El Ayuntamiento de Madrid ha retirado este jueves la placa de homenaje a Francisco Largo Caballero en la plaza de Chamberí. La retirada coincide con el 151 aniversario del nacimiento del histórico líder del Partido Socialista, UGT y expresidente del Consejo de Ministros de la Segunda República.
La placa, puesta allí durante la alcaldía de Enrique Tierno Galván tenía inscrito: "Madrid a Francisco Largo Caballero. Testimonio vivo de honestidad y entrega al servicio de todos los trabajadores. El Ayuntamiento le recuerda en el lugar donde nació. Marzo de 1981".
La retirada ha sido criticada por los partidos de la oposición Más Madrid y el PSOE. "Así es como rinden homenaje a la memoria democrática: haciéndola añicos. Utilizaremos todas las herramientas políticas y jurídicas para restituirla", ha criticado en Twitter Rita Maestre, líder deMaás Madrid en el Ayuntamiento. El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Pepu Hernández, ha anunciado que su grupo llevará a los tribunales la retirada de la placa.
La retirada de la placa es uno de los puntos aprobados en la moción de Vox, respaldada por PP y Cs en el último Pleno, así como la eliminación de las denominaciones dedicadas a Largo Caballero e Indalecio Prieto en el callejero de la capital.
Pero, como ha apuntado Hernández, "aún no es firme el acta del último Pleno municipal y un acto de este tipo". "[La retirada de la placa] requiere de un acuerdo firme de un órgano de gobierno o de una autoridad".
El "Lenin español"
La figura de Largo Caballero, el "Lenin español", subió recientemente a la palestra mediática por la iniciativa de PP, Ciudadanos y Vox de quitarle la calle en Madrid, basándose en la Ley de Memoria Histórica.
El histórico líder del PSOE es una figura controvertida por su aliento a la revolución de Asturias del 34, un delito por el que acabó en la cárcel, aunque la sentencia final le absolvió "por falta de pruebas".
Era un revolucionario confeso, llegó a decir que los socialistas irían a la guerra en caso de que "las derechas" ganaran las elecciones de febrero de 1936. Aunque con matices -la figura de Largo Caballero es poliédrica y sus logros como responsable de Trabajo se alternan con sus oscuridades revolucionarias-, PP, Ciudadanos y Vox coinciden en calificarlo de "antidemócrata".
Tras la guerra, se exilió en Francia, donde fue detenido por la Gestapo a la llegada de los nazis. Internado en el campo de concentración de Sachsenhausen, fue puesto en libertad cuando llegó el Ejército Rojo. Murió en París en 1946.