El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha iniciado la precampaña con un mensaje claro: apelar al voto útil que, en el caso de Madrid capital, es el PP porque "en Madrid y en España es bueno tener momentos estables y mayorías que no dependan de nadie como me ha sucedido a mí".
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Su dardo más amargo ha sido contra Vox del que asegura, a todo el que quiera escuchar ya sea Feijóo u otros compañeros de partido, "no se me ha revelado como un aliado fiable ni previsible desde el punto de vista de la estabilidad del Ayuntamiento de Madrid", ha asegurado en una entrevista en RNE.
Almeida le reprocha a los de Abascal no querer negociar sus presupuestos, tumbar las cuentas de Isabel Díaz Ayuso y hasta votar junto a la izquierda en una modificación de normas urbanísticas importantísima para el Ayuntamiento. "Y no han sabido explicar el porqué más allá de poner palos en las ruedas".
El problema es que las encuestas electorales no acaban de darle mayoría absoluta al alcalde quien tenía ciertas esperanzas de que el partido de Villacís, bajo el nombre que se presentara, consiguiera al menos tres concejales y se volviera a reeditar el pacto de Gobierno. Pero con la tormenta política que se ha levantado alrededor de Ciudadanos y de la vicealcaldesa, si Almeida no llega a la mayoría estaría obligado a pedir los votos de Vox, así que cuantos más consiga robarle el 28-M, mejor.
Quizá por eso no quiere hacer sangre de lo que está ocurriendo con su vicealcaldesa y Ciudadanos: "La reunión con Villacís fue cordial como los dos trasmitimos. Fue a petición de ella porque lo que pretendía era darme su versión de lo que había pasado. A partir de ahí, las conversaciones privadas convienen no revelarlas ni dar pie a que haya más rumorología".
La gran duda es si Begoña Villacís puede o no integrarse en su lista y acabar atrayendo esos votos de centro que le faltarían a Almeida, según los sondeos. Pero por si había alguna tentación, la presidenta del PP de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha cerrado cualquier estrategia de este tipo asegurando que la vicealcaldesa no es bienvenida en esta comunidad.
"Las elecciones se convocan el 4 de abril y las listas se presentan dos semanas después por lo tanto hablar de las listas en general no conduce a ningún sitio solo a distraernos. (...) Y no voy a hacer ninguna hipótesis ni respecto a Begoña Villacís ni a otros concejales de Ciudadanos que también se está hablando de si podrían incorporarse", ha añadido en la entrevista radiofónica.
El alcalde es muy consciente de "la situación que vive Ciudadanos desde las elecciones del 4 de mayo" y también de cuál es su situación, en la que las listas van a tener que pasar sí o sí por la aprobación de Díaz Ayuso. Y ni Génova va a poder salvarle de ese trámite.
"La dirección nacional ya ha dicho que la conformación de las listas le corresponde a los territorios y a los candidatos y nosotros agradecemos la confianza de la dirección nacional. Entienden que los que estamos en el lugar tenemos conocimientos más precisos para llevar a los mejores", ha aclarado.
También ha tenido palabras para otra contrincante electoral, en este caso, la apuesta del PSOE para el Consistorio, Reyes Maroto, a la que ha pedido que no utilice el Consejo de Ministros como "plataforma para su candidatura".
"Parece lógico que Maroto, con conocimiento limitado sobre Madrid, en primer lugar, debería dejar el Ministerio. Desde un punto de vista electoral, y desde el punto de vista político pido que no use el Consejo de Ministros como plataforma para su candidatura", ha denunciado.
"Con 1.080€ es complicado llegar"
Martínez-Almeida se ha unido a la decisión del PP de mostrarse a favor de subir el SMI, pero de no hacerlo como lo está haciendo Pedro Sánchez: "Con 1.080 euros es complicado llegar a todo en Madrid. Mi partido ha dicho que estaba de acuerdo con la subida del salario mínimo pero hay que encuadrarlo en una política económica más amplia y no que compitan el presidente y la vicepresidenta por ver quién hace el anuncio".
Respecto al otro gran problema que tiene la capital, la vivienda, el alcalde tampoco está de acuerdo con los mecanismos de intervención que se preparan desde el Gobierno para intentar frenar el precio de alquileres y ventas. "Si se intervienen los mercados en los términos planteados por la izquierda, tenemos ejemplos como el de Berlín, donde se multiplicó el precio del arrendamiento".