Es un reloj monumental del siglo XIX, aunque a simple vista no lo parece. Está desmontado sobre unos palés y embalado con papel de burbujas en el Almacén de la Villa, en Vicálvaro. En su día, estuvo instalado en un edificio de la plaza Jacinto Benavente, muy cerca de su "hermano": el reloj de las campanadas de la Puerta del Sol, construido por el relojero y militar español José Rodríguez Losada.
En el Almacén de la Villa se pueden encontrar enseres de todo tipo: desde falsificaciones incautadas por la Policía hasta terrazas de bares, mesas y sillas de oficina. También artículos con valor histórico y artístico que no caben en los propios almacenes del Área de Cultura del Ayuntamiento.
Una de las personas que mejor conoce este gran depósito municipal es Juan Carlos Alcañiz. Este funcionario, que trabaja en el Almacén desde 1982, cree que la pieza almacenada con "más valor" en estas dependencias es el reloj: "Es el mismo que el de la Puerta del Sol, lo hizo el mismo relojero, Losada, en la misma época". En el inventario se describe a la pieza como "Reloj de torre 'Losada'".
El sello de Losada
El Área de Cultura confirma a Madrid Total que "probablemente" este reloj desmontado fue obra del famoso relojero que marca las horas más importantes de la capital, aunque no existe un documento oficial que lo acredite.
Hijo de Miguel Rodríguez y de María Conejero, el relojero adoptó el segundo apellido por el topónimo al que pertenecía su localidad de nacimiento, Losada. En su niñez pastoreaba vacas. Reapareció como oficial del Ejército en Madrid durante el Trienio Liberal. Pero acabó exiliado por sus ideas liberales. Huyó primero a Francia y, después, a Inglaterra. Ya en Londres se labró una buena fama como relojero.
Losada recibió varios encargos para la Casa Real Española. Fabricó relojes, cronómetros y péndulos para el Observatorio de San Fernando. Según la Real Academia de la Historia, en 1866 donó al Ayuntamiento de Madrid el reloj que preside la Puerta del Sol después de varios años de trabajo.
Cada 31 de diciembre desde 1962 -año en el que por primera vez se retransmitieron las campanadas por televisión-, el reloj de Losada acompaña a millones de españoles en la entrada del año nuevo aunque estén a kilómetros de la capital.
De Jacinto Benavente a Vicálvaro
Otros relojes construidos por Losada son el de la Catedral de Málaga, el reloj farola de Jerez y el de la Catedral de Caracas (Venezuela). Su sello también estaría detrás del reloj que hoy descansa en una sala del Almacén de la Villa. Probablemente, el relojero se lo donó al Ayuntamiento de la capital en 1865. Primero, fue instalado en un antiguo edificio ministerial en la céntrica plaza de Jacinto Benavente, a cuatro minutos a pie de Sol. También pasó por la Iglesia de la Santa Cruz, en la calle Atocha, y fue almacenado en la Casa de la Panadería, en la Plaza Mayor.
Construido con hierro, acero y bronce, el reloj monumental cuenta con maquinaria de manufactura inglesa y con un sistema de sonería de horas y cuartos 'Edward Barlow'. Montado, el reloj mide 110 centímetros de alto, 120 cm de ancho y tiene una profundidad de 70 centímetros.
Una increíble pieza monumental que casi en secreto sigue esperando, en trozos y embalada, a poder hacer sonar de nuevo sus potentes doce campanadas.
[El último viaje del Oso y el Madroño por la Puerta del Sol]