"Lies, whispered sweetly in my ear", Mick Jagger
Es habitual que un gobierno caiga en el optimismo. Lo que no tiene ningún sentido es la euforia y propaganda a la que nos somete el gobierno de Sánchez. La entrevista del ministro Carlos Cuerpo en RNE ha sido un ejemplo de una visión de la realidad económica irresponsablemente eufórica.
Lo primero que debemos criticar es su afirmación de que el crecimiento español es "equilibrado". No hay crecimiento equilibrado cuando, según datos del INE, el crecimiento es por aumento de gasto público, evidencia de calorías vacías.
El gasto público en el tercer trimestre se dispara un 2,5%, tres décimas más que en el avance de octubre, y el dato de inversión cae un 1,3%, peor que en la previsión, con las exportaciones revisadas a la baja en medio punto.
Si miramos la tendencia 2019-2024 es todavía más alarmante, ya que más de la mitad del crecimiento acumulado del PIB desde el inicio de la pandemia hasta el tercer trimestre de 2024 viene del consumo público, como refleja la contabilidad nacional del INE y explica el informe 'Los riesgos geopolíticos como nuevo elemento de incertidumbre' del IEE.
La inversión (formación bruta de capital fijo) se queda estancada en el periodo. La inversión extranjera está muy por debajo de los niveles de 2018 y, además, Madrid atrae más de la mitad.
El crecimiento de España no es equilibrado, está dopado por gasto público, inmigración y deuda.
La entrevista del ministro Carlos Cuerpo en RNE ha sido un ejemplo de una visión de la realidad económica irresponsablemente eufórica.
El ministro Cuerpo afirma que "España supone el 40% del crecimiento de la eurozona". Si miramos los datos de Eurostat en miles de millones de PIB ajustado, el crecimiento de España supone menos del 29% y, en 2020, supuso el 20% de la caída. Es decir, ese dato no significa nada, y él lo sabe, si no lo ponemos en contexto.
Es preocupante es que el ministro no tenga la honestidad de agradecer al turismo el aumento de la actividad, puesto que muchos miembros de su gobierno se han dedicado durante años a atacar a la hostelería y al turismo.
El señor Cuerpo sabe que el producto interior bruto per cápita ajustado por poder adquisitivo está estancado, y ha perdido puestos con respecto a la UE entre 2017 y 2023. Hemos pasado de estar a siete puntos a pasar a nueve.
¿Crecerá el PIB de España un 2,5-3% en 2025? Veremos cómo se comporta el turismo, las exportaciones y el gasto público.
Lo que sabemos es que España lleva con la renta real de los hogares estancada desde 2007, como refleja hasta El País, que el modelo de deuda, gasto público y constantes subidas de impuestos nos condena a la mediocridad, baja productividad y alto paro y que siempre habrá un gobierno que nos diga que todo va bien.
Con datos de diciembre, España lidera la UE en índice de miseria. Más paro e inflación. Lidera desde 2021, y ya superamos a Grecia y otros socios.
Es preocupante es que el ministro no tenga la honestidad de agradecer al turismo el aumento de la actividad.
España ha pasado de ser la sexta en tasa de pobreza y exclusión, según Eurostat, a la tercera. La población en riesgo de pobreza o exclusión social en España se ha incrementado al 26,5% en 2023. Es el tercer peor país de la UE por detrás de Rumanía o Bulgaria, empeorando significativamente desde 2018.
Lo que calla el señor Cuerpo es que el Gobierno ha contado con el mayor estímulo monetario y fiscal de la historia, además de los fondos Next Generation. También calla que España ha sido el país que más ha elevado los impuestos de sus socios y en 2025 se consolidará la mayor subida de impuestos de la historia reciente. El esfuerzo fiscal en España supera en un 17% la media de la UE, según la Tax Foundation y el IEE.
La presión fiscal, la ratio que usa el gobierno, son ingresos fiscales sobre PIB nominal, es decir, es una ratio distorsionada por el denominador al inflarlo con deuda, gasto público e inflación, y porque no se ajusta a la realidad de la economía española, que tiene mucho más paro, empresas mucho más pequeñas y mayor economía sumergida que sus comparables.
