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La cita del 22 de diciembre forma ya parte imborrable del imaginario colectivo de buena parte de la sociedad española y malagueña. Una fecha marcada en el calendario por la celebración del sorteo de Lotería de Navidad, evento que cumple ya más de 200 años de historia y que año tras años se ha celebrado de manera casi religiosa. Incluso durante la Guerra Civil.

Sin embargo, con motivo de la contienda bélica, la edición de 1938 fue insólita. El enfrentamiento entre el bando nacional y el republicano hizo que se optase por la celebración de dos sorteos y por la asignación de dos premios gordos, un hecho totalmente insólito. 

Según recogen los registros, en 1938 el sorteo de la Lotería de Navidad no tuvo lugar en el tradicional Teatro Real de Madrid, ni en el Palacio de Congresos ni en la Sede de Loterías y Apuestas del Estado. Por primera vez en la historia, se celebraron dos diferentes: uno, en Barcelona; el otro, en Burgos. 

Burgos acogió el sorteo del bando nacional, en el que el número agraciado fue el 36.758, que cayó en Málaga. Y por otra parte, la Ciudad Condal acogió el sorteo del bando republicano, concretamente se celebró en el Café Lyon d’Or de la Rambla. El número agraciado, que se vendió íntegramente en Barcelona, fue el 22.655. Cuando finalizó la Guerra, en abril de 1939, el Sorteo regresó a Madrid.

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