El Ayuntamiento de Madrid acaba de aprobar este lunes en un Pleno extraordinario la reforma de las normas urbanísticas. El Partido Popular llevaba tiempo intentando sacar adelante esta modificación normativa, frenada por Vox la pasada legislatura. Ahora, tras la mayoría absoluta de José Luis Martínez-Almeida en las elecciones municipales del 28-M, el Gobierno municipal actualiza unas normas que prohibirán la construcción de viviendas de menos de 40 metros cuadrados y afectarán a la implantación de las cocinas fantasma, a los pisos turísticos o a los locales de ocio de la capital. La Comunidad de Madrid tiene ahora un plazo de cuatro meses para ratificar la modificación.
Según informa Europa Press, la propuesta ha salido adelante en el Palacio de Cibeles con la mayoría absoluta del PP, la abstención de Vox y el rechazo de Más Madrid y PSOE. El delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha defendido unas normas que impulsarán la creación de "4.182 empleos e incrementará en 215 millones el PIB de esta ciudad al introducir agilidad administrativa".
Carabante ha sostenido que llegan las normas menos de un mes después de la constitución de la Corporación por ser un compromiso del alcalde, José Luis Martínez-Almeida, en campaña y tras haber conseguido "sortear el permanente boicot y paralización por la izquierda y Vox".
Modificar las normas es "necesario, urgente e imprescindible" porque la realidad es que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1997 se ha quedado atrás en la atención de las realidades de la ciudad tras 25 años.
Cohousing y coliving
Hasta el momento, Madrid sólo regulaba dos tipos de vivienda, la colectiva y la unifamiliar, explica Europa Press. Los modelos residenciales emergentes se integran en la nueva categoría de la clase de residencia compartida o coliving, caracterizado por la dotación de espacios comunes, con la correlativa reducción de las unidades de alojamiento privativas de las viviendas. Éstas no podrán ser inferiores a 15 m2 para una persona, ni a 10m2 por persona cuando esté prevista para más de una.
También se regulan las viviendas colectivas tipo cohousing, para la que los espacios comunes aumentan hasta abarcar todas las zonas de estancia y ocio, mientras que las viviendas dispondrán de las piezas que considere cumpliendo el programa mínimo de vivienda salvo la estancia comedor, que será libre. La superficie mínima de la vivienda será en este caso de 30 m2, compensando el resto hasta los 40 con las zonas comunitarias.
De local a vivienda
Las nuevas normas incluyen la regulación de los tendederos, trasteros y zonas comunitarias. Desde este momento no será necesaria la separación física entre cocina y tendedero y se admite la planta baja para los trasteros sin computar edificabilidad.
Otra de las cuestiones que regulan las nuevas normas urbanísticas y que no se contemplaba de manera expresa en las actuales es la transformación de local a vivienda garantizando que se respetan las condiciones de habitabilidad, confort, seguridad, accesibilidad y salubridad exigibles a las viviendas de nueva construcción.
Uno de los cambios que se han introducido es que se excluye del cómputo de edificabilidad elementos que mejoren la eficiencia energética del edificio, como galerías bioclimáticas, locales de generación, almacenamiento y distribución de energías renovables, chimeneas solares y el incremento del espesor de cerramientos para aislamiento acústico y térmico.
Balcones y 'factor verde'
Igualmente se potencia la incorporación de balcones y balconadas, incrementando su saliente (hasta 0,75 metros frente a los 0,45 de antes) y se admite la posibilidad de disponer terrazas sobre el espacio libre de parcela sin computar edificabilidad cuando estén descubiertas en al menos dos plantas.
También e mantiene la exclusión del cómputo de los miradores, pero modificando sus condiciones para mejorar su comportamiento bioclimático con la incorporación de persianas y otros elementos de protección solar. Además se abren a cornisas a nivel de todas las plantas como elementos de protección solar.
Las normas urbanísticas introducen un nuevo parámetro urbanístico, el factor verde, con el que se reducen las islas de calor y mejora la calidad del aire. Se trata, en definitiva, de aumentar la superficie verde total en la edificación mediante cubiertas y fachadas verdes, y en el espacio libre de parcela mediante su arbolado y ajardinamiento, Se aplicará a las obras de nueva planta, sustitución, ampliación y en las de reestructuración y acondicionamiento generales.
La modificación de las normas urbanísticas fomentan la recuperación de las edificaciones de los patios de manzana mejorando sus condiciones medioambientales porque, como sostiene el área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1997 "no ha logrado dotarles de vida útil" y, es más, "se han degradado y deteriorado afectando a sus condiciones ambientales e higiénicas".
Según cálculos municipales, casi el 35 por ciento de estos suelos carece de edificación y aproximadamente el 40 la ocupan edificaciones de tres o más alturas. En ellos se desarrollan usos con o sin licencia. "La difícil implantación de nuevos usos en las edificaciones que ocupan los patios de manzana y espacios libres en el ámbito de la Norma Zonal 1 ha provocado el desuso y abandono de edificaciones existentes o su infrautilización como espacios residuales, almacenes o cuartos de instalaciones", indican fuentes del Área.