No nos tomaron muy en serio cuando, desde estas mismas páginas, dijimos que había que tomarse en serio la posibilidad de que ganara Trump. Y que las carteras de fondos debían estar preparadas. A ver si hoy, que hablaremos de cómo invertir en el entorno que llamamos Trump Trade 2.0, tenemos más suerte. 

La versión 1.0 es la que mencionamos en los artículos previos a su victoria y hablaba de una profunda rotación sectorial y geográfica. Y así ha sido. La versión 2.0 pone el foco en cómo se debe invertir en una presidencia de Donald Trump, tanto en lo referente a la estrategia como a la táctica.

En el artículo donde preparábamos a los inversores para la victoria de Trump hablábamos sobre todo de la cuestión sectorial y geográfica, pero también del aumento de la volatilidad.

Inicialmente, Trump es un factor alcista para las bolsas, pero ocurre como con el azúcar: al subidón inicial siempre le sigue una bajada posterior. Luego llega otro café, vuelve a subir el azúcar y así se va completando el día (en este caso la presidencia).

Trump es un factor alcista para las bolsas, pero ocurre como con el azúcar: al subidón inicial siempre le sigue una bajada posterior

Tras el primer subidón, la primera bajada de azúcar llegará cuando Trump empiece a mover el avispero. Trump viene decidido a cambiar las cosas. Y ya sabemos cómo funciona: va creando el caos hasta que finalmente decide endulzar la situación para alcanzar un acuerdo. No olviden que su biografía se llama El arte del acuerdo (The art of the deal).

Parecía que iba a haber una guerra con Corea y lo siguiente era una foto de Trump dándole la mano al dictador norcoreano. Y cuando era inminente una guerra comercial total con China, llegó el acuerdo. Y los chinos compensaron la subida de tarifas con una devaluación del yuan. Y así cuatro años.

La mejor forma de aprovechar la subida y bajada de azúcar es realizar una gestión más activa de la cartera de fondos

¿Cómo se trabaja en un escenario de subida y bajada de azúcar? Pues generando liquidez en los momentos dulces para comprar barato en los amargos. Esos en los que Trump estará on fire y venga el bajón de azúcar. O lo estarán sus colaboradores, porque en esta ocasión los “mosqueteros” van a tener mucho protagonismo. 

La mejor forma de aprovechar la subida y bajada de azúcar es realizar una gestión más activa de la cartera de fondos. Con Biden podías sentarte en el S&P 500 y esperar, al menos, hasta cierto punto. Con Trump eso no es aconsejable, porque los periodos bajistas pueden obligar al inversor a malvender. Las carteras del Trump Trade 2.0 tienen que llevar estabilizadores. 

Y no nos referimos a utilizar fondos de gestión activa, sino a adaptar la cartera al entorno realizando una gestión activa de la misma. No es lo mismo la gestión activa de fondos que la gestión activa de una cartera de fondos.

De hecho, la mejor forma de trabajar en el entorno Trump Trade 2.0 es combinar la cartera de fondos tradicionales con una cartera de fondos cotizados, más conocidos como ETF o exchange traded funds en inglés. Formarían la parte más flexible y de corto/medio plazo de la cartera, puesto que se pueden comprar y vender en minutos.

No es lo mismo la gestión activa de fondos que la gestión activa de una cartera de fondos

Los fondos tradicionales representarían la parte más estratégica (Trump Trade 1.0), ya que no tienen la flexibilidad de los ETF. Y hablamos de fondos, así que, aunque sean cotizados, por corto plazo nos referimos a semanas o meses, no días.

Para quien no sepa qué son los ETF, son fondos de tercera generación. Se pueden comprar y vender en minutos (como ocurre con las acciones). Y son mucho más baratos que los fondos tradicionales.

En España sólo podemos utilizarlos de forma limitada, porque, curiosamente, el oligopolio de distribución español (bancos, sociedades y agencias de valores y asesores no independientes) ha conseguido evitar que el dinero se vaya a los ETF (que es lo que está ocurriendo en el resto del mundo).

Casualmente, los ETF, que generan menos ingresos para los distribuidores y además no son ingresos recurrentes como en los fondos tradicionales, tienen peor tratamiento fiscal que los fondos tradicionales.

En España sólo podemos utilizar los ETF de forma limitada

Quien no quiera pasar por Hacienda al final del ejercicio -aunque evidentemente acabará pasando algún día-, puede limitarse a fondos tradicionales, pero aun así deberá actuar con flexibilidad. Los fondos tradicionales no se venden en minutos, pero sí en un día, y en el entorno Trump Trade 2.0 la flexibilidad es vital.

La forma de trabajar queda, por lo tanto, clarísima: con Trump se puede ganar mucho dinero, pero hay que ser más flexible que con Biden. La opción de sentarse en el S&P 500 sólo es válida para los estómagos más fuertes. Pronto tendrán la ocasión de comprobar que tengo razón.

Como dijo Darwin, la raza humana no domina el mundo por ser más fuerte, sino por su mayor capacidad de adaptación. En el entorno Trump Trade 2.0 sobrevivirán los inversores con mayor capacidad de adaptación (o que cuenten con asesores que la tengan).

***Víctor Alvargonzález es socio fundador de la empresa de asesoramiento financiero independiente Nextep Finance.