Cómo responderán los mercados al primer recorte de tipos de la Fed
Que la Fed ha modificado su enfoque es evidente tras su conocida decisión de reducir los tipos de interés más allá de lo que el mercado consideraba necesario. Esto implica un cambio, si no radical, sí considerable en las expectativas de los inversores, llevando a un camino paralelo al trazado antes del verano.
Para comprender bien esta perspectiva, conviene retroceder en el tiempo, concretamente a la reunión de Jackson Hole, donde Jerome Powell dejó claro que la prioridad de la Fed pasaba a ser el empleo por encima del nivel de precios.
Que la inflación ha sido controlada se aprecia en las proyecciones económicas publicadas el pasado miércoles. La imagen indica un crecimiento algo más débil, con una evolución esperada de los precios contenida pero un mercado laboral más frágil.
Para las bolsas esto supone un escenario del tipo Goldilocks que se buscaba a principios de año: crecimiento moderado -no recesión- con inflación normalizada. En ese contexto, los beneficios pueden seguir creciendo. Y si ese es el motor real de los mercados, como nos dice la teoría, lo lógico es que con bajos tipos de interés las bolsas reaccionen al alza.
Y de momento así lo han hecho tanto en los días posteriores como durante la mayor parte del primer semestre, con fuertes subidas en la tecnología, la gran beneficiada de un menor coste de oportunidad derivado de tipos de interés más bajos, y bolsas alcanzando nuevos máximos históricos.
Siempre hay un escenario para "acertar"
Por una vez, a pesar de las fluctuaciones del verano, las previsiones han sido acertadas. Simplemente bastaba tiempo y paciencia. Y ni siquiera lo primero, porque todo se ha acomodado antes de lo previsto.
La cuestión es que el desempleo puede alterar ese escenario. Aunque una tasa inferior al 5% parece casi ideal, si tenemos en cuenta los niveles de paro de nuestra economía creciendo casi al 3%, es un motivo de preocupación que explica la “salida” de guion que ha tenido la Fed, no muy acostumbrada a generar suspense en sus decisiones.
Eso ocurre cuando el mercado cree que un banco central se sitúa behind the curve, tras lo cual sus reacciones tienden a adoptar esa definición de sorpresa que a veces agita los precios de las cotizaciones.
Pues bien, la pregunta es si realmente hay un escenario abierto. Los estrategas y equipos de investigación más destacados nos dan pistas de lo que puede suceder. Eso es lo que hizo Goldman Sachs al afirmar que históricamente el S&P500 sube entre un 10% y un 17% después del primer recorte de tipos sin recesión, pero que también ha caído de media entre un 15% y un 20% si hay recesión. Como se ve, siempre hay un escenario para “acertar”.
El escenario más plausible es que las bolsas vivan un 'rally', reforzado por la teoría no escrita de que los años electorales son positivos para la renta variable
Efectivamente, el escenario se abre como una tijera. Si Powell cree que el mercado laboral no se va a deteriorar más, hay que ver dónde estarán los márgenes empresariales sin inflación alta. El escenario más plausible es que las bolsas vivan un rally, reforzado por la teoría no escrita de que los años electorales son positivos para la renta variable.
Sin embargo, el comunicado mostró división y, dependiendo de quién lo lea y cómo lo haga, tras más de cuatro años sin recortes, el precio del dinero va a caer de forma agresiva al menos 75 puntos básicos más antes de final de año.
La Fed es agresiva porque sabe que en un año electoral acumular parados no es una buena imagen económica. También porque la carga de intereses para el maltrecho presupuesto del gobierno es insoportable. Y es que, en el fondo, los países, la gran mayoría adictos a la deuda, tienen que pagar el precio de vivir con ella a cuestas.
Temas importantes para los que creen que un banco central es inmune a la presión de un gobierno.
¿Realmente hay prisa por acomodar tipos porque el deterioro económico es mayor? Esa es la cuestión que deja ese escenario abierto y me hace concluir que invertir a corto plazo basándose en interpretaciones y complicadas predicciones macroeconómicas es un ejercicio fútil con un elevado margen de error.