Este lunes 9 de diciembre, conferencia del general de brigada Francisco Dacoba, ex director del Instituto Español de Estudios estratégicos en la Fundación CONEXUS. Visión panorámica sobre el mundo después de las elecciones americanas. Repaso a la nueva situación internacional geopolítica “multipolar” que se espera frente a la situación “multilateral” que ha sido el concepto que ha regido la legislatura de Biden. 

La “multilateralidad” implica la búsqueda de solucionar los intereses globales entre todas las naciones. La “multipolaridad”, que anuncia Trump, supone la solución de los problemas singulares de cada “polo”.

Al menos tres polos se perfilan como posibles durante la presidencia de Trump: EEUU, China y, si se consigue consolidar, la UE. Alrededor potencias menores pero importantes (Rusia, India, Irán, Brasil, las Coreas, …) que ahora están alineadas con uno de estos polos, políticos y económicos, pero podrían cambiar. 

 La “multipolaridad”, que anuncia Trump, supone la solución de los problemas singulares de cada “polo”

En ese mundo multipolar cada polo necesita tener fuerza militar “de ataque”, no sólo de defensa. Esta es una de las debilidades que debe corregir la UE para poder mantener su personalidad dentro de ese mundo multipolar. 

¿La UE, debería recuperar a Rusia a su entorno? Rusia es Europa, por su geografía, su historia y su cultura. Procede de la expansión de los nórdicos vikingos europeos hacia el este en mezcla con sus pueblos eslavos. El imperio zarista fue la “marca europea”, el valladar que frenó definitivamente las invasiones militares asiáticas del final del imperio romano y la edad media.

En los siglos XIX y XX los ejércitos rusos participaron como protagonistas en las guerras europeas. A finales del siglo XX, después de la disolución de la URSS, y principios del XIX la economía rusa se mezcló más con la europea. Especialmente con los suministros energéticos, como exportador. La industria alemana fue dependiendo cada vez más de ellos. Esta dinámica se truncó con la guerra de Ucrania ¿habrá que recomponerla? 

Su recomposición permitiría reequilibrar el poder militar más rápidamente que con una Rusia separada de Europa y aliada de China ¿Será posible? Depende de las decisiones político-militares de la UE y la propia Rusia. Si ese polo (UE) pacificase y fortaleciese militarmente la frontera norte europea ¿a dónde debería dirigir su mirada?: al sur.

La industria alemana fue dependiendo cada vez más de Rusia. Esta dinámica se truncó con la guerra de Ucrania

La frontera del sur son la África mediterránea (que incluye el Magreb), y la África subsahariana. La primera como posible contrapunto cultural, mercado económico y competidor militar (por ejemplo, Marruecos vs. España). La segunda, mercado, proveedor de materias primas y zona de influencia político-cultural, también militar.

A la economía europea y especialmente a la de su mediterráneo le conviene, por tanto: “la paz sincera en el norte y la formulación de una estrategia política. económica y militar en el sur”. 

Sin embargo, lo que ahora parece priorizar la UE, la de la Comisión de Ursula von der Leyen, es un esquema diferente. Es posible que esté pensando en reforzar su potencia militar, pero dirigida hacia el norte, olvidándose del sur. 

España, Italia, Portugal, Grecia y los pequeños países insulares (Malta y Chipre), con la ayuda de Francia (también mediterránea) tienen que hacer consciente a la UE de que, sin olvidar al norte, gire su mirada estratégica y militar al sur, con atención a la política migratoria. Ya que, si la Europa mediterránea es la receptora inicial de esos migrantes, luego acaban en parte en centroeuropa.

España, Italia, Portugal, Grecia, Malta y Chipre, con la ayuda de Francia, tienen que hacer consciente a la UE de que gire su mirada estratégica y militar al sur

La economía europea exige fortaleza militar en el mundo multipolar de Trump

¿Y Oriente Medio? Siria está por definir, mientras Turquía mantiene su influencia en competencia con Irán e Israel consolida sus fronteras. Europa tuvo influencia importante en la región después de la primera guerra mundial ¿Debe recuperarla? Es un gran mercado que necesita una reconstrucción tanto económica, lo que será un gran negocio, como política para que sea estable y frene su emigración ¿Es necesaria una inversión militar para ello? Desde luego no iría mal. 

En resumen, la economía europea necesita que la UE aumente su influencia en el mercado territorial muy amplio. Para lo que es necesaria una preparación militar de choque, no sólo de defensa. La UE lo debería hacer, aunque Trump no se lo pidiera (que se lo está demandando para fortalecer la OTAN). 

** J. R. Pin Arboledas es profesor del IESE.