Nutricosmética: del intestino a la piel
En los últimos años, la nutricosmética ha emergido como una tendencia en auge en el sector de la farmacia. Esta disciplina, que combina la nutrición y la cosmética, se ha vuelto cada vez más popular debido al creciente interés en el autocuidado y la belleza desde el interior. La premisa es clara: lo que ingerimos puede tener un impacto significativo en la salud de nuestra piel.
Actualmente, la legislación europea no proporciona una definición específica para los productos nutricosméticos, lo que deja un vacío regulatorio importante. Este término engloba el uso de complementos alimenticios que, al ser ingeridos, pueden mejorar la salud de la piel desde el interior.
A diferencia de los cosméticos tópicos, que actúan en las capas superficiales de la piel, la nutricosmética se enfoca en compuestos activos que actúan a nivel más profundo, ofreciendo una herramienta eficaz para el cuidado de la piel y el cabello.
Aunque la dieta mediterránea puede proporcionar todos los nutrientes necesarios para una salud óptima, en la práctica, muchos no logran cumplir con estos requisitos. El estilo de vida occidental, marcado por hábitos nutricionales inadecuados, el consumo de alimentos procesados, el estrés y la exposición a toxinas ambientales, contribuye a deficiencias nutricionales crecientes. Aquí es donde la nutricosmética entra en juego, asegurando una dosis adecuada de nutrientes que han demostrado su eficacia en la piel.
Los nutricosméticos contienen una variedad de ingredientes que benefician la salud de la piel, incluyendo:
- Aminoácidos, péptidos y proteínas: como péptidos de colágeno y elastina.
- Ácido hialurónico y glucosaminoglicanos: para mejorar la hidratación y elasticidad de la piel.
- Ácidos grasos omega 3, 6, 7 y 9: claves para mantener la hidratación y elasticidad de la piel.
- Fitoceramidas: mejoran la función barrera cutánea y los signos de envejecimiento.
- Vitaminas liposolubles (A, E, D, K) e hidrosolubles (C y B): destacan la biotina para cabello y uñas, y la niacina (nicotinamida) para manejo del acné y rosácea.
- Minerales: como zinc, selenio, cobre, hierro y silicio.
- Antioxidantes: incluyen coenzima Q10, melatonina, ácido alfa lipoico y glutation.
- Fitonutrientes: como betacaroteno, astaxantina, silimarina y resveratrol.
- Extractos de plantas y probióticos: beneficiosos para la salud digestiva y de la piel.
- Adaptógenos: como la rhodiola y ashwagandha, para el manejo del estrés que afecta la piel.
- Algas y hongos: con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Para valorar la eficacia y seguridad de un nutricosmético, se deben considerar al menos cinco parámetros:
- Biodisponibilidad demostrada: los nutrientes deben ser absorbidos y llegar en cantidades suficientes a los tejidos objetivo.
- Dosis adecuadas: respetar las cantidades diarias recomendadas de vitaminas y minerales.
- Eficacia respaldada por estudios: contar con investigaciones que avalen la eficacia de los complementos.
- Seguridad respaldada por evidencia científica.
- Materias primas de alta calidad: considerar la procedencia y métodos de extracción y purificación utilizados.
Aunque este tipo de complementos no requieren de prescripción médica, deberían ser tomados bajo supervisión de un profesional sanitario y tenerse en cuenta posibles contraindicaciones e interacciones con medicamentos u otros complementos alimenticios.
Es importante entender que la nutricosmética complementa, pero no reemplaza los cuidados tópicos ni un estilo de vida saludable. Los cosméticos ofrecen resultados a corto plazo, mientras que los nutricosméticos brindan resultados a largo plazo. La combinación de ambos garantiza una eficacia superior, conocida como cosmética IN-tegrada.
Los factores que inciden en la piel son persistentes, por lo que el tratamiento debe ser continuado, intercalando periodos de descanso. Sin embargo, es necesario reconocer los límites de sus beneficios para evitar expectativas irreales y el abandono del tratamiento.
La nutricosmética ha demostrado ser una herramienta eficaz en el cuidado de la piel, siempre y cuando se base en investigación científica sólida y cumpla con las regulaciones adecuadas. Se requiere una mayor colaboración entre la industria, los reguladores y los científicos para establecer estándares internacionales claros y definiciones específicas para estos productos.
Desde las farmacias, es esencial evaluar objetivos, expectativas, historial médico, condiciones de salud, hábitos alimenticios, estilo de vida, y otros factores para elegir el nutricosmético adecuado. Este enfoque integral del eje intestino-piel-cerebro proporciona nuevas perspectivas para el cuidado de la piel, reconociendo que su salud es influenciada tanto desde el exterior como desde el interior. La nutricosmética, con el consejo experto y un plan personalizado, se convierte en una valiosa aliada en el cuidado de la piel.
*** Gema Herrerías es farmacéutica titular de A5 Farmacia, especialista en Dermofarmacia, nutricionista y CVO-Fundadora de gh Gema Herrerías.