Brava, un nuevo festival de música en directo que ha aterrizado en Madrid, ha sembrado la polémica en su primera edición. Ifema ha acogido este fin de semana un cartel con actuaciones de más de una treintena de artistas nacionales e internacionales. La organización del evento cobró un precio "abusivo" a los asistentes por usar autobuses del servicio especial gratuito que la Empresa Municipal de Transporte (EMT) había desplegado con motivo del festival. Ahora, el Ayuntamiento estudiará las consecuencias para la promotora ante un posible "incumplimiento" del plan de movilidad.
El festival se celebró el sábado y el domingo, con el cantante y compositor británico-estadounidense Mika como cabeza de cartel. Además, artistas como Sugababes, Loreen, Melanie C, Natasha Bedingfiel o Belén Aguilera también se citaron en el recinto ferial. Contó con tres áreas y escenarios -Hits, Pop y Electrónica- y ofreció como alternativa de transporte para regresar del festival autobuses lanzadera que conectaban con Plaza de Castilla.
El servicio se ofrecía en la página web del evento por un mínimo de 8 euros. Los interesados debían recoger a la entrada del festival una pulsera que acreditaba el pago previo para usar los autobuses. Según la Cadena Ser, los usuarios se llevaron una sorpresa cuando se percataron de que no se trataba de autocares de una empresa privada, sino de los autobuses del servicio especial gratuito que había organizado la EMT para facilitar el regreso de los asistentes.
Como en la primera jornada del certamen hubo quejas por la falta de control en los accesos a los autobuses, la organización -The Music Republic- decidió que el domingo sólo entrasen a los vehículos quienes tuvieran la pulsera. Ya en un comentario de Twitter (ahora conocida como 'X'), Brava señaló que los autobuses pertenecían a la EMT. Así, en la segunda noche, algunos usuarios se encontraron cómo los vigilantes de seguridad impedían el acceso a los autobuses municipales gratuitos a quien no tuviera la pulsera.
Los autobuses gratuitos de la EMT son un servicio por el que no pueden cobrar, recalcan desde el Área de Movilidad. Por eso, el Consistorio abrirá un expediente informativo para aclarar los hechos y tomar las medidas que correspondan.
El Área de Movilidad ha explicado que la organizadora contrató el servicio de la EMT y podía repercutir el coste al usuario, aunque directamente en la entrada y no en un lote individual. En cualquier caso, el precio cobrado fue "abusivo" y se está analizando el caso para "adoptar las medidas necesarias en caso de incumplimiento del plan de movilidad".
"Es la primera vez que el Ayuntamiento de Madrid tiene constancia de un hecho así", han señalado las mismas fuentes, a la vez que han asegurado que, "con carácter generalizado ante cualquier evento que incluya en su plan de movilidad servicios de autobús de la EMT autorizados por el CRTM, serán gratuitos para los usuarios".
"Posible confusión"
Los técnicos de la EMT, la Dirección General de Circulación y la promotora de Brava se reunirán este martes para aclarar lo ocurrido. En cualquier caso, según ha recalcado este lunes el delegado del ramo, Borja Carabante, poner a disposición los autobuses municipales para el evento no tiene coste alguno para el Ayuntamiento porque la promotora sufraga el servicio.
Cada evento de este tipo -ha detallado el delegado- debe contar con un plan de movilidad. En el caso de Brava, el plan sí que contemplaba la comercialización de los servicios de la EMT. Lo que no está permitido es que se hiciera de forma independiente y no repercutido en un único paquete. Por eso, Carabante ha hablado de una "posible confusión" por parte de la promotora.
En un mensaje difundido a través de 'X', Brava ha publicado un comunicado en donde atribuye esta situación a un "fallo de comunicación". En el escrito asegura que existe un contrato firmado con la EMT en el que "se constata que la promotora abona una cantidad económica" por la "prestación de ese servicio".