Por el punto de partida de Madrid pasan más de 100 millones de personas cada año. Pero allí sólo viven 1849, según los datos del pasado julio ofrecidos por el Ayuntamiento de Madrid. Atocha es una anomalía, un lugar de encuentro y el nudo principal del núcleo de transportes de Madrid.
Se trata de la puerta de acceso y salida por la que transitan cada día cientos de miles de personas. Su posición céntrica lo convierte en un enclave privilegiado de la capital. La estación, la más importante de España, hace que destaque frente a los otros seis barrios con los que comparte distrito, Arganzuela. Su relevancia provocó que diera nombre a la zona.
107 millones de personas usaron en 2022 sus servicios de trenes, según datos de Adif consultados por Madrid Total. Esto incluye la alta velocidad y larga distancia que parte de Puerta de Atocha-Almudena Grandes, además de los ferrocarriles de Cercanías y media distancia que salen de Atocha Cercanías. Es el corazón del transporte madrileño, conectando a la comunidad con el resto de España y con otras ciudades europeas. Y al mismo tiempo hace de intercambiador.
Por su parte, la estación de Metro de Atocha registra una media de 51.248 pasajeros diarios en un día laborable medio, según la información ofrecida a Madrid Total por Metro de Madrid. Esto incluye a los viajeros que entran por esa estación, salen o hacen trasbordo en ella. 26.073 personas de media diaria acceden a la vía suburbana por esa parada.
Hay que sumar además todo el público que llega a través de la Estación Sur de Autobuses, que atrae a siete millones de pasajeros al año, según informó el Ayuntamiento en 2015. Y, por último, todo lo que mueven las estaciones de Cercanías y de Metro de la limítrofe Méndez Alvaro. Todo ello convierte a Atocha en la base del turismo y movilidad de la capital.
Un aumento en 2021
Todo el movimiento que acarrea su trascendencia a nivel de transportes contrasta con que se trate del segundo barrio con menos población de Madrid (1849 en 2022), tan solo por detrás de Atalaya (Ciudad Lineal), en el que habitan 1638 personas. Del mismo modo, en su perímetro sólo residen 189 personas con nacionalidad extranjera. Únicamente El Pardo (Fuencarral-El Pardo) tiene menos: 178.
Dado que allí vive poca gente los saltos entre un año y el siguiente son en ocasiones muy notorios. En julio del año pasado estaban registradas allí 299 personas más que en el mismo mes del año anterior. 86 eran extranjeros, con lo que el porcentaje pasó de 6,65 a 10,22.
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El hecho de que no se trate de un barrio excesivamente grande, con sólo 0,7357 kilómetros cuadrados, ayuda a explicar en parte la singularidad que hace de Atocha lo que es. Delimita con Méndez Álvaro, con la plaza del Emperador Carlos V y con la avenida de la Paz. Y tiene una densidad de habitantes por hectárea menor a la media: 22.
163 locales
Los datos de enero de 2022 son más concretos. La mayoría de los hogares, 175, son unipersonales. Le siguen las casas con dos residentes, que son 158. Según los registros, sólo hay 163 locales abiertos. De ellos, 56 son concesionarios o talleres para distintos vehículos. Las edades comprendidas entre los 45 y los 49 años suponen el abanico de edad mayoritario, en el que se encuentran 183 personas.
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En 1992 se inauguró el jardín tropical en el que fuera el edificio para los viajeros de la estación. Es, con sus 7000 plantas albergadas en 4000 metros cuadrados, uno de los principales atractivos del distrito. Hasta 260 especies diferentes crecen allí. Sus míticas tortugas, no obstante, hace años que 'se mudaron' al Centro de Fauna José Peña, por el incivismo de los visitantes.
Que el Museo Reina Sofía, el parque de El Retiro y el Teatro Kapital estén prácticamente a una calle de distancia explica también que el barrio genere tanta afluencia de visitantes.
Historia y renovación
Atocha fue la primera estación de tren de Madrid y se inauguró en 1851. Todas las demás se diseñaron con ella en mente. En aquel momento se la conocía como Estación Central de Madrid. En 1892 evolucionó a una estructura que cambiaba la madera por el hierro y una cristalera. Cambió su denominación a Estación del Mediodía. Los atentados del 11 de marzo de 2004 en los que 193 personas fueron asesinadas marcaron su historia. Desde 2007 un enorme cilindro de cristal repleto de mensajes de condolencia rinde homenaje a las víctimas.
La estación está inmersa en un proceso de remodelación que pretende hacer frente a los nuevos tiempos y adaptarse a la consideración del Paisaje de la Luz como Patrimonio Mundial por la UNESCO. Se recuperará la marquesina como punto de referencia y acceso principal.
Está previsto que las obras, con un coste de 56 millones y financiados por los fondos Next Generation, duren 36 meses en los que no se interrumpan los servicios. Se trata de una inversión que busca que siga siendo una referencia en España. Para el público que pasa cada día por allí, los ocasionales o incluso artistas como Joaquín Sabina (con su canción Yo me bajo en Atocha) o Luis Buñuel (y su película Ese oscuro objeto del deseo). O más allá, ya que llegó a aparecer en la cinta El ultimátum de Bourne.