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La Lotería de Navidad es una de las tradiciones navideñas más populares en España, siendo el 22 de diciembre un día en el que millones de personas se llenan de ilusión con la esperanza de ganar "El Gordo", el primer premio de un sorteo extraordinario que puede llegar a suponer un gran cambio en sus vidas.

El origen de la lotería de Navidad se remonta a los tiempos de Carlos III, que decidió traer a nuestro país un sorteo que ya había presenciado en distintas ciudades italianas tras haber sido rey de Nápoles.

En sus más de dos siglos de historia nos hemos encontrado con situaciones muy diversas, pero lo que muchos desconocen es que hubo un año en el que España estuvo a punto de arruinarse por no poder pagar los premios de la Lotería de Navidad.

Esto fue lo que sucedió cuando un hombre llamado Santiago Alonso Cordero, residente en el municipio de Santiago Millas, cerca de Astorga (Castilla y León), puso en jaque al Estado español por su suerte en el azar.

Al borde de la bancarrota

En aquellos tiempos, la Lotería de Navidad tenía un sistema de funcionamiento muy distinto al que rige hoy en día al sorteo con el que se da el pistoletazo de salida a los festejos navideños. Para ganar "El Gordo" era necesario que se diese una combinación de números extremadamente compleja, hasta el punto de que era casi imposible de que pudiese llegar a darse.

Funcionaba de forma similar a la Primitiva actual, debiendo elegir una combinación de números del 1 al 90. Al existir tantas posibilidades, las probabilidades de ganar un premio eran bastante menores a la actualidad, donde ya es complicado ser uno de los afortunados.

La forma en la que estaba planteada la Lotería de Navidad, no era más que un mecanismo de recaudación por parte del Estado, sin que hubiese una oportunidad real de ganar. Sin embargo, Santiago Alonso Cordero logró acertar esta combinación, dando lugar a una situación crítica que pudo llegar a cambiar por completo la economía del país.

El premio era de cuantía tan elevada que, en el caso de haberse pagado de forma íntegra en efectivo, habría llevado a España a la bancarrota. Ante esta situación, hubo un trato que permitió eludir ese gran problema para las arcas del Estado.

En lugar de entregarle el precio en efectivo, las autoridades mantuvieron una serie de negociaciones con Santiago Alonso, ofreciéndole una alternativa, que pasaba por darle unas propiedades en la Puerta del Sol, en el centro de Madrid. Este acuerdo podría parecer desfavorable para el afortunado, pero finalmente le resultó muy rentable.

El maragato supo aprovechar la oportunidad, y en esos terrenos ubicados en una situación privilegiada, construyó el mayor complejo de apartamentos de la época, de manera que el primer premio de la Lotería de Navidad se convirtió en Casa Cordero, que aún mantiene su nombre original en la actualidad, en plena Puerta del Sol, donde comienza la calle Mayor.

El edificio se convirtió en todo un símbolo de su éxito, además de llegar a generar un valor económico muy superior al premio inicial que había ganado Santiago. Hoy en día la Casa Cordero, que fue diseñada por el arquitecto Juan José Sánchez Pescador en 1842, está catalogada como Bien de Interés Cultural.

El inmueble contaba con más de un centenar de viviendas, que se conectaban con un total de siete patios interiores que daban un respiro y luz a los confortables y lujosos apartamentos con los que contaba el edificio. La escalera que llevaba al piso principal, al igual que el suelo, estaba fabricada en mármol de distintos colores. Por entonces era considerado como uno de los edificios más elegantes y prestigiosos de la ciudad.

Dudas sobre el sorteo

Más allá de darse a conocer por Casa Cordero, un emblema de Madrid desde el siglo XIX, Santiago Alonso Cordero tuvo un papel muy destacado en el terreno político dentro del sector liberal, llegando incluso a ser diputado en las Cortes, siendo una figura que dio pie a numerosos comentarios.

El afortunado en la Lotería de Navidad era muy amigo de Isabel II, lo que ha llevado a que hubiese quienes asegurasen que la historia del sorteo podría haber sido una cortina de humo. Estas teorías recalcan que el objetivo podría ser encubrir el origen de una importante cantidad de dinero que, presumiblemente, habría sido blanqueada para la adquisición de ese terreno en cuestión.

El valioso solar fue obtenido por Santiago Alonso Cordero mediante una subasta pública, en la que ofreció la cifra de 17 millones de reales. Finalmente, Cordero murió en el año 1865, durante una de las cuatro pandemias de cólera que arrasó España durante el siglo XIX.

A pesar de la versión oficial, hay mucha incertidumbre y dudas de si realmente Santiago Alonso Cordero ganó una lotería que dejó al Estado al borde de la quiebra, o si simplemente es una leyenda infundada por las sospechas y rumores de la época. Lo que está claro es que Casa Cordero sigue siendo parte de la identidad de la capital de España.

Situado en pleno corazón de Madrid, este edificio es parte de su paisaje urbano, así como de la propia memoria histórica de la ciudad. A día de hoy no hay problema para cobrar el tan ansiado primer premio en la Lotería de Navidad, por lo que millones de españoles estarán muy atentos a un sorteo que puede cambiarles la vida el próximo domingo 22 de diciembre.