El ministro habla de una "política fiscal prudente" por la bajada de la ratio de deuda espectacular "desde el pico". Lo primero que hay que recordar es que la deuda no ha bajado, toda la reducción de la ratio viene de dos factores insanos, inflar el denominador con gasto público (el PIB) y una elevada inflación. Así, la ratio de deuda sobre PIB nominal se reduce, aunque la deuda emitida aumente.
Los datos del Banco de España son claros: la deuda pública según el protocolo de déficit excesivo en 2018 era de 1.209.742 millones de euros, 99,80% sobre PIB. En el último dato disponible, la deuda pública según el protocolo de déficit excesivo es de 1.636.116 millones, 104,40% sobre PIB.
Es decir, con Sánchez la deuda pública según el protocolo mencionado ha aumentado un 36%, cinco puntos porcentuales con respecto al PIB. Además, la deuda total de las administraciones públicas (pasivos totales emitidos), que es deuda que se debe y que se paga, ha aumentado a 2.111.541 millones de euros. Un aumento de 407.840 millones y una deuda sobre PIB de 135%.
España ha sido el país que más ha elevado los impuestos de sus socios y en 2025 se consolidará la mayor subida de impuestos de la historia reciente.
El aumento de deuda pública en 2024, según el último dato del Banco de España, es un aumento del 3,5% interanual, superior al crecimiento interanual real en el mismo periodo. España no crece, se endeuda.
Según el IEE, "el déficit público estructural, que se prevé que se sitúe en torno al 3,5% en 2024, lejos de los niveles prepandemia y del 1,5% que marcan los objetivos comunitarios. Asimismo, el endeudamiento del sector público, en proporción al PIB, se sitúa en torno al 105%, una de las ratios más elevadas de la UEM".
El ministro Cuerpo afirma que la inflación se está moderando, y el INE le desmiente. En el último dato, la inflación medida por IPC aumenta un 2,8% anual, cuatro décimas por encima del dato previo, los precios han aumentado en nueve de los doce meses del año y los datos de inflación encadenaron 10 meses por encima de la media de la eurozona, según Eurostat. La inflación acumulada desde que gobierna Sánchez es del 20,7%, según el INE.
Sobre el empleo, el ministro Cuerpo, ofrece la visión más optimista. Sin embargo, utilizando los últimos datos publicados, hay mucho que matizar.
El Gobierno se vanagloria de 21,3 millones de "afiliados", pero son afiliaciones. Cuanto más pluriempleo, más afiliaciones. Además, el importantísimo aumento de la población por inmigración distorsiona la cifra, por eso la tasa de actividad (total de activos con respecto a la población en edad de trabajar) está estancada desde el tercer trimestre de 2018 y por debajo del mismo periodo de 2008 (60,2% en 2008, 58,7% en 2018, 59% en 2024%), según la Contabilidad Nacional del INE.
El dato de paro de diciembre refleja casi 3,9 millones de personas desocupadas apuntadas al SEPE (Servicio de Empleo Público Estatal), 2,56 millones de parados oficiales y la tasa de reducción del paro en diciembre más baja de la serie histórica. La mayor tasa de paro de la UE y la OCDE, superando a Grecia, la mayor tasa de holgura laboral e infraempleo según Eurostat y una cifra de fijos discontinuos inactivos que supera los 750.000, según el gabinete de estudios del sindicato USO.
Es injustificable que se entregue a la euforia con datos empíricos de pobreza, paro y deuda que son claramente negativos.
Es normal que un ministro de economía ofrezca la cara amable de la economía. Es injustificable que se entregue a la euforia con datos empíricos de pobreza, paro y deuda que son claramente negativos.
Me dirán ustedes que este análisis es catastrofista, pero a la vez ustedes y yo somos más pobres y estamos perdiendo, de nuevo, la oportunidad que se ha otorgado con el mayor estímulo fiscal y monetario y los fondos Next Generation.
El mayor problema de España es que se valore de manera positiva el constante asalto fiscal, el aumento de los desequilibrios y un endeudamiento peligroso.
El mayor riesgo es que en 2025 se seguirá apostando por subir impuestos, aumentar gasto público y penalizar la creación de riqueza. Y debo recordar un riesgo adicional, que es que el que venga después sólo haga ligeros retoques a lo que ha sido un modelo empobrecedor y negativo para la inmensa mayoría de los ciudadanos desde hace años.