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Opinión

2025: revolución y consolidación del sector sanitario

Borja Sangrador Carlos Hidalgo
Publicada

El sector sanitario se encuentra en un momento crucial de transformación, impulsado por la financiación, la tecnología y la regulación. La pandemia de la Covid-19 marcó un antes y un después en la gestión sanitaria, dejando a nuestro país y a la Unión Europea en una situación de alta vulnerabilidad hasta que, en mayo del 2023, la Organización Mundial de la Salud declaró el fin de la pandemia.

Tras un largo periodo de recuperación, hoy, enfrentamos el próximo año con plena capacidad operativa y con la vista puesta en un 2025 lleno de avances y mejoras en el ámbito de la salud. En este horizonte, se destacan cuatro aspectos clave: la financiación del sistema y la colaboración público-privada, la transformación del modelo actual de asistencia sanitaria, la adaptación de la regulación en temas clave y el incremento de la inversión para consolidar diferentes subsegmentos, creando empresas más sólidas e innovadoras.

Uno de los mayores desafíos que enfrenta el sector sanitario y de ciencias de la vida es el crecimiento imparable del gasto. Este aumento se debe a varios factores, como la mayor innovación, el envejecimiento de la población, la cronicidad de las enfermedades y la creciente inversión en salud personal y estética. Elementos que están teniendo un impacto significativo en nuestro ecosistema.

Además, se prevé un aumento de las primas de los seguros de salud para colectivos privados y públicos, junto con un mayor gasto en servicios de prevención y cuidado personal, desde suplementos y test diagnósticos hasta especialidades en estética y deporte.

Para abordar esta situación, es crucial incrementar los presupuestos públicos destinados a la asistencia sanitaria mediante un Pacto de Sostenibilidad entre la Administración Central y la Autonómica que promueva la equidad y asegure una financiación homogénea del sistema. Además, es necesario redefinir el modelo “Muface” con un incremento de la prima por encima del 15% y posibles cambios en su funcionamiento.

Uno de los mayores desafíos que enfrenta el sector sanitario y de ciencias de la vida es el crecimiento imparable del gasto

Para mitigar el crecimiento del gasto y garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario, es fundamental incrementar el peso de la atención remota y ambulatoria, así como todo lo relacionado con la “salud digital” mediante la telemedicina. Esto incluye la redefinición de procesos para reducir la asistencia del paciente al centro médico y el aumento del uso de dispositivos médicos, aplicaciones digitales, realidad virtual, realidad aumentada y big data. Estas herramientas y mejoras de procesos facilitarían tanto las interacciones remotas como presenciales, permitiendo un contacto ágil y efectivo entre los profesionales sanitarios y los pacientes, y reduciendo significativamente los costes asociados a consultas o tratamientos.

Además, es crucial profundizar en la interoperabilidad del sistema, avanzando hacia sistemas de datos únicos a disposición del paciente, lo que le permitiría acudir a distintos centros sanitarios públicos y privados con su historia clínica completa. También es necesario apoyar y facilitar desde las entidades públicas el desarrollo de nuevos productos más personalizados, como los productos biológicos y nuevas modalidades terapéuticas (terapias génicas y anticuerpos conjugados).

Estas innovaciones requieren valoraciones previas para garantizar su aplicación al paciente. Para acortar los plazos que estos desarrollos conllevan, las empresas están rediseñando sus procesos de innovación y desarrollo mediante la aplicación de Inteligencia Artificial y herramientas analíticas, así como sus cadenas de suministro, priorizando un enfoque basado en la sostenibilidad, la flexibilidad y la personalización.

Para complementar estas medidas, es esencial que la evaluación de tecnologías sanitarias se base en los resultados de las evaluaciones conjuntas a nivel europeo, alineadas con la normativa comunitaria. Esto garantizará que las tecnologías más innovadoras sean evaluadas de manera ágil, rigurosa y transparente.

Una vez mejorada la interoperabilidad del sistema, el siguiente paso será facilitar el intercambio de datos sanitarios y el acceso a estos a escala de la Unión Europea. Esto mejorará el acceso de las personas a sus datos sanitarios electrónicos y permitirá la reutilización de información con fines de interés público y de investigación científica.

La telemedicina y la Inteligencia Artificial seguirán siendo herramientas clave en la prestación de servicios sanitarios. Para adaptarse a las nuevas realidades del sistema, es necesario que el marco jurídico evolucione e incluya la regulación de estos servicios de manera ágil. A nivel legal, será crucial redefinir la responsabilidad en caso de errores cometidos por sistemas de IA y asegurar la transparencia de los algoritmos utilizados. Estas acciones garantizarán que las innovaciones tecnológicas se integren de manera efectiva y segura en el sistema sanitario, contribuyendo a su sostenibilidad y eficiencia a largo plazo.

En este contexto de transformación, el sector sanitario y de ciencias de la vida sigue siendo muy atractivo para los mercados. Más del 80% de los fondos de capital riesgo lo mantienen como una prioridad dentro de su estrategia de inversión. Aunque el exceso de valoración de la etapa de la Covid-19 se corrigió a partir de 2023-2024, el sector sigue siendo prioritario para distintos tipos de inversores.

Existe un alto interés en consolidar verticales donde la presencia del sector privado es relevante, tales como dermatología, estética, salud mental, dental, CROs, CDMOs, fabricantes de APIs e ingredientes, pharma services, med-tech y distribución. El ecosistema de la salud digital también está generando mucho interés y es donde observamos valoraciones más altas. Se trata de un ámbito en plena transformación que aportará novedades relevantes a lo largo de 2025.

La telemedicina y la Inteligencia Artificial seguirán siendo herramientas clave en la prestación de servicios sanitarios

Para seguir atrayendo inversiones y consolidar el sector, es una excelente noticia el reciente acuerdo alcanzado por el Gobierno y las principales patronales de la industria farmacéutica (Estrategia de la Industria Farmacéutica 2024-2028), en el cual, destacaríamos las numerosas menciones que se hacen a que la colaboración público-privada sea impulsada sin ningún tipo de duda.

Este pacto bien permitirá atraer inversiones en investigación, desarrollo e innovación, la construcción de nuevas fábricas y el lanzamiento de nuevos medicamentos, reduciendo la dependencia de España y la Unión Europea de terceros países. Este marco de actuación conllevará un incremento de las inversiones y de los niveles de empleo, mejores herramientas para retener o atraer a nuestros investigadores, así como contar con los medicamentos y equipos médicos de última generación.

La inversión en el sector permitirá avanzar en la consolidación de los actores relevantes que participan en el ecosistema, con empresas más sólidas, con mayor capacidad de innovación y con un marcado perfil internacional. Por lo tanto, 2025 continuará siendo un año de enormes oportunidades en un sector que está en plena transformación de su modelo operativo, con altas implicaciones a nivel regulatorio y con un potencial enorme para seguir siendo un polo de atracción de inversiones.

*** Borja Sangrador, socio responsable de Health & Life Sciences de EY y Carlos Hidalgo, socio co-responsable del Sector Salud y responsable de Formación en Auditoría de EY.