El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha convocado a los grupos políticos a una reunión este martes para estudiar el protocolo que obliga a cerrar El Retiro y otros nueve grandes parques de la capital ante la meteorología adversa de rachas de viento y calor.
"He pedido al delegado de Medio Ambiente que mañana mismo convoque de manera inmediata a todos los portavoces de los grupos municipales para estudiar una posible revisión del protocolo del cierre de parques en episodios de altas temperaturas", ha manifestado este lunes el primer edil durante el acto de presentación de los nuevos contenedores de residuos de la capital.
Este domingo, el Ayuntamiento activó, desde las 15:00 horas, la alerta roja del Protocolo de actuación por meteorología adversa. Por este motivo, se cerraron al público El Retiro, El Capricho, los jardines de Sabatini, la Rosaleda del parque del Oeste, Juan Carlos I, Juan Pablo II, Quinta de Fuente del Berro, Quinta de los Molinos, Quinta Torre Arias y el parque lineal del Manzanares.
En declaraciones a los medios de comunicación, Martínez-Almeida ha recordado que dicho protocolo fue aprobado en junio de 2019 por el Ejecutivo de Manuela Carmena, ya en sus últimos días de mandato.
"Vamos a poner los datos encima de la mesa de los días que se han cerrado los parques, los árboles y las ramas que se han caído y el eventual riesgo que puede suponer, por tanto, para todos los madrileños estas situaciones", ha añadido.
"Queremos que todos los grupos municipales hablen en esa reunión y digan, claramente, si apuestan por modificar o no el protocolo del cierre de los parques", ha dicho. Así, ha añadido, todos los grupos en el Ayuntamiento podrán buscar la "mejor solución" y ver si los grandes parques madrileños pueden abrir en días de altas temperaturas o no.
El protocolo de Carmena
El protocolo de actuación ante la previsión de situaciones meteorológicas adversas se aprobó el 6 de junio de 2019, en los últimos días de Manuela Carmena como alcaldesa de la capital. Se activa, básicamente, cuando confluyen rachas de viento fuertes y altas temperaturas. Estas circustancias meteorológicas provoca que determinados árboles pierdan ramas cuando el agua escasea.
El fenómeno, según un informe elaborado por el Ayuntamiento en 2014, tiene nombre ('Caída de ramas en verano') y no se puede prevenir con podas u otras medidas. El protocolo de 2019, según apunta Newtral, es una revisión del original formalizado en 2016. Tres acontecimientos dramáticos llevaron al Ayuntamiento de Carmena a elaborar su estrategia para aplacar la caída de las ramas.
El primero de ellos tuvo lugar en junio de 2014, cuando un hombre murió tras caerle una rama encima. Un mes más tarde, fue una niña la que resultó herida. El suceso más reciente ocurrió en marzo de 2018. En esta ocasión, la víctima fue un niño al que le cayó encima un árbol.
Carmena y su equipo de Gobierno aprobó el protocolo cuando ya se encontraba en funciones tras perder las elecciones de mayo de 2019. El protocolo establece cuatro niveles de alerta, en función de las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET):
Verde: corresponde a aquella situación en la que ninguno de los factores meteorológicos supera el umbral mínimo establecido.
Amarillo: No existe riesgo para la población en general, aunque sí implicaría cierta probabilidad de caída de ramas o de arbolado.
Naranja: existe un riesgo importante con mayor probabilidad de caída de ramas y arbolado.
Roja: el riesgo es muy importante, con una probabilidad elevada de caída de ramas y arbolado en los jardines.
El escenario de alerta roja se activa cuando se prevén rachas de viento por encima de los 65 kilómetros por hora, siempre que la temperatura sea inferior a 35 grados centígrados. También se aplica cuando la temperatura supera los 35º grados y las rachas de viento, los 55 km/h.