Tras el "sí, quiero" llegó el compromiso. Ciudad Lineal ha aprobado la implementación del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) en nuevas zonas de los barrios de San Juan Bautista, Atalaya, Pueblo Nuevo y Concepción.
La luz verde del distrito marca un nuevo hito en la popularidad del SER, que nada tiene que ver con la de hace años. Allá por 2006, cuando comenzaron a funcionar en la capital y algunos de sus cascos históricos (Fuencarral, Hortaleza y Carabanchel) sus parquímetros eran arrancados y saboteados.
Usaban taladradoras, ácido corrosivo o, el método preferido de los vándalos, petardos. Su llegada fue motivo de manifestaciones, con cargas policiales incluidas.
A día de hoy, la situación es muy distinta. Son los vecinos de varios barrios los que reclaman la presencia de este método de control y piden que sea la norma en sus barrios.
El ok oficial en Ciudad Lineal llegó de la Junta de Distrito tras una consulta ciudadana en la que, a diferencia de lo sucedido hace unos meses, los habitantes de estos barrios dieron su conformidad. Al menos, de manera parcial, ya que es una medida que divide al distrito. "Los grupos políticos han ratificado el sentir de los vecinos, que votaron SÍ", ha afirmado Ángel Niño, concejal del distrito tras la votación, en la red social Twitter.
Pese a este avance de los parquímetros, en la cuestión del SER o no SER, sigue habiendo cierta división. Una parte de los vecinos reclama una solución que les permita poder aparcar sin que ello les exija mucho tiempo. Lamentan que tengan que sufrir la saturación de coches aparcados en su zona que llegan de otros barrios, distritos o incluso municipios.
Los hay, también, que se muestran contrarios. Entre otros, los comerciantes de la zona, que ven cómo menos clientes pueden acceder a sus tiendas.
"Enfrentamiento entre barrios"
Alfredo Avia, portavoz del Grupo Mixto en Ciudad Lineal, explica los motivos de su disconformidad a Madrid Total. Reconoce que existe un "enfrentamiento entre barrios y vecinos" en lo que respecta a este asunto.
Uno de sus argumentos para el rechazo tiene su propia denominación. Es lo que él define como el 'efecto del mal barrendero', en palabras coloquiales: "Levantas la alfombra y vas echando el marrón a los lados". Los conductores que aparcasen en esas zonas y no quieran o no puedan pagar (debido al límite de horas) buscarán plaza en las regiones contiguas y en ellas habrá todavía más congestión.
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Es decir, los problemas para aparcar desaparecen en las zonas que pasen a usar los dispositivos SER, pero se trasladan a las zonas del barrio donde aún no se ha aplicado. Avia pone el ejemplo de Pueblo Nuevo, donde la zona SER solo representará el 2% de la superficie total, según sus calculos. Por ello, aboga por aplicarlo en todo el distrito. "Si lo haces, lo haces en el total", sentencia.
Existe también un problema adicional: el conocido como 'efecto frontera', en el que si la zona SER se activa en ciertas zonas pero en otras no, se crea una distorsión entre los vecinos. Algunos pueden aparcar en su propia calle, con su pertinente permiso, mientras que los del otro lado de la calle quedan desamparados y deben seguir la ley de la jungla para estacionar su vehículo. Más todavía teniendo en cuenta que las plazas que les corresponderían las ocupan los que accedan al lugar.
La morfología de la zona
Avia, para poner en contexto la problemática, se refiere a la morfología de algunos de los barrios, que fueron construidos entre los años 50 y 60. "La "mayoría" de sus bloques de pisos, de entre 50 y 60 metros cuadrados de media, "no tienen aparcamiento": "Toda esa zona es caótica".
En la Elipa, por ejemplo, no hay aparcamientos "suficientes". Predominan los "viales, calles estrechas, edificios que se construyeron sin aparcamientos subterráneos y paseos". Así, la gente que vive allí "tiene que aparcar donde pueda".
Según cuenta, antes de ser zona SER, "por las mañanas era difícil encontrar sitio en Ventas, al medio día costaba y por la tarde-noche, era imposible". Relata que una de las prácticas era la de los vecinos de la zona del Corredor del Henares que dejaban su coche en los barrios de Ciudad Lineal, en los entornos de las paradas de Metro, para luego coger el transporte público e ir a sus oficinas en la capital. Así, evitaban la zona SER. También sucedía, según sus palabras, con la gente que trabajaba en el entorno de la M-30.
Niño, concejal del distrito, anunció que la instalación será ejecutada en el primer semestre de 2023. Por su parte, el portavoz del Grupo Mixto en Ciudad Lineal lo tiene claro: que el SER se amplíe "no va a solucionar el problema".
Consulta ciudadana
La Junta de Distrito pidió la consulta vecinal después de que en septiembre de 2021 se aprobase una modificación de la ordenanza de movilidad. Se trata de una votación que se realiza barrio a barrio y no es vinculante. Sin embargo, sí forma parte de los requisitos para poner en marcha el SER en cada zona.
Podían votar aquellos empadronados en los citados barrios de Ciudad Lineal que tuvieran más de 15 años y se registraran en la web Decide Madrid.
Los habitantes de cuatro de los barrios de Ciudad Lineal a los que ahora llega el aparcamiento regulado dieron a finales de enero su aprobación para que se implantara el sistema conocido como SER. Pueblo Nuevo, Concepción, San Juan Bautista y Atalaya validaron extender una medida que en un barrio vecino, por el contrario, genera un rechazo absoluto.
En Costillares la consulta ciudadana ni siquiera se realizó. Tras el rechazo mayoritario a la medida del pasado marzo (sólo un 28% votó a favor), consideraron que no tenía sentido repetir la votación. En los otros barrios (Ventas, Colina, San Pascual, y Quintana) ya se aplicó el pasado noviembre.
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4.778 votos a favor recibió en dicha votación la colocación de los dispositivos que permiten regular el aparcamiento. En cambio, 1.728 personas se opusieron. Los datos los dio a conocer la delegada de Coordinación Territorial y Participación, Silvia Saavedra, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno
La participación aumentó considerablemente desde la votación que tuvo lugar en marzo de 2022, donde sólo votó un 1,5% de la gente. El apoyo en el distrito no es nada homogéneo. En Concepción fue del 87%, mientras que en Pueblo Nuevo y San Juan Bautista, estaba por encima el 60%. En un 53% se quedó en Atalaya. Aun así, hubo remontada del SER, que el marzo anterior tuvo en su contra al 75% de los votantes en Pueblo Nuevo y al 58% en Concepción.