El corazón de Madrid vibró durante la tarde y noche del sábado gracias a los rugidos de los monoplazas de Fórmula 1 conducidos por Checo Pérez. El mexicano fue la estrella del Red Bull Showrun, un macroevento automovilístico que reunió a figuras de la talla de Cristina Gutiérrez o los 'Drift Brothers'. Aunque, sin duda, los minutos que más disfrutaron los miles de madrileños agolpados en Cibeles, Recoletos y Alcalá fueron los de Pérez a bordo del RB7 y el RB8. El piloto hizo un guiño a la afición madrileña y al sueño de la ciudad de albergar su propio Gran Premio: "Esperemos que pronto la Fórmula 1 pueda regresar a Madrid".
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