Energías renovables, una herramienta de innovación y progreso
A pesar de los grandes desafíos y la incertidumbre del contexto actual, sabemos que avanzamos hacia un futuro sostenible en el que las energías renovables precisan de innovación para garantizar la necesaria transición energética.
En el momento en el que nos encontramos, a menudo resulta difícil pensar en un futuro que no se parezca a esas distopías que han inundado el imaginario colectivo. En la era de la incertidumbre son pocas las certezas, pero una de ellas es, sin duda, que ese mañana se moverá con energía renovable.
Al abrazar fuentes de energía limpias estamos trazando un camino hacia un futuro más sostenible en el que la innovación y el progreso se alían para crear un mundo más próspero y equitativo. Son una herramienta imprescindible para mitigar una emergencia climática cada vez más acuciante: al invertir en estas tecnologías estamos acelerando la necesaria transición energética en la que nos jugamos el presente y el futuro de las próximas generaciones.
¿Para qué saturar la geografía nacional de proyectos que tienen una alta probabilidad de generar vertidos de energía primaria debido a la baja demanda?
Sin embargo, el contexto convulso en el que vivimos hace que la situación sea especialmente compleja en el sector de las energías renovables que hoy enfrenta enormes desafíos. Uno de ellos es, por ejemplo, el difícil equilibrio entre la generación y la demanda energética, y la capacidad de almacenamiento que desempeña un papel crucial para contribuir a un sistema energético más sostenible, eficiente y seguro.
Esta cuestión, ampliamente abordada por todos los actores clave en el sector, está intrínsecamente relacionada con el rápido desarrollo de los nuevos proyectos renovables y plantea una gran cuestión: ¿cómo acompasar la demanda con el gran crecimiento de la generación instalada, sirviéndonos de la capacidad de almacenamiento actual y el que falta por construir?
Esta realidad –que abordamos recientemente en Genera, la Feria de Energía y Medioambiente en la que compartimos conversación con diferentes agentes del sector– ocupa y preocupa a quienes trabajamos en renovables, pues abordarla es crucial para poder proyectarnos a corto, medio y largo plazo.
Hoy, la gran brecha se encuentra entre el desarrollo de parques renovables como destaca el Informe Anual de Red Eléctrica -el cual señala que la producción renovable en España creció un 14,3% en 2023 en comparación con el periodo anterior, representando actualmente el 49,9% del total de electricidad producida en el país durante este último año-; y la capacidad efectiva para poder integrar toda esa producción con una demanda eléctrica que cubra las necesidades energéticas de la población y la industria, incluyendo aquellos posibles usos energéticos aún no electrificados
Sin duda, el aumento de la producción de energía renovable es una buena noticia. Pero la existencia de ese gap entre producción y, demanda y almacenamiento, es una cuestión que genera una inquietud palpable dentro del sector que hoy mira con atención a esa inmensa cantidad de proyectos y a los vertidos de energía primaria que año tras año están aumentando. Por eso, sabemos que nos encontramos ante una encrucijada y que necesitaremos de mucho trabajo, esfuerzo e innovación para poder hacer frente a este gran reto.
La transición energética es una transformación profunda que, como todos los grandes cambios, presenta múltiples aristas. No se trata solo de producir masivamente energía limpia, sino que debemos hacer una reflexión conjunta sobre dónde la generamos, cómo la empleamos y dónde y cuánto tiempo podemos almacenarla. ¿Para qué saturar la geografía nacional de proyectos que tienen una alta probabilidad de generar vertidos de energía primaria debido a la baja demanda? ¿Para qué hacerlo si carecemos de la flexibilidad necesaria para balancear la demanda y de sistemas de almacenamiento que sean capaces de equilibrar la carga en función de la producción renovable?
En Gesternova y Contigo Energía llevamos casi veinte años trabajando para que el presente sea renovable y nos acerque cada día un poco más a ese mañana sostenible que anhelamos.
Estos vertidos no solo suponen un derroche energético, sino que afecta de lleno a los productores de renovables, pues comprometen en muchas ocasiones la rentabilidad de los proyectos, marcando el límite de si un proyecto es o no viable. Esta realidad, además de generar una enorme preocupación en el sector, apuntala la necesidad de invertir en innovación para crear mejores sistemas de almacenamiento que permitan equilibrar la producción y la demanda de energía para construir ese presente y futuro sostenible que anhelamos.
En Gesternova llevamos casi veinte años trabajando para acercarnos a ese horizonte, adaptándonos a un contexto siempre cambiante que hoy tiene más claro que nunca la necesidad de apostar por las energías renovables.
Nuestro hacer refleja un compromiso pionero y profundo con la sostenibilidad: nuestra misión va más allá de vender energía renovable, es una llamada a transformar la realidad porque, con una comercialización 100% renovable, estamos allanando el camino hacia la transformación completa del sistema. Con esa convicción firme, seguiremos liderando el sector desde la acción y la innovación y trabajando para crear un sistema firme y seguro capaz de gestionar de forma cada vez más eficaz la generación intermitente y el almacenamiento de energía.
Como sostiene nuestra última campaña, el presente es ya renovable, pues sin ese presente verde no podremos aspirar al futuro que queremos, al futuro en el que creemos. Cada panel fotovoltaico, cada turbina eólica y cada iniciativa de autoconsumo nos acerca un poco más hacia ese mañana donde la energía sea completamente limpia y accesible, a un mundo en el que el bienestar de las personas y el planeta vayan de la mano.
** Luis García es director general de Gesternova y Contigo Energía