Un proyecto que transformará Madrid

Madrid Nuevo Norte es el proyecto de desarrollo y regeneración urbana más relevante de los que ha vivido la capital y uno de los de mayor calado en Europa.

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Madrid Nuevo Norte es un proyecto de proyectos llamado no solo a transformar una extensa área que permanecía en desuso, sino también a impulsar a la ciudad en su conjunto hacia un paradigma en el que la sostenibilidad, la eficiencia y la dimensión humana configuran una urbe vanguardista y moderna.

Este modelo de ciudad, que guía todo el planteamiento de las reformas y nuevas construcciones que se están acometiendo, contribuirá decisivamente a consolidar a Madrid entre las grandes capitales europeas. En este sentido, Madrid Nuevo Norte pretende ser una referencia para los madrileños pero siempre con una significativa vocación de puertas abiertas hacia el mejor talento nacional e internacional.

Es por ello que se ha apostado por un urbanismo en el que las zonas verdes, las infraestructuras de transporte y los edificios de oficinas están integrados en una zona en la que el parque de viviendas es extenso y, además, con un gran porcentaje de protección para que los precios no sean un problema para que, quienes quieran vivir aquí, puedan hacerlo.

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Un distrito de Negocios lleno de vida

El potencial estratégico de Madrid Nuevo Norte, su ubicación próxima al aeropuerto, su excelente conexión con el resto de la ciudad y con la renovada estación de Chamartín como centro neurálgico de la movilidad son factores que auguran igualmente una pujanza en el terreno económico que viene refrendada por el nuevo Distrito Financiero.

Este complejo será el máximo exponente de esta apuesta que redefine el papel de Madrid en el ámbito de la actividad económica de alto valor añadido y que marca la línea a seguir para las próximas décadas. No solo por los espacios dedicados en sí mismos sino por la tipología de empresas y actividades económicas a las que se pretende dar cabida, avanzadas y relacionadas con el talento y el conocimiento.

Es una visión ambiciosa con la que la capital española podrá mirar con otras grandes urbes del mundo y sobre las que aporta otro elemento diferencial en su propia propuesta urbanística. Aun con la idea de impulsar el potencial económico de Madrid, el proyecto cambia el enfoque tradicional respecto a lo que era un centro de negocios al establecer zonas de usos mixtos en los que las oficinas y lugares de trabajo conviven con viviendas, pequeños comercios, amplias zonas verdes y, en general, con lo que entendemos como una vida de barrio al uso.

Ese es otro de los argumentos que juegan a favor del atractivo de Madrid Nuevo Norte para el mejor talento, que puede encontrar aquí un ambiente innovador, accesible y, sobre todo, lleno de vitalidad a cualquier hora y cualquier día.

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Epicentro del transporte regional

La movilidad es clave para Madrid Nuevo Norte. Teniendo en cuenta que vivirán en la zona 30.000 personas y hasta 100.000 más llegarán cada día para acudir a sus lugares de trabajo, el proyecto ha concedido un rol capital al transporte público, con la renovada estación de Chamartín-Clara Campoamor como la cara más visible de infraestructuras que articulan eficientemente el flujo de personas que viajarán entre este nuevo núcleo urbano y el resto de la ciudad.

Está planteado, además, un nuevo intercambiador junto a la estación que facilite los tránsitos y la intermodalidad para que sea aún más sencillo y accesible llegar a la zona. Chamartín, en este sentido, adquiere una notable importancia dado que su renovación también va encaminada a hacer de esta histórica estación el centro de la alta velocidad ferroviaria del país.

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Mejor a pie y en bici

Aunque la imagen que podamos tener en mente sobre Madrid Nuevo Norte tiene que ver con grandes infraestructuras y altísimos edificios -entre ellos el que será el rascacielos más alto de la Unión Europea-, el proyecto ha sido concebido con una clara vocación de impulsar su escala humana, la máxima cercanía y la capacidad de que cualquier desplazamiento pueda hacerse a pie o en bicicleta.

Para ello, el diseño de las calles, la presencia de comercios en planta baja y distancias reducidas favorecen el tener todo a mano. Además, se ha incluido en el proyecto una red de 13 kilómetros de carriles bici con lo que moverse por la zona o acceder a barrios cercanos.

Los barrios, al fin, se unen

Esa accesibilidad con los distritos vecinos es un hito en todo el proyecto. Y es que Madrid Nuevo Norte también ayudará a cerrar una brecha urbana histórica, que era la división producida por la playa de vías de Chamartín y Fuencarral.

El proyecto incluye el cubrimiento de hasta 20 hectáreas de vías de tren con un parque que cambiará para siempre la fisonomía de la zona. Además, se construirán cinco nuevos puentes, un túnel y una pasarela peatonal para unir a los ciudadanos.

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Una ciudad llena de verde

Esa superficie sobre el paso de los trenes será el denominado Parque Central. Se trata del corazón de una red de parques y zonas verdes que alcanzan, conjuntamente, los 400.000 metros cuadrados.

Pero se trata de un entorno naturalizado con sentido que, además de los beneficios medioambientales, pretende ejercer como catalizador de corredores verdes con los que conectar la ciudad con los ecosistemas del próximo monte de El Pardo o de otros espacios protegidos de la región.

Impulso clave a la economía

La magnitud del proyecto queda de manifiesto al contemplar las imágenes de lo que será Madrid Nuevo Norte una vez concluido. Y eso remite al impacto económico que tendrá el proyecto, también en cuanto al impulso de las oportunidades laborales. Se estima que a lo largo de 25 años se crearán 350.000 empleos: 200.000 durante la fase de construcción y otros 150.000 posteriormente, por la actividad que se generará en las oficinas y comercios de los nuevos barrios.

La inversión necesaria para el desarrollo completo (incluyendo la urbanización y la construcción de edificios) de Madrid Nuevo Norte será de 11.000 millones de euros durante los próximos 25 años, una cifra que se elevará hasta los 25.000 millones euros, si se tienen en cuenta las transacciones inmobiliarias que se producirán durante este periodo, lo que, en su conjunto, supondrá un importante impulso para la economía nacional, con un impacto positivo en el PIB de más de 15.000 millones, lo que equivale al 1,3% del PIB*.

*Son datos de un estudio elaborado a partir de información pública por el instituto L.R. Klein de Predicción Económica, dependiente de la UAM.

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