La noticia ya no sorprende: la gasolina sube. Ocurre desde hace meses. Con la guerra en Ucrania, este producto incrementó su precio desorbitadamente. Tanto, que el Gobierno tuvo que actuar con una bonificación. Desde entonces, ha habido vaivenes: ha ido subiendo y bajado por días, encareciendo en unas ocasiones al diésel y en otras a la gasolina. Con el fin del verano, los problemas vuelven. En pleno regreso vacacional y con un pico extraordinario en lo que va de año.
Para poner en datos, el precio del litro de gasolina ha aumentado un 7% desde que comenzó la 'operación salida' del verano. Por primera vez en 2023, se ha situado por encima de los 1,7 euros el litro. El diésel, por su parte, ha subido un 11% desde aquel primer fin de semana de julio, aunque está algo por debajo que en los primeros meses del año, cuando se esperaba que las sanciones a Rusia disparasen el coste del carburante.
Ambos tipos de combustible acumulan ya siete semanas de subidas después de alguna ligera merma. Según los datos del boletín petrolero de la Comisión Europea, se ha pasado desde los 1,598 euros el litro en la primera semana de julio hasta superar los 1,7 euros. Es la primera vez desde noviembre de 2022 que supera esta barrera. No es específico de España: en toda la Unión Europea ha subido el precio, aunque no ha llegado a superar los dos euros, como sucedió cuando Rusia atacó a su país vecino.
Todo ha subido desde entonces. El diésel ya roza un incremento del 11% y antes de la operación retorno está en 1,601 euros, la cifra más alta desde febrero. Acumulaba descensos por aquella época que se relacionaba con las sanciones a los refinados rusos. De esta forma, está un 3,6% más barato que a comienzos de año y ha caído un 11% respecto a lo que marcaba en la semana equivalente de 2022. Llenar el barril tanto de un tipo de combustible como de otro puede superar fácilmente los 80 euros.
Una cifra que los usuarios lamentan y que viene tiene más culpables que Rusia: el barril de 'brent', que marca el precio de cada litro, marcó su precio más bajo (71,91 euros) a finales de abril. No ha vuelto a bajar de 72 euros desde entonces y marcó un pico en junio, con un valor de 87,41 euros.
Así, los países de la OPEP y sus socios acordaron en abril un recorte en la producción de 1,1 millones de barriles diarios. Decisión que coincidió con una caída de la demanda algo inferior a lo esperado. Esto es: se rebajó la cantidad de petróleo mientras el mercado requería más de esta materia prima.
De esta forma, el usuario observa cada día ese marcador luminoso que expresa cuánto costará el desplazamiento. Hay aplicaciones que ahorran unos céntimos. Hay establecimientos que proponen algún tipo de oferta. E incluso hay gasolineras ''low cost'' que ajustan el precio a mínimos. En Madrid, tal y como se registra en diferentes medios, los lugares más baratos responden a este último grupo.
Este es el orden que, con alguna diferencia, se establece en torno a la gasolina Súper 95:
- Petroprix en Colmenar Viejo (Avenida de los Reyes, 2).
- Ballenoil en Colmenar Viejo (Calle del Tomillo, 4).
- Plenoil en Fuenlabrada (Calle Enebro, 17).
- Petroprix en Parla (Avenida de Ronda s/n).
- Plenoil en Madrid (Calle Camino de las Hormigueras, 177).
Y esta lista, la del diésel:
- TEB en Fuenlabrada (Calle Almanzor, 11).
- Petroprix en Parla (Avenida de Ronda s/n).
- Ballenoil en Parla (Calle Toledo circunvalación Vía de Ronda).
- Ballenoil en Fuenlabrada (Calle Constitución, 81).
- Petroprix en Fuenlabrada (Calle de la Constitución, 100).