La Fiscalía solicita una pena de 18 años de cárcel para cada uno de los nueve acusados por el llamado crimen de la etiqueta, en el que murió un empresario, Freddy Mauricio Palacio, tras recibir una brutal paliza para robarle la caja fuerte que ocultaba en su casa del barrio de Puente de Vallecas.

En su escrito dirigido al Juzgado de Instrucción número 13 de Madrid, el Ministerio Público atribuye a los nueve acusados los presuntos delitos de robo con violencia en casa habitada, detención ilegal, lesiones en concurso con homicidio imprudente y organización criminal.

Cuatro de los acusados son procedentes de la República Dominicana. También hay uno natural de Colombia, otro de Camerún y otro de Malabo. Al menos cuatro de ellos residían de forma irregular en España. Entre los que se sentarán en el banquillo se encuentra una sobrina del empresario asesinado y una antigua empleada de la inmobiliaria que éste regentaba en la calle Miguel de la Roca de Madrid.

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Después de que sus gritos alertaran a los vecinos del inmueble, el cuerpo del empresario Freddy Mauricio Palacio fue hallado sin vida y con numerosas contusiones, en su vivienda del Puente de Vallecas, el 27 de noviembre de 2021.

La Policía contaba con una única pista para identificar a los responsables del crimen, que habían abandonado en el lugar una etiqueta de 1,80 euros de un establecimiento denominado "Súper Bazar", en el que habían comprado cinta americana, guantes de vinilo y las bridas empleadas para amordazar al empresario.

Un cadáver calcinado

La Policía publicó en las redes sociales la imagen de la etiqueta y solicitó colaboración ciudadana para localizar el establecimiento. Recibió decenas de mensajes, que le permitieron averiguar que se trataba de un bazar chino situado en Parla. El análisis de sus cámaras de seguridad ayudó a identificar a dos de los implicados, en el momento en el que acudieron a comprar los artículos que utilizarían en el atraco.

Gracias a estas pistas, la Policía descubrió que una de las implicadas, María José B.G. (la exempleada de la inmobiliaria de Freddy), había sido detenida pocos meses antes por otro crimen, la muerte de un marino mercante de 63 años, cuyo cadáver fue hallado en agosto del mismo año en el Cerro del Murmullo de Vallecas: el cuerpo estaba calcinado y le faltaban los dedos de las manos y los dientes, para evitar su identificación.  

Pese a todo, la Policía científica logró identificar el cadáver del marino mercante, y comprobó que había mantenido una relación con María José B.G. cuando ésta ejercía como prostituta. La mujer trabajó luego en una inmobiliaria, en la que conoció a la sobrina del empresario asesinado en el crimen de la etiqueta.

La Fiscalía señala en su escrito que ambas mujeres actuaron de forma concertada y buscaron cómplices para asaltar el domicilio del empresario Freddy Mauricio Palacio, con el fin de robar las joyas y enseres que guardaba en su vivienda.

Murió de un infarto

Finalmente, pusieron en marcha su plan el 27 de noviembre de 2021. Poco después de las 9 de la mañana, María José B.G. llamó a la puerta del empresario, quien al reconocerla como su antigua empleada la hizo pasar. Entonces aprovecharon para introducirse en el inmueble otros dos de los implicados.

"Ya en el interior del domicilio", relata el fiscal en su escrito, "procedieron a inmovilizar a Freddy Mauricio, al que golpearon y maniataron en una silla utilizando para ello las bridas, mientras la víctima gritaba pidiendo auxilio". Alertada por el alboroto, una vecina llamó a la Policía, pero cuando los agentes se personaron en el lugar no escucharon gritos, porque la víctima ya había sido amordazada con cinta adhesiva.

Los tres atracadores golpearon al empresario para que les revelara la clave de la caja fuerte, que se encontraba empotrada en el fondo de un armario, pero éste se negó. Finalmente, los intrusos arrancaron la caja de su anclaje utilizando dos cuchillos que habían tomado de la cocina. Antes de abandonar la vivienda, dejaron a la víctima maniatada y se llevaron también joya y otros enseres.

Al quedarse solo en la vivienda, el empresario logró arrastrarse hasta la puerta y echó el cerrojo, ante el temor de que sus agresores regresaran. Minutos después falleció, debido a "una arritmia ventricular propiciada por una situación de estrés", relata el fiscal, quien vincula el fallecimiento a la situación de extrema violencia que había sufrido la víctima.

El reparto del botín

Mientras tanto, los atracadores se trasladaron a Azuqueca de Henares para reunirse con el resto de cómplices, en la vivienda de uno de ellos. Allí se repartieron el botín. Luego dos de ellos tomaron un taxi para regresar a Madrid.

Cuando la Policía intentó reconstruir los hechos e interrogó a los taxistas de la zona, uno de ellos identificó a estos dos atracadores: le había llamado la atención la abultada propina que le pagaron por aquel trayecto.

En su escrito dirigido al juez, la Fiscalía pide que condene a los nueve acusados a indemnizar a la madre del empresario Freddy Mauricio con 42.500 euros, además del importe de las joyas y bienes robados de su domicilio, que todavía deben ser valorados. Además, solicita al juez que celebre el juicio antes del 2 de junio de 2024, fecha en la que vence la prisión preventiva de uno de los acusados.