Fue en el año 2019 cuando, en España, se comenzó a desplegar la tecnología 5G. Desde ese momento, hace ahora cinco años, su ritmo de implementación ha ido progresando y evolucionando de forma favorable, dependiendo del área geográfica o región. Sin embargo, esta quinta generación de redes móviles tiene mucho camino por recorrer.

Según el último Informe de Cobertura en España 2023 publicado por el Ministerio de Transformación Digital, el 92,3% de los españoles tiene cobertura 5G (en cualquiera de sus bandas de frecuencia). En entornos rurales, no obstante, el porcentaje se ve reducido al 68,93%. Pero, si hablamos del 5G más rápido (en la banda n78 o 3,5 GHz), sólo está disponible para el 58%. Esto representa poco más de la mitad de la población.

A nivel empresarial, entendiendo las conexiones 5G en su versión privada, este nuevo estándar de comunicación también ha supuesto una gran revolución a nivel tecnológico y de conectividad, convirtiéndose en grandes aliadas para entornos empresariales críticos (refinerías, puertos, aeropuertos, minas, bases militares, centrales nucleares…), para la actividad industrial o para aquellos sectores que requieren de operaciones remotas, transferencia de datos, etc., y que no pueden depender de la red pública.

La disponibilidad de 5G tiene un impacto directo en el rendimiento de sus organizaciones.

Según datos propios, extraídos del reporte "Neutral Hosts: la respuesta a la densificación del 5G para ofrecer un futuro interconectado", años después de su despliegue generalizado, siete de cada diez responsables de telecomunicaciones a nivel internacional confían más que nunca en el 5G. Y la mayoría reconoce que la disponibilidad de 5G tiene un impacto directo en el rendimiento de sus organizaciones.

Esto se debe, principalmente, porque al invertir en una red privada 5G, las empresas pueden optimizar costes con frecuencia, sin contar con los múltiples beneficios que proporciona si la comparamos con una red Wi-Fi. Así, el coste total de propiedad de la telefonía móvil privada es la mitad que del de la Wi-Fi y la cobertura inalámbrica dos veces superior con un tercio de puntos de acceso inalámbricos. Esto se debe, principalmente, a que el 5G está diseñado para dar cobertura a áreas muy grandes y es más robusto ante interferencias.

Igualmente, otras de las grandes ventajas de las redes privadas 5G es la propiedad real de la red. El cliente tiene visibilidad total de todas sus partes y su rendimiento en tiempo real. Además, es sumamente flexible, segura y evolucionable: al ser una red dedicada, se adapta a la perfección a las necesidades de los casos de uso que se implementen a lo largo del tiempo.

Partiendo de este escenario, ¿qué impide a las empresas seguir una estrategia de implantación del 5G? Entre los principales obstáculos se incluyen la significativa inversión en Capex (gastos en capital) que es necesaria para la implementación, lograr una conectividad ubicua y la instalación de los elementos de la red. Este desafío conlleva, inevitablemente, a una reevaluación de las estrategias de implantación del 5G por parte de las corporaciones.

Las redes privadas 5G forman parte del futuro de la conectividad de las empresas, y son las que van a facilitar su transformación digital.

Como respuesta a estos grandes retos, surgen los proveedores de infraestructuras de redes, empresas que despliegan y operan infraestructura de conectividad y ofrecen un servicio a organizaciones del sector público y privado. Representan una alternativa real a los enfoques de conectividad 'tradicionales', debido a su capacidad para superar estos obstáculos.

Las redes privadas 5G forman parte del futuro de la conectividad de las empresas, y son las que van a facilitar su transformación digital y garantizar la calidad y seguridad de sus servicios. Por ello, es indispensable abordar y superar todos estos desafíos.

Necesitamos avanzar al ritmo que esperan las organizaciones públicas y privadas, y crear economías verdaderamente interconectadas al futuro, cerrando las brechas en la conectividad del 5G.

***David de Celis es country manager en España de Boldyn Networks