Loreto Arenillas, en su toma de posesión en 2019, tras la marcha de Errejón.

Loreto Arenillas, en su toma de posesión en 2019, tras la marcha de Errejón. Europa Press

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El comité de garantías de Más Madrid frena la expulsión de Loreto Arenillas de su Mesa Regional por el 'caso Errejón'

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El comité de garantías de Más Madrid anula la destitución de Loreto Arenillas, exjefa de gabinete de Íñigo Errejón, como miembro de la Mesa Regional del partido. Según una resolución del 10 de diciembre a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, el órgano ha avalado parcialmente a la todavía diputada autonómica, que en cualquier caso sigue fuera de la Ejecutiva y del equipo coordinador. 

Nada más estallar el caso Errejón, que imputaba al político varios delitos sexuales, Arenillas fue señalada por la dirección de Más Madrid como la presunta encubridora del entonces portavoz de Sumar en el Congreso. Cercada por los medios y los compañeros de partido, dimitió de todos sus cargos orgánicos el 25 de octubre, pero negó tajantemente todas las acusaciones.  

También anunció que entregaría el acta de diputada en la Asamblea de Madrid, como le exigía la formación, pero dos meses más tarde todavía no ha formalizado su baja en la Cámara. En respuesta, el grupo parlamentario de Más Madrid le retiró la Portavocía en la Comisión de Mujer y envió su escaño de la segunda a la última fila de la bancada. Tampoco ha vuelto a pisar el hemiciclo.

Según el documento interno al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, Arenillas negó todas las acusaciones que le atribuían y reclamó ante el comité de garantías. Entendía que su destitución como parte de la Ejecutiva del partido, de la Mesa Regional —un órgano directivo elegido en primarias— y de la cartera de coordinación no se ajustaban a los estatutos.

Este martes, el comité ha fallado parcialmente en favor de la diputada. El partido, dice, no respetó su presunción de inocencia, no abrió una investigación pertinente sobre el caso y, a fin de cuentas, no mantuvo las garantías de los estatutos en la gestión de sus tres expulsiones.

Sobre el cese en la Ejecutiva, el comité "reprocha la decisión de publicar el acuerdo inmediatamente después de su adopción (a sabiendas de la singular relevancia mediática que el mismo tenía y del irreversible daño personal que podía causar)", acusa el órgano de garantías.

Sobre el cese en la Mesa Regional, el documento dice que quienes la expulsaron (el Equipo Coordinador) no tenían competencias para hacerlo, porque los miembros de la Mesa, que cuenta con "legitimidad democrática directa". "Aceptarlo sería vulnerar el principio democrático e institucionalizar una flagrante desviación de poder", asegura.

El tercer cese nunca llegó a producirse, pero no por falta de ganas. Más Madrid reclamó a Arenillas su acta de diputada en la Asamblea y todavía no la ha entregado. Ella cree que se vulneraron sus derechos fundamentales y, de hecho, el comité de garantías da a entender que pudo ser así, pero opta por no pronunciarse dado que "carece de competencias" sobre el asunto.  

Fuentes de la dirección del partido consultadas por este periódico respetan el dictamen y comparten el sentido de la decisión de garantías, aunque aseguran que todo se trata de una confusión y de una interpretación "demasiado literal" del comunicado de Arenillas en redes sociales.

También aseguran que "nunca se la llegó a expulsar" formalmente de la Mesa Regional.

En realidad, la presunta confusión a la que aluden las fuentes viene de que el comunicado inicial de Más Madrid, suscrito por la ministra Mónica García, decía que Arenillas sería relevada de "todos sus cargos". Aquel comunicado también es censurado por el comité.

Desde su punto de vista, Arenillas ha sido convertida en un cortafuegos para evitar que la crisis desatada por el caso Errejón escalara hasta las plantas nobles de Más Madrid y de Sumar, coalición de la que forman parte en el Congreso. Ella misma se declaró como "un chivo expiatorio" para que la dirección de los dos partidos no se viera salpicada.

Más Madrid acusó a Arenillas de haber encubierto a Errejón en junio de 2023, cuando supo de una primera denuncia por acoso difundida en redes sociales. Según esta teoría, llamó por teléfono a la denunciante y medió para que no fuera a la Policía.

Arenillas lo desmintió todo. Dice que, nada más recibir la información, la transmitió a la responsable de feminismos del partido y a la secretaria de organización. La primera era Cristina Castillo. La segunda, Manuela Bergerot, que desde la marcha de Mónica García al Ministerio de Sanidad es el rostro visible de Más Madrid en la Asamblea. 

"Quizás no hice lo suficiente, pero lejos de ocultar u encubrir información, informé", afirmó Arenillas en uno de sus comunicados. "La dirección del partido no consideró relevantes los hechos para elevarlos a los órganos superiores, ni hacerlos públicos, ni activar los procedimientos de nuestros estatutos y normas internas y, más tarde, la denuncia en redes desapareció y nadie consideró que aquel episodio no [sic] requería mayor acción", acusó la diputada.