Los vecinos del barrio de El Cañaveral (distrito Vicálvaro) han alertado de que varios perros han sido envenenados, presuntamente con raticida. Al menos dos de ellos han muerto por intoxicación durante el mes de junio, según ha confirmado el hospital veterinario Artemisa a la asociación de vecinos del citado barrio.
Asimismo, los casos de gastroenteritis se han incrementado notablemente en los canes de El Cañaveral. El veneno estaba presente en varios platos de comida repartidos por los descampados del barrio, zonas habituales de paseo para estos animales.
Hace apenas dos semanas, la dueña de un perro llamado Alfie escribió un emotivo mensaje en recuerdo de su mascota, al tiempo que denunciaba la situación. “Cuando un peludo entra en un hogar, se convierte en un miembro más de la familia. Y no uno cualquiera, sino el único capaz de dar amor incondicional a todos sus miembros, incluida la cuñada pedorra que le tiene miedo (esa soy yo)”, dice el escrito.
“Enhorabuena, has acabado con la vida de un ser vivo de tan solo tres añitos”, prosigue la misiva, apelando al autor de este envenenamiento. “Eres un grandísimo cobarde, sin huevos para enfrentarte, yendo a por el más débil, indefenso, y a por el que menos culpa tiene”.
“Enhorabuena, has acabado con una vida, y dejando en la retina de un niño la imagen de ver a su mejor amigo morir entre convulsiones y vómitos de sangre”.
Los vecinos del barrio llevaron hace poco más de una semana algunos de los platos de comida que las protectoras reparten por la zona, sospechando que pudieran contener alguna sustancia perjudicial para los perros.
Los responsables del centro veterinario descubrieron que había raticida en las muestras facilitadas por los residentes. Las dos muertes, unidos a los casos de gastroenteritis, hacen sospechar que alguien está envenenando a los canes del barrio, por razones que se desconocen.
Por el momento, la Policía Municipal de Madrid no se ha pronunciado al respecto de este fenómeno, ni tiene constancia de ningún acta de denuncia por este motivo, según indica el diario ABC.
El primer caso de un perro muerto por envenenamiento tuvo lugar el pasado verano. Una perrita llamada Enya falleció tras salir de paseo con su dueño. El veterinario confirmó posteriormente que había presencia de raticida en su cuerpo.