Quien se empeñe en darle una pedrada a la luna no lo logrará, pero acabará sabiendo usar la honda” (proverbio árabe).

En su reciente informe The next big arenas of competition, McKinsey identifica 18 áreas del futuro que podrían transformar la economía mundial y generar entre 29 y 48 billones de dólares de ingresos para 2040: comercio electrónico, software y servicios de IA, computación en la nube, vehículos eléctricos, publicidad digital, semiconductores, vehículos autónomos compartidos, industria espacial, ciberseguridad, baterías, construcción modular, streaming, videojuegos, robótica, biotecnología industrial y de consumo, movilidad aérea, fármacos antiobesidad y centrales de fisión nuclear.

Hoy destacaré los gráficos que me han parecido más interesantes de dicho estudio de más de 200 páginas. Para empezar, veamos de un plumazo el potencial estimado para dichos nichos de cara al futuro:

Al comparar las clasificaciones de beneficios económicos de 2005 con los de 2019, todos los sectores, excepto la electrónica industrial, subieron:

La mayor parte de la capitalización bursátil de las firmas de estas áreas se ubica en Estados Unidos y China. Y eso que el titán “comunista” está absurdamente barato por la desconfianza que inspira y no por su tremendo potencial:

Si analizamos a seis de los principales actores en varios ámbitos, la magnitud de las inversiones es monstruosa. Estas empresas (Amazon, Alphabet, Meta, Microsoft, Apple y TSMC) invirtieron conjuntamente 13.000 millones de dólares en gastos de capital e I+D en 2005. Para 2020, esa cifra se había multiplicado por 20, alcanzando casi los 250.000 millones de dólares y experimentando una tasa de crecimiento interanual del 22%:

Las áreas de futuro analizadas podrían contribuir a un tercio del crecimiento del PIB mundial:

En 2023, el 18% de los vehículos nuevos vendidos en el mundo fueron eléctricos. Las cifras varían según la región: en China y Alemania, fue el 30%; en Francia, el 20%; en la UE, el 16%; y en Estados Unidos, el 8%. En julio de 2024, más de la mitad de los vehículos vendidos en China fueron eléctricos o híbridos enchufables. Según el informe, la participación mundial aumentará a entre el 82% y el 96% para 2040.

En regiones con una alta penetración como Noruega, la participación podría crecer desde el 90% actual hasta el 100%, mientras que, en países con una penetración baja como Nigeria, esa participación podría aumentar sólo a entre el 15% y el 22%. Pronostican que, tan pronto como en 2030, se venderán más coches eléctricos que de combustión. Para los incrédulos españoles, pensemos que los chinos van justo por ahí porque les beneficia. Además, Elon Musk es el nuevo mejor amigo de Trump:

Los coches autónomos compartidos (dicho mal y pronto: un Uber sin conductor) podrían suponer entre el 25% y el 51% de los ingresos de la industria de la movilidad compartida para 2040, arrebatando participación de mercado a los taxis conducidos por personas y a los servicios de transporte compartido. Aquí en España nos suena a ciencia ficción, pero en San Francisco y varias ciudades chinas comienza a ser algo cada vez más normal:

La industria espacial consta de dos segmentos:

Comercial:

- Servicios y equipos para el usuario final

- Infraestructura y soporte

Gubernamental:

- Civil

- Defensa e inteligencia

El 40% del trabajo físico que hacen hoy las personas podría estar automatizado en menos de 20 años:

El número de nuevas centrales nucleares dependerá de su coste en relación con el de otras fuentes de energía y de los escenarios de transición.

Menor crecimiento si:
- Se mantiene parte del impulso hacia la descarbonización y/o se generalizan otras fuentes de energía limpia con firmeza.

Mayor crecimiento si:
- Los países apuestan con más fuerza por la descarbonización y la energía nuclear se convierte en una fuente importante de energía limpia.

Gran avance si:
- Se mantiene un impulso más fuerte hacia la descarbonización y no se amplían otras fuentes de energía limpia según lo planeado.

Una vez escuché en Alicia en el país de las maravillas que “La única forma de lograr lo imposible es creer que es posible”. Mantente firme en tus objetivos y confía en ti. Recuerda que, cuando camines sobre el agua, los envidiosos dirán que no sabes nadar.