El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha reconocido que él "no iría" a las campanadas en la Puerta del Sol en Nochevieja y que se quedaría "tranquilamente" con su familia, a pesar de permitir que 7.000 personas se concentren en esta plaza en plena subida de casos y la expansión de ómicron.
Aún así, Almeida ha apelado a la "responsabilidad" con las medidas contra la Covid de los que acudan a tomar las uvas a la Puerta del Sol en Nochevieja y ha defendido que esta celebración se puede realizar porque "tampoco hay un escenario de un marco de restricciones todavía establecidas".
Para Almeida, esto concuerda con la política que "se ha impulsado desde las administraciones de Madrid a lo largo de la pandemia". Se trata de una política de la que, a su parecer, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, "empieza a hacer bandera".
"No deja de ser sorpresivo que después de haber propuesto un estado de alarma unilateral e ilegal, en mi opinión, ahora, sin embargo, haga bandera de las políticas de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento de Madrid", ha dicho el primer edil.
El alcalde de Madrid ha subrayado que "sin ese marco de restricciones" y apelando "a la responsabilidad de la gente" hay que "seguir en la medida de lo posible" con la vida.
"No iría"
Preguntado por si él acudiría, el alcalde, que se encuentra además en cuarentena por positivo en coronavirus, ha indicado que el "no iría a la Puerta del Sol" y ha subrayado que tampoco ha ido ningún año. "Mañana me quedaría tranquilamente, si pudiera, con mi familia", ha subrayado.
En este punto, ha recomendado que "todo aquel que acuda" a la madrileña plaza lo haga "siguiendo de forma estricta las medidas que hay para prevenir que pueda haber contagios".
Almeida considera que "mañana cada uno es libre de acudir a la Puerta del Sol, siempre que no se sobrepase el aforo de 7.000", y ha puesto el foco en que permitirlo responde a la "confianza" que tienen las instituciones en los madrileños y en la responsabilidad que han mostrado a lo largo de toda la pandemia".