los inversores se han instalado en una cómoda y apacible complacencia. Los datos de inflación alimentan el fuego de bajadas de tipos, las economías de medio mundo crecen con robustez y no hay señales dramáticas en las valoraciones porque los beneficios son sólidos. Todo lo anterior conforma la receta perfecta para que los mercados mantengan su tendencia imparable, porque ni las guerras ni los conflictos son suficientes para hacer descarrilar a los mercados cuando están en tendencia.

Parlamento Europeo.

Cuando la empresa y la economía funcionan al margen de la política

Anterior
Canal de Suez.

Hacia una cadena de suministro resiliente: un desafío constante

Siguiente