La temporada de resultados del segundo trimestre de 2024 acaba de dar su chupinazo. No va a ser un trimestre conflictivo en materia de ganancias, básicamente porque el alargamiento del ciclo y el cambio en la política monetaria anticipan una cosecha muy positiva. Vamos a analizar las claves.

Los márgenes empresariales han mostrado una notable recuperación desde la presión extrema observada en 2022 y la primera mitad de 2023. Según FactSet, se espera un aumento del margen neto en 9 de los 16 sectores principales del S&P 500 para el segundo trimestre de 2024, una mejora impulsada por varios factores: reducción de gastos, capacidad para transferir costes y demanda sostenida de productos y servicios.

Dentro de los sectores beneficiados, las empresas tecnológicas siguen siendo líderes en la expansión de márgenes. Los sospechosos habituales van a reportar sólidos resultados gracias a la continua demanda de soluciones digitales y servicios en la nube. La inversión en inteligencia artificial y la automatización también han contribuido a la reducción de costos operativos, mejorando los márgenes netos.

Las empresas tecnológicas siguen siendo líderes en la expansión de márgenes

Por su parte, las empresas ligadas al consumo discrecional, sin llegar al lujo, que han sido capaces de trasladar costes a precios finales van a reportar muy buenos resultados gracias a una sólida demanda. La capacidad que han tenido la mayoría para ajustar sus modelos de negocio y responder rápidamente a las preferencias cambiantes del consumidor ha sido crucial para ayudarles a levantar el vuelo.

Una tendencia que no se va a apreciar en el consumo básico, cuya capacidad de fijación de precios ha sido menor, y en el sector del automóvil, que sigue sufriendo las consecuencias de la desastrosa agenda verde cortesía de los políticos y sus campañas electorales, quedando el sector atrapado en un producto cuya demanda sigue atascada con miles de millones en costes hundidos.

En el sector salud veo muy bien a la biotecnología y a la parte de terapias innovadoras y, por el contrario, mal a la farma más tradicional productora de medicamentos, por la presión de los precios, de los genéricos, la sobre regulación y el elevado gasto de desarrollo.

En el pelotón de lo intrascendente encontraremos un juego de suma cero. Los bancos comunicarán muy buenas cifras, pero la desaceleración económica y del crédito se encuentran ahora con una realidad contracíclica marcada por menores tipos de interés que irán reduciendo sus márgenes progresivamente.

Sectores como tecnología, salud, energía y consumo discrecional liderando el crecimiento

Paradigmático será el sector energético para el que veo mejoras significativas en sus márgenes operativos debido a la estabilidad en los precios de la energía y una mayor demanda. En materias primas, no espero buenas cifras en las grandes mineras y en las materias menos protagonistas, atentos a las compañías de uranio.

El dividendo, otro trimestre más, emergerá como un poderoso reclamo que lamentablemente acabará siendo refugio de unos pocos que buscan seguridad y altos retornos de capital fuera de la corriente de la sostenibilidad.

Los resultados no van a ser el elemento que descarrile las bolsas a corto plazo

En definitiva, vamos a ver una temporada de resultados con mejora en los márgenes empresariales, con sectores como tecnología, salud, energía y consumo discrecional liderando el crecimiento.

La bajada de tipos de interés en EEUU y Europa proporciona un alivio en los costes de financiación, beneficiando especialmente a sectores apalancados. Sin embargo, la potencial desaceleración económica va a generar volatilidad en algunas compañías. Como suelo decir, los resultados no van a ser el elemento que descarrile las bolsas a corto plazo.