El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha corregido este viernes la postura de la vicealcaldesa, Begoña Villacís, quien afirmó ayer que se estaba estudiando la posibilidad de colocar la bandera arcoíris en el Palacio de Cibeles por el Orgullo, algo que el regidor ha negado para añadir a continuación que sí se iluminará la sede del Consistorio y la fuente.
"El año pasado ya se cumplió la sentencia del Supremo por unanimidad del equipo de Gobierno, que nos asesoraron y nos dijeron que no se podía colgar la bandera. No ha habido cambio de doctrina del Tribunal Supremo y parece difícil que podamos colgar la bandera, lo que no quiere decir que no vayamos a colaborar", ha apuntado ante la prensa, desde Conde Duque, tras la entrega de diplomas a los 86 nuevos bomberos del Cuerpo.
Martínez-Almeida ha defendido que el Orgullo LGTBI "es una de las fiestas señaladas en la ciudad de Madrid y con la que el Ayuntamiento quiere colaborar". Además, ha avanzado que hay un acuerdo entre los partidos que componen el Gobierno municipal (PP y Cs) para alumbrar una proposición sobre el Orgullo, aunque desconoce si podrá convertirse en declaración institucional. "Si es por nuestra parte, la habrá", ha subrayado.
Era ayer cuando Villacís reconocía que le "encantaría" poner la bandera y que se estaba estudiando la posibilidad de colocarla. "Personalmente, como vicealcaldesa, me encantaría. Pero este Ayuntamiento no comete ilegalidades. Vamos a estudiar la posibilidad para hacerlo. Sí, sí, lo estamos estudiando", lanzó.
Sin embargo, en la rueda de prensa posterior a Junta de Gobierno, la portavoz del Gobierno municipal, Inmaculada Sanz, ya indicó que solo está prevista "la iluminación de la fuente y el Palacio, así como campaña de banderolas, mupis". "Sobre la mesa está la iluminación en la fuente y el edificio", explicó.
En la primera celebración del Orgullo con José Luis Martínez-Almeida como alcalde, la colocación de esta enseña se realizó con polémica. Vox, formación que había firmado un pacto de investidura con los 'populares' se oponía a su colocación.
Finalmente fue desplegada en un lateral de la fachada, aunque el acto en el que se colocó no contó ni con la presencia de asociaciones LGTBI ni con la de la oposición.
Se aseguró entonces que la bandera se situaba en el lateral, pese a que tradicionalmente había ocupado el centro, al atender a criterios de Patrimonio para no dañar la fachada recientemente restaurada. El día antes se había colocado una bandera de España en el centro.